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Beneficios de los ejercicios con pesos en pacientes
con cardiopatía isquémica mayores de 60 años

   
*Doctor en Ciencia de la Actividad Física. Instituto
Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo".
**Doctora en Medicina y Máster en Ciencia en
Rehabilitación Física. Instituto de Medicina Deportiva.
***Doctor en Medicina y Máster en Ciencia en
Atención al Adulto Mayor. Hospital "Joaquín Albarran".
****Máster en Ciencia en Rehabilitación Física.
Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo".
 
 
Reinol Hernández González*  
Eneida Ríos Rodríguez**  
Raúl Chávez Vega***  
Ernesto Ponce Puig****  
Octavio Casanova Torres****
reyhg@inder.co.cu
(Cuba)
 

 

 

 

 
Resumen
     Los beneficios de la rehabilitación cardiaca en ancianos son múltiples la edad no es un factor limitante, los beneficios son similares a los de otros grupos de menor edad, ya sea desde punto de vista físico, psicológico y social, lo que nos obliga a mejorar cada día más estos programas y hacerlos más integrales.
     Se realizó un estudio a 32 pacientes de ambos sexos, con un promedio de edad de 64 años, con el diagnóstico de una cardiopatía isquémica y que tuviese 60 años o más, los cuales ingresaron en el Centro de Actividad Física y Salud del Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo". El objetivo fundamental fue determinar la influencia que ejercen los ejercicios fortalecedores con pesos en lo pacientes con cardiopatía isquémica mayores de 60 años.
     Durante los cuatro meses de la investigación se realizaron mediciones evolutivas que controlaban el índice de masa corporal, la fuerza de las manos y espalda, a través de los dinamómetros y la fuerza máxima de los diferentes planos musculares estudiados, así como la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
     Algunos de los resultados que más sobresalieron fueron los de la dinamometría de espalda que aumentaron la fuerza de 71 a 88.5 Kg. de forma significativa, así también, los ejercicios de fuerza máxima entre los que se destacó el pectoral que incremento de 15.7 a 20 Kg. y la presión arterial sistólica que disminuyo significativamente (P=0.01) en la segunda medición de las pruebas de fuerza máxima.
     Así se evidencio como los pacientes con cardiopatía isquémica con 60 años o más Determinar la influencia que ejercen los ejercicios fortalecedores con pesas en pacientes con cardiopatía isquémica mayores de 60 años, que asisten sistemáticamente al Centro de Actividad Física y Salud del Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo" mejoraron la fuerza muscular, sin presentar complicaciones.
    Palabras clave: Cardiopatía isquémica. Adulto mayor. Ejercicios con pesos.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 111 - Agosto de 2007

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Introducción

    En los países económicamente avanzados, la edad media de supervivencia supera actualmente la séptima década de la vida, esto, junto con el descenso de la natalidad, nos conduce a un progresivo aumento en el porcentaje de personas ancianas.

    La cardiopatía isquémica es la principal causa de muerte en el anciano, realizándose cada vez mayor número de procedimientos de revascularización, y aunque se describen tasas de mortalidad más altas (5 % frente a 1.9 % en pacientes más jóvenes), los datos muestran un efecto favorable de la cirugía frente al tratamiento médico en los pacientes de alto riesgo mayores de 65 años8.

    Según estudios realizados, la inclusión de los ancianos con enfermedades cardiovasculares, en los programas de rehabilitación física, ha sido de los nuevos aportes en la última década, lo que ha obligado a los rehabilitadores a diseñar programas de ejercicios físicos con características especiales para este tipo de pacientes (Rivas Estany y col. 1996)17.

    El American Collage of Sports of Medicine definió unos niveles de entrenamiento para mejorar la capacidad física en adultos sanos2. Estos niveles consistían en la realización de ejercicio fundamentalmente aeróbico, durante 20 - 60 min, entre 3 - 5 días a la semana. Como entrenamiento de fuerza muscular se podrían incluir grupos de 8 - 10 ejercicios, que coinciden los grupos musculares mayores, repetidos de 8 a 12 veces, al menos 2 días a la semana. Se realizaría al 60 - 90 % de la FC max o entre el 50 - 85 % del consumo máximo de oxígeno2. La American Herat Association estableció también unos niveles mínimos de ejercicio para desarrollar la salud y una buena forma física: sesiones de 20 - 30 min, 3 días por semana, a una intensidad de entre el 50 -60 % del consumo máximo de oxígeno, en personas mayores será necesario realizar ciertas adaptaciones según su situación física inicial, pero en términos generales los niveles mínimos de ambos protocolos podrían ser aplicables al inicio de la prescripción4,5.

    En los ancianos se recomienda fundamentalmente el ejercicio físico de tipo aeróbico, movilizando grandes grupos musculares. Sin embargo, el añadir un pequeño componente de entrenamiento de fuerza muscular con pesos, puede ser muy interesante para potenciar grupos musculares específicos

    El entrenamiento de fuerza en el anciano tratará de acondicionar grupos musculares concretos, bien por desadaptación previa importante, o con la finalidad de mejorar la fuerza muscular, necesaria para facilitar la ejecución de las actividades diarias. Las sesiones de entrenamiento serán así más completas. Los ejercicios con pesas trabajando a un 30 - 50 % de 1 RM o incluso con aparatos de entrenamiento de resistencia estarían indicados durante 8 - 10 min. al inicio y podrían irse incrementando en la medida en que mejore el paciente7.

    De acuerdo a la revisión expresada anteriormente, y la necesidad de conocer los beneficios de los ejercicios con pesos en este grupo poblacional, es que se decide realizar esta investigación, que tiene como objetivo, Determinar la influencia que ejercen los ejercicios fortalecedores con pesas en pacientes con cardiopatía isquémica mayores de 60 años, que asisten al Centro de Actividad Física y Salud (CAFS) del Instituto Superior de Cultura Física ISCF "Manuel Fajardo".


Métodos

    El universo de nuestro trabajo estuvo constituido por 32 pacientes de ambos sexos, de los cuales 14 eran mujeres para un 43.8 % y 18 eran hombres para un 56.2 %, con un rango de edad de 60 a 74 años, que tenían un promedio de 64 años, con el diagnóstico de una cardiopatía isquémica y que tuviesen más de 60 años, que asistieron sistemáticamente al Centro de Actividad Física y Salud del Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo.

    Según el diagnóstico la muestra estuvo distribuida en cardiopatía isquémica (CI) sin infarto 16 pacientes para un 50 % y en infarto agudo del miocardio (IMA) 16 pacientes para un 50 % (Grafico # 1), de la cantidad de IMA 7 pacientes eran de cara inferior para un 21.9 % y 10 eran de cara anterior para un 78.1 % (Grafico # 2), como es sabido el IMA de mayor complicación y riesgo son los de cara anterior3.

    Para llevar a cabo la investigación, a los pacientes se le midieron los siguientes indicadores: Presión Arterial (PA), Frecuencia Cardiaca (FC), Dinamometría, Fuerza máxima por pesos no extremos, prueba esta que fue diseñada por el equipo de investigación. A los pacientes se les realizó una medición inicial de las variables descritas anteriormente, y a continuación fueron incluidos en el programa de rehabilitación física del CAFS, que contó con ejercicios de calentamiento, aeróbicos, fortalecedores, de recuperación y respiratorios (ver tabla II), repitiéndose a los cuatro meses de evolución las mediciones.

    El programa de ejercicio físico a que fueron sometidos los pacientes se realizo con una intensidad del 60 % de la frecuencia cardiaca máxima limitada por síntomas determinada en una prueba ergométrica, la duración de los ejercicios por sesiones fue de 60 - 70 minutos, aunque se comenzó con tiempos inferiores y se fue incrementando progresivamente hasta llegar al tiempo planificado, la frecuencia de las sesiones de ejercicios se realizó 5 veces por semanas y aquellos pacientes que solo podían asistir 3 veces se le planificaban programas de marcha para el hogar


Características de los ejercicios fortalecedores con pesas

    Las características que tendrá los ejercicios con pesa, se realizaran de 2 - 3 veces a la semana, con una intensidad de 30- 40 % de la fuerza máxima, el tiempo de trabajo de la sesión es corto de 10 - 15 minuto, el procedimiento organizativo que se utilizará es el circuito, ya que influye en el organismo de los pacientes, no solo mejorando la fuerza muscular, sino que aumenta la capacidad funcional. Las rotaciones serán de 4 estaciones o ejercicios que aparecen descritos anteriormente en la metodología para determinar la fuerza máxima, se realizarán entre 2 y 4 series o tandas de 10 a 20 repeticiones cada una, los tiempos de recuperación entre estaciones 30 - 45 segundo y entre series de 60 - 90 segundos y el aumento de las carga debe ser de acuerdo a la evolución individual de cada paciente.


Resultados

    Al analizar la tabla III se observa los valores promedio y desviación estándar de las pruebas de dinamometría. Se aprecia un aumento significativo (P=0.0001) de la fuerza de espalda y de ambas manos de una medición a la otra.

    Los resultados que se muestran en la tabla anterior, coincide con dos trabajos de diplomas realizados en el Centro de Actividad Física y salud del ISCF, en pacientes con enfermedades cardiovascular pero con edad promedio menor y con un seguimiento de tres meses7,16, además resultados similares alcanza la Dra. Norka Antepara y col, en un trabajo presentado en 1er. Congreso Iberoamericano de Rehabilitación Cardiaca y Prevención Secundaria, en el que expone un aumento de la fuerza en un grupo planos musculares que se entrenan durante tres meses4.

    Antes de continuar con el análisis de los resultados, es importante resaltar que el aumento de la masa y fuerza muscular es uno de los indicadores de buen estado de salud, en el anciano ya que los protege de la osteoporosis y contribuye gradualmente a desarrollar la confianza de sus propias posibilidades14.

    El Grafico # 3 muestra los valores promedios y significación de los ejercicios de fuerza en la primera y segunda medición. Se puede observar que el Tríceps aumentó de 9.2 a 12.6 kg., el Bíceps de 10.1 a 12.9 kg., el Hombro 10.7 a 13.7 kg. y el Pectoral 15.3 a 20 kg. Todos mejoran significativamente (P=0.0001), de forma evolutiva.

    Estos resultados que aparecen en el gráfico anterior coinciden con los obtenidos por Reinol y col. en el 200310, en un estudio realizado a pacientes con infarto del miocardio, durante 6 meses de evolución, donde se le midió la fuerza a diferentes planos musculares del tren superior en dos momentos, encontrando aumento de la misma de forma significativa en todos los planos evaluados. Igualmente coincide con los resultados obtenidos por Barretos15, en un estudio realizados a pacientes Hipertensos, durante 6 meses de evolución, donde se le midieron la fuerza a diferentes planos musculares del tren superior en tres momentos, encontrando aumento de la misma de forma significativa en todos los planos evaluado.

    Keleman y col.12, señalan en un estudio realizados a pacientes cardíaco después de un entrenamiento con pesas en circuitos, que la fuerza muscular aumento en un 24 %, igualmente Ghilarducci9 en un artículo publicado en la revista Americana de Cardiología en pacientes con las mismas características, expone un aumento de la fuerza muscular de un 29 %, con un seguimiento de 10 semanas de aplicación de un programa con ejercicios fortalecedores, ambos estudios coinciden con los resultados de está investigación.

    El grafico # 4 muestra el comportamiento de la FC durante las pruebas de fuerza máxima, donde encontramos que los valores promedios de la FC en la prueba de Tríceps disminuye significativamente (P=0.04) de 94.7 a 91.6 L/min., mientras que los restante ejercicios aunque ocurre, no es significativo. El hecho de que todos no hayan sido significativos puede estar dado por que incrementaron significativamente, como se menciono anteriormente la fuerza máxima y esto implico un aumento en el esfuerzo y como se conoce a mayor esfuerzo mayor FC. Lo cual muestra que estos pacientes adquirieron una capacidad funcional y una adaptabilidad a las cargas de ejercicio adecuada. Resultado similar encontró Edghill7 en un estudio con pacientes con enfermedades cardiovasculares con una edad inferior.

    Los gráficos # 5, 6, 7 y 8 muestran el comportamiento de la Presión Arterial (PA) en las pruebas de fuerza. Se observa una disminución significativa (P=0.01) de la PA Sistólica en todos los ejercicios, de una medición a la otra. Mientras que en la PA diastólica solamente revelo cambios significativos en el ejercicio del Tríceps con una P=0.01, los demás ejercicios aunque disminuyeron no fue de forma significativos. Otro elemento importa que se analizo fue el comportamiento de la PA individual en cada pacientes y se encontró que la PA sistólica y diastólica más elevadas fueron de 180 mmHg y 90 mmHg respectivamente. Como es conocido para considerar una respuesta hipertensiva al esfuerzo las cifras de presión deben estar mayores o iguales a 190 mmHg de sistólica y mayor o igual de 110 mmHg para la diastólica11. Por lo que se deduce que las pruebas aplicadas no indujeron a los pacientes a complicaciones por presión arterial elevada.

    Resultados similares encontró el trabajo realizado por Edghill7, donde a los tres meses de seguimiento en un grupo de pacientes con características similares los valores de PA disminuyeron de forma significativa en la PA Sistólica. Diferentes son los estudios que refieren que la PA no aumenta hasta alcanzar cifras hipertensivas, durante la realización de ejercicios y pruebas de fuerza en pacientes con enfermedades cardiovasculares, siempre que se realice en condiciones aeróbicas1,5,7,11.


Conclusiones

  1. Los ejercicios fortalecedores con pesos mejoraron significativamente la fuerza muscular en los pacientes con cardiopatía isquémica mayores de 60 años que asisten al Centro de Actividad Física y Salud del Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo", sin presentar complicaciones par su salud.

  2. La Frecuencia Cardiaca y la Presión Arterial Sistólica disminuyeron significativamente de forma evolutiva, durante la realización de las pruebas de fuerza máxima por pesos no extremos, mientras que en la presión arterial diastólica no se encontraron cambios significativos.


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revista digital · Año 12 · N° 111 | Buenos Aires, Agosto 2007  
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