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Introducción

    El fútbol menor en nuestro país, ha sufrido innumerables desaciertos dentro de su manejo estructural, pues es notable que la atención mayor se focaliza a nivel profesional, mientras que el fútbol base ha estado casi siempre de forma desasistida. Actualmente, persisten los formatos bajo una orientación que obvia principios adaptativos del juego de fútbol al niño. Nava (2003) estima al respecto; que en un 90% se efectúan torneos o competiciones bajo canchas, arcos y balones con parámetros y exigencias como si fuera un adulto en "miniatura". Por lo tanto, existen aspectos primordiales que se menosprecian considerablemente. Dichos aspectos deberían estar fundamentados específicamente bajo una adecuación de los elementos estructurales del juego, y sobre la base de los niveles de adaptación; pedagógicos, morfológicos, motrices, actitudinales y cognitivos del niño.

    Existen elementos de juicio que corroboran dichos planteamientos, al respecto Wein (2004) señala: que para convertir el proceso de iniciación en el fútbol en una intención educativa y formativa, es imprescindible adaptar los contenidos de las sesiones y competiciones a la aptitud motriz, intelectual y física del niño. De esta manera añade además, que no hay que obligar a adaptarse a los contenidos del entrenamiento y del juego, tal y como ocurre en el mundo de los adultos. Ante esta realidad, pudiese establecerse lo contrario, es decir, adaptar los contenidos de las sesiones y del juego a los niños.

    Dentro de la formación futbolística del niño en el contexto Venezolano, es común que difícilmente se hayan respetado los criterios psicoevolutivos del niño mediante un fútbol ajustado a sus medidas. Bajo este particular, Nava (2003) manifiesta que difícilmente se respeta una progresividad acorde a la funcionabilidad del niño dentro de un espacio que verdaderamente este adaptado a su desarrollo, estimulando en baja mesura un bagaje amplio de situaciones motrices.

    El fútbol de los niños y adolescentes no mejora con acumulación de partidos y campeonatos, sino con el continuo desarrollo de conceptos originales que favorezcan la formación integral de los futbolistas (Wein, 1995). Por lo tanto, solo competiciones cuyas reglas se ajusten progresivamente al niño y tomando en cuenta su nivel de capacidad física y cognitiva podrá desde luego estimular correctamente y a temprana edad, la habilidad, motivación y la inteligencia del joven prospecto y talentoso.

    De lo anterior se desprende, que al existir una adecuada adaptación de la estructura del fútbol al niño, deben considerarse mayor posibilidad de formación y de intervención en el juego por parte del niño. Al respecto, Wein (2004) confirma el niño puede calcular bien las dimensiones del espacio a su disposición y las distancias entre él, compañeros y contrarios…facilitando la adquisición de un nivel de cálculo óptico-motor, junto con una óptima toma de decisiones. De esta forma, recomienda potenciar estas derivaciones con sesiones de juego simplificados.

    El estimulo y desarrollo de las acciones motrices y técnicas, deben promoverse bajo perfiles recurrentes a una idea y estilo de juego propio, no sin antes, tener elementos que desarrollen y potencien en el niño un aprendizaje altamente significativo, en todo caso; cada organización u escuela que desarrolle el fútbol menor, debe sustentarse bajo objetivos claramente definidos; y como lo señala Escudero (2003) que se distribuyan los contenidos según la etapa idónea de aprendizaje garantizando un perfil adecuado del futbolista. En este particular, es de relevancia acotar que el fútbol se desenvuelve en un contexto marcado por una elevada variabilidad y aleatoriedad siendo además de carácter imprevisible, como lo plantea Caldeira y Garganta (2002) y, del cuál se desprende, que bajo estas circunstancias se deben fundamentar los aspectos a desarrollar dentro de los estímulos en las sesiones y competencias que se pueden ofrecer al niño.

    Las habilidades especificas del fútbol son plurales, es decir, tienen un componente de dificultad gestual e intencional, esto conlleva que su enseñanza y aprendizaje incluida la competición debe pretender que el niño adquiera una variada gama de gestos, (Morcillo y Moreno, 2002), es decir, que permiten elegir en cada ocasión la más adecuada, para la situación problema que el juego plantea.

    Frente a esta tendencia, la presente investigación surge de la necesidad de ajustar el régimen de competiciones y espacios que sirven para la práctica del fútbol base, en su periodo de iniciación y formación, (Nava, 2006). Considerando de esta forma, las etapas sensibles (8-12 años) que presentan los niños y la repercusión que tienen los parámetros en la incidencia y estimulo de su bagaje motor bajo acciones motrices y técnicas, que proporcionan en este caso; los niveles de modalidad de práctica del fútbol 7, 9 y 11, como complemento de un adecuado orden de progresividad, acorde con el nivel psicoevolutivo y del cual, se espera implementar en todo el país, para el desarrollo deseado de este deporte en todo el territorio nacional.

Contextualización y planteamiento del problema

    Los deportes presentan características especiales y varían unos de los otros, algunos deportes requieren que las capacidades técnicas estén más desarrolladas. En este grupo de deportes observamos los que presentan oposición con contacto corporal, como el fútbol (De Bártoli, 2005). Esto ha conllevado en los últimos años, a que se produzca una renovación permanente dentro de su estructura formal y funcional armónica y coherente, donde todos sus factores presentan grandes niveles de desarrollo y donde los procedimientos, técnicas, sistemas y métodos empleados han variado bastante. De esta manera, Romero (2000) sostiene que el fútbol, su entrenamiento y la competición, se convierten en objeto de estudio y de problemática científica, generándose teorías que deben considerarse para un mayor desarrollo de su práctica.

    En este sentido, Guimaraes (2000) señala que el fútbol es uno de los deportes más completos por su actividad y dinámica, mientras Díaz (2005) plantea además que en los niveles más altos del rendimiento deportivo, en el fútbol son cada vez más complejos los movimientos, debido a la velocidad en que se deben realizar. No obstante afirman desde el punto de vista didáctico y con especial énfasis en el periodo de iniciación, que ha carecido de un análisis pormenorizado de sus elementos, así como de su proceso de enseñanza-aprendizaje. De esta forma, conviene considerar toda una serie de factores expuestos por Quintero y Gómez, citados en Romero (2005), que pueden repercutir en el desenvolvimiento eficaz de las acciones motrices que se dan en el juego de fútbol, siendo estos factores el uso del espacio y la forma de participación considerando además las características psicofísicas del niño.

    Exhortando de esta manera, el enorme valor que tiene considerar ajustar los elementos que conforman e interaccionan dentro de la estructura formal y funcional del juego de fútbol, a la justa medida evolutiva del niño.

    Ante este panorama, la realidad de nuestro fútbol venezolano es de naturaleza atípica; al respecto Páez (2006), señala que dicho planteamiento; nos lleva a reflexionar y asumir criterios que permitan una adecuada orientación a la formación del niño futbolista en todos sus niveles. En otras palabras, garantizar una atención especializada desde el periodo de formación hasta el nivel profesional, como plantea Nava (2004), y no de pirámide invertida como ocurre en los actuales momentos, etapa de mayor atención e inversión a nivel profesional (preferencial) y etapa de desatención; sin una verdadera inversión a nivel de fútbol base, vacíos en el periodo de iniciación futbolística, aunado obviamente a la inadecuada orientación pedagógica desde su base.

    Ante lo antes expuesto y considerando, que la pirámide estructural de nuestro fútbol se encuentra atípicamente invertida, es conveniente discernir objetivamente, sobre propuestas estructurales que coadyuven al fomento y desarrollo del fútbol en nuestro país, sobre todo desde su base. De esta manera, podemos aprovechar el creciente interés por su práctica en todo el territorio nacional, motivado a los resultados positivos y constantes de nuestra selección nacional de fútbol "la vinotinto

    Creemos firmemente por la afirmación anterior, que el fútbol Venezolano debe poseer una mayor organización estructural que solidifique verdaderamente las bases sustentables para la masificación y desarrollo de este deporte en nuestro país. En este particular, las competencias y la frecuencia en que se realizan, deben tener una revisión exhaustiva que permita propiciar un desarrollo técnico, armonioso e integral a nuestros niños, adaptando la estructura formal del juego de fútbol a las características psicofísicas del niño, propiciando de esta manera una mayor probabilidad de la no deserción de práctica en este deporte, ya que al modificar sus elementos estructurales se promueve una mayor intervención del niño, incrementando sus interés y haciendo más amena su practica.

    De esta manera Allipi (2002) señala con preocupación como todavía los niños de 10 y 11 años compiten preocupándose por los puntos que se lleva su equipo, la posición en la tabla, en canchas con dimensiones no adaptadas a su edad, con arcos y pelotas que están reglamentadas para los adultos. El fútbol base en nuestro país merece la atención y la importancia que requiere, necesita de hombres comprometidos por un cambio trascendental, nuestros niños merecen respeto y sobre todo una merecida adecuación de las competencias a su justa edad. En este sentido Aguirre, (2003) sugiere; nada ni nadie puede olvidar que el niño o el joven se acerca al deporte para disfrutar, hacer actividad física y con el deseo de adquirir una serie de valores que van intrínsecamente unidos a él. Nada se puede dejar al azar. Las estructuras y comportamientos internos permiten adecuar las enseñanzas a cada etapa de desarrollo y adecuarlas a las diferencias individuales de cada alumno, jugador o practicante.

    En este sentido, cabe destacar la importancia que tiene establecer competencias que incidan en el adecuado estimulo de acciones motrices generales y especificas del deporte del fútbol, adaptando su estructura formal y funcional a las características psicoevolutivas del niño. De esta forma, se propondrá un adecuado orden de progresividad, fomentando en el niño, una motivación constante en su práctica, motivado al incremento en el grado de participación en el juego a través de los espacios y arcos reducidos, presentado en modalidades de fútbol a 7 y 9 como preámbulo al fútbol 11, en niños con edades de formación entre 8 y 12 años respectivamente. Pues, educar, enseñar, entrenar, jugar y disfrutar ha de ser el camino ideal en el proceso de enseñanza-aprendizaje del joven jugador. Éste orden de modalidad señalado anteriormente, como progresión para la iniciación y desarrollo motriz futbolístico, plantea en dar una autonomía, sociabilización y una forma de actividad, donde el niño reconozca mejor sus posibilidades y sus limites, sintiendo mayor placer y disfrute por jugar, al tener mayor accesibilidad al juego como tal.

    Considerando estos planteamientos, surge una serie de interrogantes que formulan la siguiente problemática:

    ¿Cuál es la frencuencia de acciones motrices y técnicas por parte de los jugadores en las modalidades de fútbol 7, 9 y 11 en categorías de formación en niños con edades entre 8 y 12 años, en torneo de dichas modalidades de fútbol menor, del estado Mérida, Municipio Campo Elías?

    ¿La frecuencia de acciones técnicas estimulará la ampliación del bagaje motor del niño, en esta fase u etapa sensible de formación?

    ¿La situación espacial incide de manera importante en la consecución de acciones motrices y técnicas de forma individual?

    ¿Puede incidir la situación espacial en el incremento o disminución de participación de la pierna no dominante en acciones individuales defensivas y ofensivas del juego según el nivel de modalidad?

    ¿Influye el nivel de modalidad, al rol que se establece en el desarrollo del juego de fútbol y sus fases de forma individual de carácter ofensivo y defensivo?

Objetivos de la investigación

    General

    Determinar la frecuencia de acciones motrices y técnicas que se presentan en el desarrollo de juegos según la modalidad de fútbol 7, 9 y 11 en las categorías de formación de 8 y 12 años, en el Municipio Campo Elías del estado Mérida.

    Específicos

• Analizar la incidencia de acciones técnicas individuales ofensivas; (control, dribling, tiro y conducción) para el nivel de la modalidad en fútbol a 7, a 9 y a 11.

• Identificar la consecución de acciones técnicas defensivas; (despeje e interceptación) para el nivel de la modalidad en fútbol a 7, a 9 y a 11.

• Conocer el número total de acciones motrices y técnicas, en cada una de las modalidades objeto de la investigación.

• Determinar cual es la predominancia de las acciones motrices y técnicas en cada una de las modalidades objeto de estudio.

• Estimar el grado de participación de la pierna no dominante en acciones motrices y técnicas individuales defensivas y ofensivas según el nivel de modalidad objeto de estudio.

Marco metodológico

Diseño de la investigación

    Se trabajo con un diseño de campo, haciendo énfasis en describir las acciones motrices y técnicas individuales de carácter ofensivo y defensivo que se presentaban en juegos con modalidad de juego de fútbol a 7, a 9 y a 11. De esta manera se caracterizaron dichas acciones, obteniendo de este género información relevante que permite la descripción de los medios motrices y técnicos que más utilizaban los niños en etapas de formación dentro de estos juegos, es decir, con edades comprendidas entre 8 y 12 años. Este estudio se realizó a través de la observación, como técnica de recolección de datos y estableciendo de esta forma carácter descriptivo.

Población y muestra

    Como base de esta investigación, tuvo lugar el I torneo interparroquial de fútbol base en las modalidades de fútbol a 7, a 9 y a 11, realizado en el municipio Campo Elías del Estado Mérida Venezuela, específicamente en la parroquia La Vega sector La Vega de las González, el cual se efectuaron 12 juegos en cada una de dichas modalidades que constituye un total de 36 juegos, donde participaron 460 niños que representan la población. De esta forma, se observaron 5 encuentros de la modalidad de fútbol a 7 donde se observaron a 90 niños, 5 juegos de fútbol a 9 observándose a 115 niños y 5 juegos de fútbol a 11 siendo 128 niños los observados, para el total de la muestra estratificada de 333 niños. En este sentido, como parte de este proceso investigativo la escogencia de esos encuentros se hizo de manera aleatoria.

Técnica de recolección de datos

    Ante la naturaleza en la cual se enfoca este estudio, nos interesan, elementos de orden técnico-táctico: intervenciones bajo (roles) individuales de carácter ofensivo como; (subrol) control, dribling, tiro, conducción, así como de intervención (rol) individual defensiva: (subrol) despeje e interceptación, dadas las condiciones en que pueden recurrir dichos elementos según el nivel de modalidad del juego de fútbol, como objeto de estudio dentro de la competición.

Instrumento de recolección de datos

    Todos los deportes de equipo, y en concreto el fútbol, presenta una elevada complejidad que se hace claramente patente al elaborar un instrumento de observación, Anguera en Arda y Casal (2003), sobre este particular, Nava (2006) señala que es cada vez más influyente en la optimización del proceso de iniciación y formación del niño practicante de fútbol, el proceso recolectivo y tratamiento de los datos obtenidos a partir de la observación directa de la sesión o juego.

    Existe como instrumentos básicos, el sistema de categorías y el formato de campo. Para nuestra investigación nos hemos remitido al formato de campo, constituyéndose un instrumento flexible especialmente adecuado en situaciones empíricas de elevada complejidad, como ocurre en el juego de fútbol, Anguera en Arda y Casal (2003).

    Cabe destacar, que el formato de campo fue diseñado con adaptaciones de Martínez y Otros (2003) y, en la que fue validado por juicio de expertos que evaluaron los criterios estructurales y cualitativos, como: presentación del instrumento, pertenencia de las variables con los objetivos, la relevancia del contenido y la factibilidad en cuanto a su aplicación.

Presentación y análisis de los resultados

    Se presentan los distintos resultados que constituyen caracterizar la incidencia de acciones motrices y técnicas bajo roles individuales de carácter ofensivo y defensivo que se presentan en las modalidades de juego de fútbol a 7, a 9 y a 11.

    Dentro de este orden, se obtuvieron los datos de las filmaciones de los 15 juegos, 5 en cada nivel de modalidad de fútbol a 7, a 9 y a 11. Dichos datos fueron recopilados dentro del formato de campo que agrupa de forma distribuida las diferentes variables involucradas objeto de la investigación.

    Para el procesamiento de datos se utilizó el programa estadístico SSPS y el programa informático Excel. Dentro de la presentación de los resultados, se muestran los diferentes porcentajes de la incidencia de las acciones motrices y técnicas de carácter individual ofensivas y defensivas, así como las medias aritméticas y su desviación estándar, así como el grado de participación de la pierna no dominante en las acciones motrices y técnicas ya mencionadas.

    De esta manera, se presenta los diferentes resultados que arrojo el presente estudio, así como su análisis descriptivo, empezando por las acciones motrices y técnicas individuales ofensivas, así como las acciones defensivas y el grado de participación de la pierna no dominante con respecto a la pierna dominante dentro de la consecución de dichas acciones motrices y técnicas objeto de estudio.

Análisis descriptivo de las diferentes variables involucradas

Interpretación

    Se puede observar en el (gráfico 1) que en la modalidad de fútbol 7 hay mayor incidencia de acciones individuales ofensivas de control (37,20%) y de tiro (36,77%) que en las modalidades de fútbol 9 y 11. Mientras que en el fútbol 11 se incrementan las acciones de dribling (36,70%) y de conducción (36,77%). En cuanto a la modalidad de fútbol 9 observamos que en todas las acciones presenta un carácter intermedio entre las acciones de fútbol 7 y fútbol 11.

Interpretación

    Dentro de las acciones motrices y técnicas individuales ofensivas, claramente se observa una mayor incidencia de estas acciones de participación de la pierna no dominante en la modalidad de fútbol 11, donde de las 1314 acciones totales en esta categoría 190 se atribuyen a la pierna no dominante, representando un (14,46%) con respecto a la pierna dominante (85,54%). Mientras que en la modalidad de fútbol 9, la pierna dominante representa el (89,07%), siendo para la pierna no dominante un (10,93%). Para la modalidad de fútbol 7 la pierna no diestra o dominante presenta el registro más mínimo con respecto a las otras modalidades en un (8,66%), mientras que para la pierna dominante representa un (91,34%). De esta forma, el número total de acciones motrices y técnicas individuales ofensivas incluyendo las tres modalidades fueron 4113 acciones, mientras que para la pierna no dominante o diestra, se ejecutaron 464 acciones representando ser un (11,28%) de las acciones totales, siendo de esta forma para la pierna dominante un total de 3649 acciones constituyendo ser un (82,72%) del total de las acciones motrices y técnicas ofensivas de carácter individual.

Interpretación

    Se observa en cuanto a la pierna dominante (gráfico 2), que en la modalidad de fútbol 7 es donde se da con más frecuencia la técnica de control, mientras que en las modalidades de fútbol 9 y fútbol 11 esta frecuencia es menor (relativamente).

Interpretación

    Se puede observar en el (gráfico 3) con respecto a la pierna dominante que en la modalidad de fútbol 7 tiende a darse con menos frecuencia la técnica de dribling, y en la modalidad de fútbol 11 con mayor frecuencia. En la modalidad de fútbol 9 estas frecuencias son moderadas (medias).

Interpretación

    En cuanto a la acción motriz y técnica de tiro (gráfico 4), es la modalidad de fútbol 7 donde se da con más frecuencia dicha acción, en la modalidad de fútbol 11 esta frecuencia es menor y en fútbol 9 es media. Representando en la modalidad de fútbol 9 tener un carácter intermedio con respecto a las modalidades de fútbol 7 y fútbol 11.

Interpretación

    En el (gráfico 5), la acción motriz y técnica individual ofensiva de conducción, representa ser la de mayor frecuencia en la modalidad de fútbol 11, mientras que en la modalidad de fútbol 7 esta frecuencia es menor y en fútbol 9 es media.

Interpretación

    Observamos en el (Gráfico 6), que la media para las acciones técnicas individuales ofensivas se dividen de la siguiente manera para el control en la modalidad de fútbol 7 es de 98 mientras que para el fútbol 9 es de 96 y 70 para el fútbol 11. En la acción del dribling en fútbol 7 la media fue de 45, fútbol 9 fue 49 y en el fútbol 11 de 56. Siguiendo en este orden para la acción de tiro la media represento en fútbol 7 de 59, mientras que en el fútbol 9 la media se expreso en 50 y en fútbol 11 resultó ser de 52. Para la acción de conducción en la modalidad de fútbol 7 el control se manifestó en 77, para fútbol 9 de 81 y para la modalidad de fútbol 11 la media represento ser de 85. Esto representa que las acciones de control y tiro son más marcadas en la modalidad de fútbol 7, mientras que las de conducción y dribling en la de fútbol 11, esto dado que en dicha modalidad el jugador presenta mayor espacio para dichas acciones, con la desventaja que difícilmente promueve el juego colectivo y la participación de todos los jugadores como sucede en el fútbol 7 y 9.

Interpretación

    Observamos que las acciones defensivas (Gráfico 7) se van incrementando junto con el nivel de modalidad, siendo los valores mínimos para la modalidad de fútbol 7 en la acción de despeje (20,99%) e interceptación (32,17%), mientras que en la modalidad de fútbol 9 se presentan valores intermedios siendo la modalidad de fútbol 11, la que en mayor incidencia se presenta la acción de despeje con el (45,19%) e interceptación (34,87%).

Interpretación

    Dentro de las acciones motrices y técnicas defensivas, notoriamente se observa una mayor incidencia de estas acciones de participación de la pierna no dominante en la modalidad de fútbol 11, en el cual, de 810 acciones totales dentro de esta modalidad, 143 se atribuyen a la pierna no dominante, representando el (17,65%), siendo un (82,35%) para la pierna dominante o diestra. Seguidamente dentro de la modalidad de fútbol 9 se presentan 686 acciones defensivas totales, donde 119 acciones se ejecutan bajo la pierna no diestra expresado en un (17,35%), mientras el (82,65%) para la pierna dominante. Para la modalidad de fútbol 7, se efectuaron 560 acciones totales defensivas, donde 90 son atribuidas a la pierna no dominante, representando ser un (16,07%), mientras que dentro de este mismo parámetro para la pierna dominante se registro un (83,93%).

Interpretación

    Se puede observar en el (gráfico 8) un aumento progresivo de la frecuencia con que se da el despeje, es decir, en la modalidad de fútbol 7 se da con menos frecuencia, seguido de la modalidad de fútbol 9 hasta llegar a la modalidad de fútbol 11 representada por una mayor frecuencia.

Interpretación

    Se puede observar en el (gráfico 9) un aumento progresivo de la frecuencia con que se da la interceptación, siendo la modalidad de fútbol 7 donde se da con menos frecuencia, seguido de la modalidad de fútbol 9 hasta llegar a la modalidad de fútbol 11 con la mayor frecuencia, apreciándose cierta similitud de la acción motriz y técnica descrita anteriormente.

Interpretación

    Se puede observar en el siguiente (gráfico 10) que la media para las acciones técnicas defensivas se describe de la siguiente manera dentro de la modalidad de fútbol 7, la acción técnica defensiva de despeje esta reflejada por una media de 38, mientras que para el fútbol 9 la media fue de 61 y siendo para el fútbol 11 de 78. Ahora para la acción técnica de interceptación la media en la modalidad de fútbol 7 fue de 74, siendo para fútbol 9 de 76, mientras que para la modalidad de fútbol 11 la media fue de 80. Esto refleja la predominancia de las acciones motrices y técnicas de carácter defensivo en la modalidad de fútbol 11, existiendo una diferencia significativa con respecto a la modalidad de fútbol 7, lo que indica que en dicha modalidad prevalece el estimulo de corte ofensivo por encima del defensivo.

Conclusiones y recomendaciones

Conclusiones

• Ante los resultados de esta investigación, se considera que el formato actual de competencias en niños menores de 12 años, dentro del contexto futbolístico venezolano en torno al fútbol base, promueve en poca medida un estimulo amplio de intervenciones motrices y técnicas acorde con el nivel psicoevolutivo del niño.
  
  

• Del mismo modo, el niño esta expuesto a recorrer grandes recorridos en su mayoría sin intervención con el móvil en la modalidad de fútbol 11. Esto explica, el porque prevalecen dentro de las acciones individuales ofensivas el dribling con un marcado (36,70%) y conducción (35,04%) para esta modalidad con respecto a las otras acciones de control y tiro, reflejándose acciones muy marcadas individualmente y, con poco carácter participativo desde el punto de vista colectivo, pues el que más presenta habilidad dentro del juego, es capaz de tener mayor probabilidad de incidencia de acciones motrices y técnicas, con respecto a aquel niño que presenta esa desigualdad.
  
  

• Mientras, que dentro de la modalidad de fútbol 7 se presentan características que indican efectivamente, el mayor registro global de acciones motrices y técnicas individuales ofensivas con 1398 acciones (34,07%), sobre 1391 acciones (33,90%) de la modalidad de fútbol 9 y 1314 acciones que representan el (32,02%) en la modalidad de fútbol 11, registrándose de esta manera en las tres modalidades un total de 4103 acciones motrices y técnicas individuales ofensivas. De esta manera, la modalidad de fútbol 7 estimula en mayor medida las acciones ofensivas, la diferencia con la modalidad de fútbol 9 no es tan significativa, sin embargo representa la modalidad de fútbol 7 la que promueve mayoritariamente la participación motriz con respecto al fútbol 11, justificando plenamente el objetivo y nivel adaptativo de esta modalidad al niño de 8 a 9 años y garantizando un estado de mayor igualdad dentro del juego.
  
  

• Considerando lo anteriormente expuesto, las modalidades de fútbol 7 y 9 estimulan enormemente el juego ofensivo con respecto al fútbol 11, lo que podría responder; que efectivamente la situación espacial o la modificación de los elementos estructurales del juego, influye considerablemente, de forma individual y colectivamente de rol ofensivo en dichas modalidades, siendo una adaptación acorde con el nivel psicoevolutivo del niño dentro de las edades de 8 y 12 años respectivamente, aspectos esenciales que un entrenador debe considerar en esta etapa.
  
  

• Dentro de estos parámetros y, en casi todos los cálculos se determinó que la modalidad de fútbol 9 presenta registros que encajan perfectamente a esta modalidad como un carácter intermedio, representando de esta forma un adecuado margen de progresividad como preámbulo a la modalidad de fútbol 11 una vez pasada la etapa del fútbol 7.
  
  

• Se puede de esta manera comprobar y corroborar notablemente que las modalidades de fútbol 7 y 9 desarrolladas dentro del I campeonato interparroquial de dichas modalidades objeto de estudio, promueven la adquisición de acciones motrices y técnicas de rol individual y colectivo (ofensivo-defensivo) y además permiten un orden progresivo como preámbulo al fútbol 11. De esta manera y, bajo las consideraciones de edad ya establecidas también resalta el hecho de que en las modalidades de fútbol 7 y 9 existe un mayor grado de participación de los jugadores, en este caso los niños, como principales protagonistas al interactuar en mayor medida con el móvil, haciendo más grato y estimulante su participación, esto en gran disposición a la influencia y modificación de los elementos estructurales del juego de carácter formal y funcional para dichas modalidades. De esta forma, resalta el hecho donde efectivamente se incrementan las acciones motrices y técnicas individuales de carácter ofensivo de manera gradual en la modalidad de fútbol 7 y fútbol 9, mientras que aumentan con el nivel de modalidad la incidencia de acciones motrices y técnicas individuales defensivas, haciéndose de esta manera más marcado el juego defensivo en la modalidad de fútbol 11, pues de las 2055 acciones totales en el renglón defensivo, el (39,42%) representan este apartado, siendo en total para esta modalidad 810 acciones, mientras que en la modalidad de fútbol 9 fueron en total 685 acciones que refleja un (33,33%), y por último la modalidad de fútbol 7 con un total de 560 acciones, que representa el (27,25%). Considerando estos resultados, existe una marcada predominancia de las acciones motrices y técnicas individuales defensivas en la modalidad de fútbol 11.
  
  

• Es perentorio recalcar aunque no es objetivo principal de esta investigación se considera relevante el hecho de incluir datos para futuras investigaciones con respecto al grado de utilización de la pierna no dominante en las diversas acciones motrices y técnicas objeto de estudio, pues las diferentes manifestaciones de dichas acciones con respecto a la atribución de la pierna no dominante varían según el nivel de modalidad, es decir, que para la modalidad de fútbol 7 destaca en mayor medida la participación de la pierna no dominante en acciones individuales ofensivas, mientras que en la modalidad de fútbol 9, se promueve el grado de participación de la pierna no dominante en acciones colectivas ofensivas y en la modalidad de fútbol 11, la atribución de la pierna no dominante resalta en acciones netamente defensivas. Lo que determina también, un adecuado orden de progresividad para el estimulo de la pierna no dominante y que empieza a estimularse en mayor mesura sobre acciones individuales ofensivas, características esenciales que se estimulan con el inicio y práctica del fútbol 7, como se destaca en esta investigación.

Recomendaciones

    De acuerdo a las conclusiones manifestadas en el apartado anterior, complementando con en la experiencia en el área y los hechos que corroboran tales planteamientos, se recomienda lo siguiente en términos que pudiese contribuir al desarrollo armonioso del fútbol base en nuestro país:

• Implementar las modalidades de fútbol 7 y 9 como preámbulos a la modalidad de fútbol 11, en todo caso debe considerarse el nivel psicoevolutivo del niño.
  
  

• Aunque este estudio considero la edad a partir de los 8 años, se puede establecer desde los 6 años hasta los 9 años respectivamente, para la modalidad de fútbol 7 como una de las modalidades de iniciación competitiva de carácter de formación, siempre bajo un poderoso contexto potencial de aprendizaje del repertorio motriz, ante la continuidad de situaciones y estímulos motrices, que se dan en dicha modalidad y que destacan en mayor medida, el estimulo de acciones individuales de carácter ofensivo, incluyendo el grado de participación de la pierna no dominante para dichas acciones ofensivas de carácter individual.
  
  

• Considerar la modalidad de fútbol 9 como elemento invariable y de alternativa fundamental como preámbulo al fútbol 11 con edades comprendidas entre los 9 y 11 años respectivamente, manteniendo de carácter intermedio un orden de progresividad respecto a la edad con la modalidad de fútbol 7, destacando que a través de esta modalidad se estimula en mayor mesura las acciones colectivas ofensivas, incluyendo el grado de participación de la pierna no dominante para dichas acciones ofensivas de carácter colectivo.
  
  

• Implementar sesiones de enseñanza bajo tareas globales que permitan adecuar y estimular notablemente los aspectos reales de juego que más se ajusten al niño atendiendo obviamente la modalidad de desempeño, tomando en consideración el estimulo mayor y progresivo de bagaje motor al modificar los elementos estructurales formales y funcionales propios del juego de fútbol.
  
  

• Adecuar las sesiones de formación a un proceso de enseñanza-aprendizaje donde el niño sea el principal protagonista de su propio aprendizaje dándole roles específicos a través de tareas técnicas especificas acordes a la edad y nivel morfológico del niño, es decir, donde se promueva el grado de participación de la pierna no dominante u acciones que presenten el estimulo de múltiples acciones donde el niño tenga el papel de solucionar motriz, afectiva y cognitivamente.
  
  

• De esta forma, al ajustar los elementos estructurales y formales del juego a la edad más conveniente según el nivel de modalidad, dichas modalidades de fútbol 7 y 9 deben considerarse como etapas de estimulación motriz futbolística importantes por su carácter de progresividad y a su vez por promover acciones individuales y colectivas ofensivas en mayor incidencia que la modalidad de fútbol 11.
  
  

• Al haber un incremento notable de las acciones individuales ofensivas y colectivas, reflejadas en las modalidades de fútbol 7 y 9, promueven en el niño futbolista, la resolución de situaciones problema al enfrentarse dentro del contexto propio del juego, acciones llenas de incertidumbre tanto de orden motriz, cognitivo y afectivo, igualmente en mayor medida que la modalidad de fútbol 11, estimulando además, intrínsecamente la creatividad y el bagaje motor, al haber mayores situaciones de prestaciones motrices y de variabilidad con el balón, los compañeros y adversarios, aspectos que debe conocer el entrenador, para promover estímulos óptimos en esta etapa de formación integral.
  
  

• Incluir el desarrollo de tareas técnicas en el proceso de las diversas modalidades de fútbol 7, 9 y 11, que permitan aún más ampliar el compás mucho más variado de situaciones motrices en las que el niño pueda fundamentarse táctica y técnicamente bajo un perfil idóneo acorde a su edad y desarrollo morfológico.
  
  

• Las modalidades de fútbol 7 y 9, fomentan en esta edad de formación la adquisición de acciones motrices y técnicas de variada índole en mayor mesura, pues es perentorio en este período fomentar el desarrollo motriz y técnico, y dichas modalidades ofrecen estimular ampliamente este aspecto, como elemento puntual dentro de las fases sensibles y del cual, el entrenador no debe obviar, para fomentar un desarrollo armónico, afectivo, motriz y cognitivo, es decir, integralmente.

Referencias

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revista digital · Año 12 · N° 112 | Buenos Aires, Septiembre 2007   © 1997-2007 Derechos reservados