'Política' o 'Ética': deporte, globalización, migración y políticas nacionales |
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Ex-Presidente de la Asociación Internacional de Sociología del Deporte (ISSA; RC27/ISA). Miembro de la Junta Directiva del Consejo Internacional de Ciencia del Deporte y Educación Física. (ICSSPE). Traducción: Lic. Rafael Bordabehere (Uruguay) |
Joseph Maguire j.a.maguire@lboro.ac.uk (Gran Bretaña) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 111 - Agosto de 2007 |
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Introducción
Globalización y la realineación del deporte y la nación
La globalización ha cambiado, sin dudas, la relación entre tiempo y espacio; el mundo es cada vez más un ámbito comprimido. Al vivir en "sociedades conectadas" y en la "aldea global", el ciudadano asiste a una realineación de sus nacionalidades (y mercados laborales) y, con ello, de las políticas internacionales promovidas por sus representantes. Adicionalmente, términos tales como independencia, interconexión, multicausalidad, multidireccionalidad y globalocalidad promueven la habilidad de los investigadores para entender mejor la dinámica de la globalización. De hecho, Held y otros van tan lejos como para concluir que "la globalización contemporánea no puede ser reducida a un simple proceso causal sino que involucra una configuración causal de una lógica compleja" 1. Dicha perspectiva encuentra fundamentación en la investigación sobre deporte2.
En relación a las consecuencias y proyecciones del proceso global del deporte, existe menos acuerdo aún. La opinión está tan dividida aquí al igual que se aprecia al considerar la globalización cultural en sentido amplio. Por un lado y en refuerzo de quienes proponen un sistema industrial-deportivo complejo3, el proceso del deporte global es interpretado como un fenómeno progresivo y liberador, que abre las oportunidades para un contacto humano más completo, mejor diálogo y más amistad. Los eventos deportivos globales, como los planificados para las Olimpíadas de Pekín 2008, pueden promover el desenvolvimiento más amplio de los derechos humanos y la democracia, mejorar el entendimiento intercultural y "celebrar la humanidad" tal como propone el Comité Olímpico Internacional (COI).
Contrariamente a ello, la estructura actual del deporte global puede ser entendida como un síntoma de una nueva etapa del capitalismo occidental, orientada y dominada por el consumo. Como tal, el deporte global orientado al consumo impone sus productos culturales nuevos sobre las comunidades vulnerables del planeta. Una de las consecuencias de tal imposición es la erradicación de las diferencias culturales (no es de relevancia fundamental saber en este punto si ello es fruto de una "norteamericanización" o de un proceso global más amplio). Occidente controla la economía, la tecnología, la política, el conocimiento y las palancas del poder del deporte global. Ese deporte global está ligado a la emergencia de nuevos mercados, incluido el laboral, y de la mercantilización cultural (su implementación es la marca registrada del capitalismo tardío de los comienzos del siglo XXI).
Estas interpretaciones contrapuestas sobre el deporte global despiertan algunas preguntas sobre los orígenes, dinámica y características de la globalización. La globalización cultural, de la cual la deportiva es tan solo una parte, puede interpretarse ya como unificadora, universalizadora, progresiva y liberadora o como divisiva, fragmentadora, constrictiva y destructiva de culturas locales. Sentimientos de esta naturaleza encuentran su expresión en organizaciones no gubernamentales tales como "Derecho al Juego" y "Juega el Juego". Parece haber evidencia de ambos extremos pero ninguna que represente un término medio. Por un lado, un mercado mundial de capital, mercancías, trabajo y comunicaciones se ha desarrollado y favorece diferencialmente a los países desarrollados en general y a la civilización occidental en particular. Materialmente, gentes de todas los niveles y naciones, a un nivel geopolítico, están atrapados en la matriz de transacciones financieras globales (los próximos Juegos Olímpicos de Pekín son un ejemplo de ello). Culturalmente, las marcas globales definen la disponibilidad y el sentido asociado a los productos consumidos localmente (la campaña "Celebra la humanidad" impulsada por el COI y sus auspiciantes más importantes son un indicador de ello). A nivel personal, los medios de comunicación nos proporcionan las imágenes de lugares distantes y súper estrellas que ofician de íconos culturales, sensibilizándonos en la necesidad de pensar globalmente (los Juegos Olímpicos de Pekín están pensados para significar una nueva instancia en la amistad global y el sentimiento global; los medallistas de oro olímpicos se convertirán instantáneamente, sin lugar a dudas, en celebridades que disfrutarán de su minuto de fama).
En oposición a ello, las gentes, las naciones y las civilizaciones parecen reaccionar diferente ante similares situaciones dadas por lo global y por el deporte global. La globalización ha encendido movimiento antiglobalizadores cuyos miembros no solo se resisten al proceso descrito sino que buscan promover, revitalizar y establecer organizaciones locales con raíces en la comunidad, basadas en nociones de autonomía y democracia. La carrera hacia los próximos Juegos de Pekín será la ocasión para los grupos de Derechos Humanos para llamar la atención sobre un amplio espectro de temas relacionados con lo deportivo y lo no-deportivo, que relacionen políticas internacionales más ampliamente.
Asimismo, esos movimientos y otros relacionados al ambientalismo, están compuestos por gente que comparte lo que Robertson, entre otros, han descrito como "la perspectiva orientada a lo global" 4. Dicha perspectiva reconoce lo que los humanos tenemos en común y, al mismo tiempo, respeta las diferencias. Además, mientras que la globalización puede integrar el desarrollo de los grupos trasnacionales, tales como la Comunidad Europea, esas fuerzas centrípetas han sido acompañadas por una aceleración de las fuerzas centrífugas, según lo que se aprecia del surgimiento de demandas por autogobierno y autonomía de regiones y naciones. La campaña por un Tibet Libre puede ser uno de los síntomas a emerger en el contexto de Pekín. La posición de la Comunidad Europea y del Reino Unido y las demandas de la faja Celta nos proporciona un ejemplo más general de esos procesos en marcha y dicha tensión también aflora en un contexto deportivo. Finalmente, mientras que es altamente asimétrica, la etapa actual de la globalización es menos dominada por Europa (el cambio en el balance del poder es evidente en este nuevo orden mundial). Los próximos Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 y el torneo de FIFA de Sudáfrica 2010 pueden ser considerados como señales tempranas de procesos de largo aliento.
En ese contexto, la nación-estado se ha reconfigurado; ha habido una institucionalización significativa de la red intergubernamental y transnacional5. En términos territoriales, los límites se vuelven difusos. Pero mientras ellos permanecen importantes, el poder político y los límites espaciales de su accionar se superponen en lo local y en lo global. El poder y la autoridad soberanos de los gobiernos nacionales también han sido redefinidos. En el complejo sistema multicapa de lo "globalocal", los gobiernos utilizan esa soberanía como una herramienta de negociación. Las decisiones sobre migración (incluyendo la deportiva) son canjeadas y, en algunas situaciones, la soberanía es cogobernada. Aunque ello no significa el final del estado de autonomía, los estados-naciones son forzados a una colaboración extensiva multinacional; ese es el resultado entre gobierno efectivo y autogobierno.
Lo que ha sucedido en el contexto social amplio también ha aflorado en el deporte mundial. Ya no existen clubes deportivos o asociaciones autónomas en lo local, lo nacional o, inclusive, lo regional. El desarrollo de acciones de organizaciones tales como WADA y el Consejo Internacional Para el Arbitrio del Deporte desnudan ese proceso en su real dimensión. Las decisiones tomadas por cuerpos transnacionales tales como La Comisión de la Comunidad Europea o su Corte afectan la habilidad del deporte de regular y controlar las políticas en general y, en un contexto más relevante, en el área de las migraciones. Estas tendencias se han combinado con cambios en la economía global y en los mercados laborales. Antes de considerar la forma en que esos procesos se interconectan, permítaseme abordar el tema de las migraciones laborales en término más generales.
Migración laboral: reflexionando sobre migración y tráfico humanoLa migración laboral es una característica establecida de la "aldea global deportiva" 6. Esta migración involucra no solamente a atletas sino también a técnicos, oficiales, administrativos y científicos del deporte. Este movimiento de "trabajadores" ocurre tanto entre naciones como entre continentes del mundo. Este fenómeno ha sido estudiado con mucha atención por científicos sociales, sobre diversos deportes que incluyen hockey sobre hielo, cricket, básquetbol, béisbol y más notoriamente sobre fútbol7. Especial consideración ha tenido la búsqueda de patrones específicos de la migración deportiva tales como, por ejemplo, cómo y porqué ellos ocurren o cuál es el sentido y significación que tiene para aquellos involucrados, ya sean huéspedes o migrantes. Aún cuando este proceso de migración laboral ha sido una característica común desde algún tiempo, también es correcto observar que tanto su frecuencia como su extensión han crecido en complejidad e intensidad durante las décadas recientes. También es posible interpretarla como una forma de tráfico humano, tanto de adultos como de niños.
Al investigar sobre la migración laboral deportiva, varios puntos pueden ser usados como "preguntas sensibilizadoras". Esto incluye: primero: ¿qué deportes están más involucrados, porqué han sido tan afectados y qué cambios estructurales y culturales han experimentado? Segundo: ¿cuáles son los patrones del movimiento global y cómo y porqué se han desarrollado de esa manera? Tercero: ¿cuál es el impacto tanto en países "receptores" como "donadores"? Cuarto: ¿por qué los atletas profesionales se vuelven migrantes laborales y qué experimentan a lo largo de sus carreras? Quinto: ¿en qué maneras esa migración refleja el movimiento de trabajadores altamente calificados en términos más generales? Sexto: ¿cuáles son las implicaciones, tanto para el deporte como para las políticas internacionales y nacionales, de los estados-nación?
De la evidencia disponible se desprende que la migración de atletas involucrados en la "industria deportiva" ocurre a tres niveles diferentes: dentro de las naciones, entre naciones del mismo continente y entre naciones de continentes y hemisferios diferentes. Al centrarnos en los atletas, reconocemos formas establecidas para reclutar y retener subsecuentemente deportistas en deportes tales como fútbol americano, básquetbol, cricket, hockey sobre hielo, atletismo y fútbol8. Ejemplos de movimientos intra-continente incluye a los atletas de la República Dominicana de los equipos de béisbol americano9. El movimiento dentro de Europa del Oeste y entre la Comunidad Europea y Europa del Este en deportes tales como fútbol, hockey sobre hielo, básquetbol y atletismo se ha incrementado significativamente en las pasadas dos décadas. Seguidamente a la "revolución del pueblo" de 1989 y la subsecuente apertura de Europa del Este, húngaros, checos, eslovenos y rumanos se han volcado a Occidente. El movimiento hacia el oeste de bosnios y croatas durante la guerra civil de la antigua Yugoslavia es también parte de ese panorama amplio. El avance de la Comunidad Europea hacia el Este aceleró ese proceso aún más.
La migración en el trabajo deportivo también ocurre en deportes tales como fútbol americano, béisbol, básquetbol y fútbol entre Norteamérica, Europa, América del Sur y Asia. Por mitad de la década de 1990, por ejemplo, casi unos 400 norteamericanos estaban jugando en las ligas profesionales de Europa, con el mayor índice de jugadores "residiendo" en Italia y España. Un jugador que reclamó lazos ancestrales con un determinado país y la imposición de cuotas para jugadores "extranjeros" por parte de organizaciones deportivas en particular, complicaron aún más el tema de la migración. Anglo-canadienses y franco-canadienses utilizan sus habilidades en Gran Bretaña, Alemania, Francia y Suiza. También existe una corriente de migración de trabajo deportivo en sentido contrario: los clubes de hockey sobre hielo de Norteamérica reclutan jugadores escandinavos10.
Las universidades norteamericanas han reclutado activamente hombres y mujeres de Europa para deportes tales como atletismo, fútbol, rugby, básquetbol o natación11. El talento africano para el atletismo también está presente en los programas de becas de las universidades norteamericanas. Los australianos, afrocaribeños, sudasiáticos y sudafricanos también participan ampliamente en el cricket inglés y lo han hecho durante varias décadas; de ahí la necesidad de una planificación de desarrollo de largo término.
En algunos deportes, tales como el cricket o el rugby, la migración tiene patrones definidos: tanto el hemisferio norte como el sur ofrecen dos temporadas de juego. De ello deviene que el ritmo "natural" del calendario deportivo tradicional ha disminuido en importancia. Estrellas de otros deportes experimentan una forma aún más transitoria de migración con su "trabajo" constantemente cambiante. Tómese por ejemplo la experiencia de europeos, norteamericanos y atletas africanos del circuito atlético europeo o del Gran Prix. O, inclusive, los esquiadores europeos o norteamericanos del circuito mundial alpino. Otros ejemplos involucran al ciclismo y las carreras de autos, desde fórmula uno al circuito de motos. En los deportes de equipo el trabajo deportivo tiende a ser "rentado" por un club u organización en particular y los atletas residen en el país huésped por un tiempo limitado. Sin embargo, algunos de ellos se quedan y convierten al país anfitrión en su "hogar". Ello ocurre por una de dos razones: o contraen matrimonio con una residente local o se mantienen lo suficiente en ese lugar para obtener la ciudadanía. Algunas veces, tal como ocurre en el básquetbol europeo, los atletas comienzan jugando por el país en el cual se han convertido en residentes y, subsecuentemente, solicitan la ciudadanía. En este sentido y con la próxima organización de los Juegos Olímpicos 2012, la Asociación Olímpica Británica y el gobierno británico han estado trabajando en la identificación y reclutamiento de "migrantes calificados" para el equipo olímpico de básquetbol de Gran Bretaña. Ellos han adoptado la "visión política realista" que la disponibilidad de talentos nativos simplemente no es suficiente.
Pero también existen otras dimensiones que necesitan ser consideradas. A veces, las migraciones transitorias y estacionales se interconectan, tal como sucede con el golf y el tenis. Las estrellas del tenis recorren el mundo en búsqueda de puntos de ranking y títulos de torneos. Estas incursiones migratorias suelen durar no más de ocho días dentro de la jurisdicción del torneo. En este sentido, tanto los tenistas como los golfistas pueden ser considerados "nómadas" del proceso de migración deportiva al cambiar continuamente de residencia y de lugar de trabajo. Es importante destacar que tanto hombres como mujeres tienen su propio circuito global en esos deportes y otros tales como el esquí. No solamente las mujeres ganan menos que sus contrapartes hombres sino que las características de sus experiencias pueden marcar diferencias entre ellos. Los migrantes, en general, tienen que realizar su trabajo deportivo en varios lugares y, como grupo, experimentan diferentes grados de explotación, disgregación y ajustes culturales. Aún cuando las mujeres viajan más a menudo y en mayor cantidad, la tendencia de los hombres a moverse cada vez más libremente y en mayores cantidades a través del tiempo y el espacio se mantiene. Esa tendencia se basa en la estructura social tradicional que asegura que usualmente la mujer realiza las tareas doméstica y el trabajo reproductivo, ya sea durante la compañía que le brinda al deportista al viajar con él o permaneciendo en casa. Las relaciones de género constituyen una dimensión que juega un papel importante en la definición del modo de vida de los migrantes. También sucede lo mismo con la identidad nacional y la afiliación étnica. La vida del migrante está marcada por las mismas "líneas" que caracterizan otros movimientos migratorios globales, deportes y prácticas culturales amplias.
¿Cómo podemos entender ese proceso migratorio? Tal como sucede con procesos globales más amplios, parecería que un análisis económico es necesario pero no suficiente. En su lugar, un complejo y cambiante conjunto de interdependencias delinean los carriles de los migrantes en el mundo deportivo. Esas interdependencias son multi-capas e incorporan no solo lo económico sino también lo político, geográfico, histórico, social y cultural. Así, al intentar explicar la migración laboral global, debe asumirse un acercamiento amplio que involucre los procesos sociales amplios y no solamente en los aspectos económicos de la industria del deporte. Temas concernientes a las relaciones entre población establecida y extranjera, los canales de búsqueda del talento, los estereotipos y las características adscritas a cada atleta por su país de origen y grupo étnico son consideraciones a tener en cuenta dentro del proceso de decisión12.
Zafras de dinero y fábricas: delineando el proceso de reclutamiento y el deseo o necesidad de migrarPodemos realizar aquí algunas observaciones concernientes a los patrones, dimensiones y temas de lo dicho hasta ahora. La migración deportiva está atada a una economía política compleja, que está ella misma inserta en una serie de luchas de poder que caracterizan al sistema global del deporte. La Migración está marcada por una serie de presiones y aspectos políticos, culturales, económicos y geográficos dentro de los cuales los dueños, administradores, agentes, oficiales y personal de los grupos de comunicaciones juegan un papel prominente a la hora de estructurar la vida de los migrantes. Tales aspectos y presiones varían entre deportes de diferentes continentes, interconectándose de tal manera que no domina un solo "factor". Lo que resulta claro es que han habido cambios significativos en el mercado laboral transnacional y que hay varios paralelos que pueden ser seguidos entre, por un lado, los "altamente calificados" de la publicidad, la economía, la banca, el derecho y la tecnología de la información y, por el otro, la élite de deportistas migrantes. Este concepto requiere alguna elaboración.
Con la intensificación de los procesos de globalización, uno de cuyos aspectos es la desregulación del mercado financiero, también ha crecido concomitantemente el mercado laboral transnacional. Alineado a esos cambios, también ha habido una reestructuración de las prácticas empresariales globales reforzada por el desarrollo de la tecnología y del sistema transporte-comunicaciones. Ese crecimiento en cadena de la interdependencia "globalocal", conjuntamente con la formación de lo que Castells (entre otros) ha definido como "sociedad de red", ha desarrollado comunidades translocales formales e informales que han ayudado a los migrantes en su adaptación. Un resultado de este proceso ha sido un cambio en las formas de migración, desde una más tradicional hacia una más transitoria de personas altamente calificadas. Este último proceso ha sido impulsado por demandas de las compañías transnacionales para posicionarse como "marcas mundiales" en las comunidades de servicios progresivamente más flexibles y globalizadas (clubes deportivos y asociaciones locales y globales tales como FIFA y COI no son la excepción).
Una mirada a las décadas más recientes nos muestra con claridad que el movimiento de seres humanos altamente capacitados se ha incrementado significativamente en términos de escala, patrón y composición. Y así como también lo es evidente en el mercado laboral global, la publicidad, la contabilidad, la banca, la financiera, el derecho y la tecnología de la información, el mismo proceso se observa en un complejo deportivo industrial significativamente globalizado14. Los deportistas migrantes de élite son tan solo un ejemplo más de los altamente capacitados, mezclados en un estado local, nacional, global tecnológico, político, económico y transnacional, cuyos cambios están determinados por las políticas de las empresas transnacionales y sus subsidiarias que la refuerzan. Al analizar este movimiento de los altamente capacitados, se ha hecho referencias a conceptos tales como "fuga de cerebros", "intercambio de cerebros" y "circulación de cerebros" pero en los deportistas migrantes están involucrados tanto el "cerebro" como la" fuerza muscular" 15. Veamos esto con detenimiento.
Varios motivos son considerados por los migrantes a la hora de elegir el reclutamiento y los viajes. Para reconocer estos motivos es necesario crear una tipología de la migración deportiva que refleje un amplio grupo de temas ya definidos anteriormente relacionados con la reestructuración del mercado laboral del deporte. Esa tipología, tal como se aprecia en la figura 1, nos proporciona un "modelo" y varios tipos ideales para entender las elecciones de los atletas. Ni el reclutamiento del migrante ni su acción como tal puede ser debidamente interpretado sin hacer referencia a un modelo sociológico de migración.
Los migrantes identificados en la figura 1 como "pioneros" del deporte tienen una pasión y un celo muy grande al promover las virtudes de "sus" deportes. Sus actos y sus palabras pueden ser interpretados como una forma de proselitismo con el cual buscan convertir a la nueva cultura a los consumidores locales. En el fútbol europeo, migrantes de este tipo pueden ser reconocidos desde los comienzos del siglo XIX. Los movimientos de ciudadanos británicos y anglófilos retornado de la cuna del fútbol y desarrollando ese deporte en clubes como Atlético Bilbao, las Langostas de Zürich y Djurgarden (Estocolmo) se han vuelto un buen ejemplo de la actividad "pionera". En deportes como el hockey sobre hielo un rol similar es jugado actualmente por algunos canadienses migrantes en Gran Bretaña16.
Algunos migrantes pueden ser identificados como "asentadores" que subsecuentemente permanecen en el lugar y se establecen en la sociedad en donde juegan. Otros pueden ser identificados como "mercenarios" ya que están motivados por ganancias rápidas y utilizan agentes intermediarios para asegurar acuerdos lucrativos con varios clubes. Estos migrantes casi no albergan un sentimiento con lo local sobre el sentido de pertenencia a dónde juegan y residen. En contraste, algunos migrantes son "nómadas" que están motivados mayormente por un sentido cosmopolita de la migración. Utilizan su carrera deportiva para viajar, visitar otras culturas y disfrutar de ser un "extranjero", un "extraño" 17. Aún así, algunos cosmopolitas, junto a pioneros, mercenarios y residentes permanentes, actúan como "retornados" al proceso europeo. La motivación de los migrantes es, por tanto, compleja y multifacética. La pregunta es: ¿cuál es la atracción de jugar para una tierra extraña?
Al estudiar el movimiento de los futbolistas escandinavos hacia Inglaterra, Stead y Maguire18 desarrollaron una serie de preguntas que consideraban a la motivación de las estrellas deportivas en sentido amplio. Esas preguntas incluían cuestiones tales como: ¿pueden ser considerados esos movimientos como una etapa de "desarrollo" de las vidas personales de los deportistas? ¿Ven esos deportistas a la migración como un "rito de entrada" para mejorar su desarrollo deportivo? ¿Es la migración parte de ese deseo de ser "lo mejor que puedan ser" para participar de un entorno internacional y para una nación en particular, indiferentemente de su propio sentido de identidad nacional? Stead & Maguire concluyen en que los deportistas del estudio estaban conscientes de la debilidad natural del sistema de liga local escandinavo y de las recompensas económicas disponibles en Inglaterra. Su decisión para migrar fue influenciada tanto por el deseo de probar su habilidad contra "el mejor" como por la experiencia de vivir una cultura diferente. Esos escandinavos pueden ser vistos como "inversores nómadas" cuyos motivos para migrar comprenden una mezcla compleja de elementos culturales, profesionales y económicos20. Pero el deseo a moverse es tan solo una parte de la ecuación migratoria. ¿Por qué estarían interesados los entrenadores ingleses en los escandinavos? ¿Cómo ven los entrenadores a esos migrantes potenciales en términos más genéricos? ¿Y qué política general regula tales movimientos?
Para establecer un cuadro más completo de la ecuación migratoria para el fútbol, es necesario mirar a la importación de sus talentos. Al examinar los patrones de movimientos más amplios encontrados ente la Comunidad Europea y los países no alineados a UEFA, varios puntos deben ser analizados a la hora de formular una explicación21. Dentro de ellos, el más importante es el impacto residual de los lazos colonialistas y cómo se reflejan a través del lenguaje y la cultura comunes; pero también hay que considerar las interdependencias política y económica, la existencia de enclaves de residentes nacionales viviendo dentro de la Comunidad Europea y la historia de explotación y ayuda entre países. Esos son algunos de los factores que dan estructura al flujo laboral. Además, está la importancia de la proximidad geográfica. Ésta se extiende más allá de meras fronteras o viajes de ruta. Ha de considerarse, asimismo, la gran movilidad laboral que generan grupos pan-nacionales como la Comunidad Europa. Y también debe analizarse el valor cultural de países específicos que estimulan o le permiten a la gente embarcarse en la migración. En el mismo sentido, se deben analizar los valores de los países específicos que reciben o desalientan la inmigración dentro de sus propias fronteras.
Igualmente, existen factores específicos al fútbol. El estatus y la reputación del deporte en diferentes países, definidos en términos tales como éxito internacional, calidad, estilo de juego, característica de los jugadores, poder económico de los clubes y las ligas, todo juega su papel. La naturaleza cosmopolita de determinados clubes y ligas, junto a la intención clara de algunos agentes de buscar éxitos deportivos y políticos a través de estimular la inmigración, son puntos a tener en cuenta. En particular, pueden existir relaciones de larga data entre clubes y países, basados en la migración deportiva anterior y el intercambio de entrenadores y agentes, incluyendo el trabajo "misionero" desarrollado en los países futbolísticos menos avanzados. Los espectadores pueden demandar y hasta anticipar la participación de jugadores extranjeros. Conceptos tales como jugadores que han sido recolectados de las naciones de la periferia por las "economías futbolísticas centrales", fundamentalmente la Comunidad Europea, y el desarrollo de una nueva fuente de recursos de talentos por parte de esas economías deben ser analizados. Y también, como se dijo anteriormente, el proceso de "tráfico humano", el "reclutamiento" de jóvenes africanos a Bélgica, la ciudad filtro del fútbol europeo, que para muchos significa las calles y estacionamientos de Bruselas.
Algunos países del este europeo han desarrollado una reputación de grandes productores y los clubes poderosos de Europa buscan constantemente ahí productos más baratos para importar y explotar. Claramente, la atracción de las ganancias financieras devenidas de una migración hacia Occidente ha oficiado de incentivo fuerte y es muy importante a la hora de explicar los patrones migratorios. Una consecuencia de ello puede ser que el deportista del este europeo es visto como una opción barata para los clubes de la Comunidad. La proximidad geográfica y, con ello, una historia de etnicidad compartida, cultura, lenguaje y religión juegan un papel importante en el desarrollo migratorio. Durante la época de la Guerra Fría esta experiencia estaba detenida por la "Cortina de Hierro"; su remoción permitió restablecer los vínculos del proceso. Si la hemorragia de los mejores futbolistas desde el Este continúa, el grado de fertilidad en talentos de Europa del Este estará seriamente comprometida.
Las ligas italianas y españolas son aún un atractivo mayor para el empleo que las ligas de los países nórdicos. Glamorosas, sostenidas por los fanáticos y con excelentes instalaciones, clubes como Barcelona (España) y Milán (Italia) constituyen las casas motoras del fútbol europeo. Las ligas periféricas son claramente menos poderosas y mantiene relaciones de dependencia con los clubes centrales. Mientras que algunos clubes como Malmö y Göteborg (Suiza) o Brondby (Dinamarca) son exitosos en las competiciones europeas, no existe la infraestructura financiera o la continuidad en la competencia de alto nivel en esos países como para retener a los deportistas ambiciosos dentro de las ligas locales. Pero, como fue dicho con anterioridad, la economía es tan solo una parte de la ecuación migratoria.
La cultura del fútbol alienta y promueve actitudes hacia ciertas nacionalidades. Las características personales y profesionales adscritas a los deportistas nórdicos los vuelven atrayentes para los clubes extranjeros. Esas cualidades incluyen alto nivel educativo, capacidad lingüística y aptitud para establecerse culturalmente. Su forma nativa de juego es vista como adaptable, capacitada para ofrecer poder y fuerza pero con un alto nivel técnico. Además, existen lazos de largo tiempo entre las naciones nórdicas y las pan-europeas así como el juego desarrollado a través de una historia de exposición a entrenadores y jugadores de otras partes de Europa. En contraste con el atractivo de los jugadores nórdicos, la "sabiduría del fútbol" en el norte europeo sugiere que el temperamento y estilo de juego latinos podrían ser inapropiados para esa forma más rápida y física de juego encontrada en las ligas norteñas. Pero con el reclutamiento desde la "periferia" de los entrenadores, esos estereotipos están desapareciendo. Los jugadores provenientes del sur de Europa son considerados por entrenadores, compañeros y fanáticos como muy volátiles emocionalmente y difíciles para establecerse. Su nivel de educación y sus competencias en otros lenguajes son muy cuestionados. En contrapartida, los deportistas escandinavos son vistos como buenos viajeros, con buena capacidad para establecerse en culturas extranjeras. Su aptitud con el lenguaje y su forma de vida cosmopolita aseguran una buena adaptación a las culturas locales. Lo que es verdad para el fútbol puede ser aplicado también a deportes como básquetbol o hockey sobre hielo22. Los elementos aquí mencionados parecen ser parte del conjunto de razones por las cuales los atletas son reclutados o migran.
Analizando la migración deportiva: yendo más a fondoAl estudiar la migración deportiva más allá de cuestiones como porqué los atletas migran o las razones por las cuales son reclutados, hay una serie de temas que merecen una atención especial. Los derechos del trabajo disfrutados tanto por los migrantes deportistas como por los trabajadores nativos, varían considerablemente entre deportes y entre continentes. Los derechos al trabajo que obtienen los deportistas de deportes de equipo tales como el fútbol europeo son mínimos comparados con las "libertades" obtenidas por atletas de deportes individuales, particularmente en tenis y golf. Y aún no todos los participantes individuales disfrutan las mismas ventajas en tenis y golf, por supuesto.
Dentro de los deportes de equipo, los derechos laborales también varían entre deportes de diferentes continentes. Mientras que los atletas norteamericanos de deportes tales como fútbol americano o canadiense, hockey sobre hielo, básquetbol y béisbol están sindicalizados y llevan adelante negociaciones colectivas, no han tenido la misma fuerza negociadora que otros trabajadores. Los atletas universitarios son aún "derivados" o "asignados" a equipos específicos de fútbol o básquetbol. En comparación, el movimiento libre por el trabajo es parte integral del derecho de la Comunidad Europea. Los individuos son libres de elegir y trabajar donde ellos quieran dentro de la Comunidad Europea. La protección al trabajo también se aplica a los migrantes. La decisión de la Corte Europea en relación al caso Jean-Marc Bosman contra UEFA aseguró los derechos de las estrellas deportivas de la Comunidad a trabajar en cualquier país dentro de ella sin restricciones. Aún así, los derechos conferidos desde el caso Bosman no se aplican a todos los atletas. Las personas provenientes de países de fuera de la Comunidad están sujetas a un proceso de selección. Los deportistas migrantes deben probar su estatus internacional en sus deportes respectivos. Además, tal como sucede más generalmente, hay espacio para prácticas explotadoras del trabajo. Debemos prestar atención a cuestiones tales como reclutamiento y retención o si los deportistas de África o Europa del Este reciben los mismos salarios y condiciones que sus contrapartes de la Comunidad Europea. El deporte migratorio tiene su propio sistema político económico de diferenciación, que refleja su posición dentro del sistema del deporte global. Los patrones que se ajustan a los migrantes están alineados con ese sistema.
La migración atlética a gran escala, así como su tiempo de duración, pueden dar cuenta de la caída en la calidad de los deportistas de los países "donantes". Los países latinoamericanos y centroamericanos, por ejemplo, experimentan regularmente la pérdida de estrellas del béisbol y del fútbol en beneficio de los Estados Unidos de América y de Europa. Los países menos desarrollados invierten en la producción del talento deportivo pero una vez que ese talento alcanza su madurez son reclutados por las economías más desarrolladas, tales como la Liga Mayor de Béisbol23. No solo se priva a la audiencia de un acceso directo a los talentos que contribuyó a formar sino que, tal como sucede con el equipo nacional africano de fútbol, los deportes sufren la pérdida de algunos de los mejores exponentes cuando la demanda de los clubes europeos choca con los requerimientos internacionales. Temas tales como identidad nacional, subdesarrollo o desarrollo dependiente deben ser abordados como parte del amplio debate concerniente con la migración deportiva24.
La reacción de los migrantes del deporte laboral ante la cultura "huésped" también necesita de consideración. El movimiento constante de ida y vuelta entre culturas diferentes necesita el desarrollo de un tipo especial de migrante más flexible, con más disposición y formas de orientación. Al desarrollar esta nueva clase de conducta, los migrantes de tenis y golf, por ejemplo, afrontan problemas interculturales de comunicación. Los grandes eventos deportivos internacionales implican una forma cultural de comunicación multicapa que comprende la interacción con otros deportistas del mismo rubro, entrenadores, oficiales, público y medios de comunicación. Mientras que algunos deportistas migrantes pueden adaptarse con facilidad a las diferentes culturas, ello puede no ser la regla. Hay aspectos especiales de esos procesos que reflejan una inequidad entre géneros mayor que perjudican a la mujer: este tema del género merece una consideración especial.
Además de conducir a problemas de adaptación, la migración deportiva puede generar hostilidad en el país huésped. Los sindicatos deportivos, tales como el de fútbol europeo, han buscando proteger al deportista nativo a través de cuotas y calificaciones que se aplican potencialmente al migrante. Los temas principales que atraviesan los casos en básquetbol, cricket, hockey sobre hielo y fútbol25 hacen referencia a las amenazas percibidas en relación al desempeño de los equipos nacionales y al subdesarrollo de los talentos nativos. Estas cuestiones están aflorando en los debates entre diferentes grupos en relación a la reciente profesionalización de la unión de rugby y a la decisión de los clubes más grandes de Inglaterra de reclutar jugadores de fuera del continente en grandes cantidades. Los costos y beneficios de la migración deportiva será tema de análisis prontamente.
Debates como estos también involucran cuestiones referidas a la identidad nacional y a la identidad política. Temas como la pertenencia a un lugar, nociones de auto-identidad y lealtad hacia un país son importantes en este sentido. La globalización del capital ha llevado, tal como se dijo con anterioridad, a la transformación de la industria financiera de servicios. Esto ha generado una nueva categoría de profesionales que incluyen abogados en derecho internacional, contadores impositivos corporativos, consejeros financieros y consultores administrativos. Este grupo de personas ha jugado un papel pívot en la intención de las corporaciones transnacionales de crear y formalizar una nueva arena económica globalizada. Mientras que la experiencia de esos profesionales no es exactamente la misma que los migrantes del deporte, algunos migrantes de la élite deportiva parecen compartir algunos de esos valores de estos emprendedores financieros. Los equipos nacionales son, para algunos migrantes, "vidrieras convenientes" para asegurarse que tienen un lugar para "mostrar" su talento a una audiencia global27.
Los migrantes que participan en la Liga Mundial de Fútbol Americano o los africanos reclutados por las universidades norteamericanas, pueden tener un sentimiento de pertenencia muy pobre hacia un lugar o comunidad en particular. Los criterios muy técnicos y racionales determinan su estatus y valor de mercado y es por ello que los migrantes abrazan el concepto de trabajo duro, retribuciones diferenciales y una actitud de ganar a cualquier costo. Los tours de "rebeldes" de cricket y rugby a Sudáfrica en 1980 y 1990 ilustran cómo los migrantes del deporte pueden actuar como mercenarios para el "gran negocio". Algunas veces la conexión entre el negocio corporativo y los migrantes deportivos es muy clara. Tómese, por ejemplo, la Súper Liga de Rugby desarrollada por Rupert Murdoch donde los contratos de los deportistas aseguraban un producto que pudiera ser mostrado por los medios de comunicación que se dedicaban a ese deporte. En un mercado de deportistas desregulado, la migración puede muy bien reflejar la conjunción de intereses corporativos. Por ejemplo, la relación de Nike y Sky TV con Manchester United puede asegurar que los auspiciantes y los medios de comunicación puedan poner contratos de jugadores en clubes por los cuales tienen un interés en promover.
Importación y exportación de trabajo: implicancias para los clubes, las asociaciones y las políticas nacionales del deporteAl analizar si el reclutamiento de migrantes extranjeros es "bueno" o "malo" surgen las cuestiones del poder y control sobre el deporte. Lo que cuenta como bueno o malo depende de quién decide y qué criterios usa. Aquello que define los términos del "éxito" gana sobre los argumentos de la migración de los deportistas. Indiferentemente de si consideramos al básquetbol, cricket, hockey sobre hielo o fútbol, siempre encontramos tensiones similares. Durante la creación del básquetbol inglés de las últimas tres décadas dichas tensiones se centraron en tres áreas de conflicto. Ese conflicto involucró luchas entre los promotores del éxito comercial de los clubes y los defensores del prestigio asociado con los equipos nacionales; entre emprendedores que luchaban por la viabilidad a corto plazo y oficiales comprometidos con el desarrollo a largo plazo; y entre aquellos que generaban el mercado del espectáculo para ser vendido a través de los medios de comunicación y quienes pugnaban por la identidad nacional y el desarrollo del deportista28. Estos temas merecen una consideración más profunda y pueden servir para ilustrar las tensiones que afloran en una amplia gama de deportes.
Durante las tres décadas pasadas una transformación se ha dado en el básquetbol inglés. Los participantes de élite han pasado de ser amateurs nativos a migrantes orientados al logro, con unos pocos nativos. El juego mismo se ha convertido en una mercancía cuyos nuevos dueños buscan reestructurarlo para poder competir en los medios de comunicación y los mercados de auspiciantes. Como parte de ese proceso, el sentido cultural del juego varió hacia el "espectáculo". Junto a esta mercantilización del juego, un proceso de norteamericanización se desarrolló e involucró el reclutamiento de los migrantes deportivos norteamericanos y entrenadores, la adopción del estilo norteamericano de mercado y de la cobertura de medios y un cambio en el mensaje ideológico centrado en las formas norteamericanas de espectáculo y entretenimiento. Más recientemente, la liga NBA ha detectado al básquetbol inglés como el lugar para expandir sus operaciones29.
Esta transformación ha sido marcada por conflictos entre, por un lado, el deseo de una nueva cepa de dueños de clubes y sus accesorios, los migrantes norteamericanos, para proveer de un producto comercial instantáneo para sus espectadores y, por el otro lado, la aspiración de oficiales establecidos de la Asociación del Básquetbol Inglés compenetrados en construir las bases de largo plazo para convertir en exitoso a ese básquetbol "inglés". A medida que el juego se convirtió en una meta económica, su éxito se ató a su valor de mercadeo. Esto es, la viabilidad de los clubes se volvió, cada vez más, dependiente de los ingresos devenidos de los espectadores, los auspiciantes y los medios de comunicación. Los nuevos dueños de los clubes promovieron activamente este proceso y propusieron cambios estructurales a la liga, lo que llevó a una intensificación de la mercantilización del proceso. A su vez, esa mercantilización permitió que el reclutamiento de los deportistas norteamericanos migrantes se convirtiera en estrategia formal de los clubes para sostener sus argumentos en términos de ventajas comparativas, valor de entretenimiento y presencia aumentada de espectadores30. La importación norteamericana de reclutas fue inicialmente promovida por la mayoría de los grupos conectados con el deporte. La esperanza fue que el "entretenimiento" promovido produjera muchos beneficios, mayores tasas de participación y estándares de juego mejorados. Esos argumentos no conformaron a aquellos preocupados con el desarrollo de largo plazo del juego, tanto en lo nacional como en lo local.
A través de los 1980s y 1990s los deportistas ingleses tendieron progresivamente a ocupar las posiciones más sostenidas. Los reclutas migrantes tendieron a minimizar el conflicto entre nativos, deportistas de doble nacionalidad y naturalizados al competir por un lugar en el equipo. El reclutamiento continuo de jugadores norteamericanos fue visto esencialmente como una atracción para la publicidad que los llevaría a mayores auspiciantes. Las partes más fuertes estaban constituidas por los "top" norteamericanos que disponían de auspiciantes de las grandes corporaciones transnacionales. A pesar de algunos disensos internos durante 1980s, la Asociación del Básquetbol Inglés recomendó públicamente esa comercialización y atrapó la atención de los medios de comunicación y creció en auspiciantes. El miedo a las consecuencias comerciales del retiro de los deportistas migrantes norteamericanos fuera de la liga llevó a un debilitamiento de los clubes comercializados en expansión. Esto resultó, irónicamente, en una marginalización de la liga, jugadores y entrenadores ingleses.
Tanto oficiales como entrenadores involucrados con el desarrollo de los deportistas ingleses nativos perdieron terreno frente a aquellos que promovieron el reclutamiento de deportistas norteamericanos que colaboraron en aumentar el paquete ofrecido a espectadores, medios de comunicación y auspiciantes.
Mientras que en las primeras etapas del desarrollo de la liga Nacional de Básquetbol el tema más controversial era la importación de deportistas norteamericanos, hacia finales de los 70 y principios de los 80 la crítica cambió hacia el número de deportistas de "doble nacionalidad". Mientras que un equipo podía tener dos "extranjeros" en su lista, también podía agregar norteamericanos si estos últimos pedían la nacionalidad británica. Dada la lógica de mercantilización del básquetbol, no es sorprendente que los clubes buscaran explotar esta laguna jurídica. A principios de los años 1980 esta cuestión de la doble nacionalidad se había convertido en el tema más escabroso del básquetbol inglés31.
A pesar de todo ello, el crecimiento en número de los migrantes calificados como "doble nacionalidad" e "ingleses convertidos" (deportistas que cumplieron un período mínimo de residencia) continuó. No conformes con el hecho de haber abortado la reducción del reclutamiento de migrantes norteamericanos, los clubes buscaron incrementar su poder. Este hecho, junto con el influjo de los norteamericanos a la distribución del valor que se inyectaba al deporte, levantaron varias críticas. La lucha por la importación de migrantes norteamericanos continuó a través de los años 1980 y 1990. Las disputas entre aquellos que buscan desarrollar al deporte como entretenimiento para los medios de comunicación y aquellos que quieren crear un deporte participativo marca al básquetbol inglés hasta el día de hoy. Aquellos que buscaron mercantilizar el deporte cada vez más ganaron terreno al aumentarse la norteamericanización del juego. Durante la década pasada el poder dentro del deporte ha virado aún más en la dirección de los dueños de las empresas y más lejos de la Asociación. La tendencia general hacia una mercantilización que permita vender y consumir el deporte como un espectáculo, dependiente del trabajo de los migrantes norteamericanos, continúa viva32. Sin embargo, dada la inestabilidad general del deporte inglés, la posición de los deportistas migrantes involucrados aparece como marcada por la inestabilidad. El equipo nacional ha tenido sus pequeños momentos de gloria pero se mantiene dependiente de los migrantes norteamericanos de doble nacionalidad. Lo mismo sucede en el caso del hockey sobre hielo británico pero en este caso los migrantes son canadienses. Si esto es verdad en estos deportes "marginales", qué podemos pensar del "deporte nacional" como lo es el fútbol.
El debate en Inglaterra y Europa sobre el impacto de los deportistas migrantes tiene varias dimensiones. Existen ventajas y desventajas, tal como sucede con el básquetbol y el hockey sobre hielo. Las ventajas parecen ser percibidas en el mejor nivel del juego, con los deportistas extranjeros mejorando el estándar de juego de los deportistas existentes y también actuando como modelo para los deportistas más jóvenes. Las desventajas varían desde la falta de oportunidades para deportistas nativos hasta la falta de identificación y desarrollo de talentos nativos por parte de los clubes. Al importarse tantos jugadores extranjeros, el club, la liga y, eventualmente, el equipo nacional entran en una fase de "desarrollo dependiente". Estas desventajas son aún más pronunciadas en aquellas ligas como la inglesa donde la emigración de deportistas nativos es muy limitada; muy pocos deportistas ingleses de élite están empleados en otros clubes europeos. Por otro lado, con este influjo de los deportistas migrantes, es común ver tan solo uno o dos jugadores ingleses en los clubes de las Ligas principales. Este desbalance entre la importación de deportistas extranjeros y la exportación de jugadores ingleses exacerba el problema. Mientras ello restringe claramente las oportunidades para deportistas senior, el impacto es mucho mayor en deportistas jóvenes en desarrollo. Con el aumento de la mercantilización del fútbol europeo las recompensas del éxito y los costos del fracaso son tan grandes que los entrenadores no pueden darse el lujo de hacer promesas de desarrollo de jóvenes a largo plazo. Los entrenadores británicos optan por los deportistas maduros y experimentados del exterior que ofrecen una oportunidad inmediata de éxito. La respuesta a este hecho ha sido contradictoria. Las federaciones nacionales temen que el efecto combinado de las políticas de un influjo rápido de deportistas extranjeros y de la ausencia de desarrollo de jóvenes se vuelva a favor de una declinación de los estándares nacionales de juego33. En varias ocasiones, las reservas o los equipos jóvenes han sido abandonados y se han establecido vínculos con equipos "semilleros" en países menos desarrollados. La resistencia a ese proceso se ha equilibrado con una preocupación con el desarrollo del equipo nacional. La presencia de jugadores extranjeros niega la posibilidad a los deportistas nativos y conduce, en algunos casos, a una subdesarrollo personal y nacional.
Migración laboral y el complejo industrial deportivo: implicancias para la política nacional de extranjeríaAl analizar las implicancias del deporte laboral de élite, es necesario localizar la discusión dentro del complejo deportivo-industrial. La respuesta de aquellos compenetrados con la formulación e implementación de la política de extranjería, basada en un entendimiento de la naturaleza del cambio de las naciones en un mundo globalizado, puede variar desde una aproximación a la "politica real" a una "basada en la ética". Consideramos en primera instancia el complejo deportivo industrial y luego cómo puede ser abordada una política de extranjería.
Ese complejo tiene varias dimensiones (estructural, institucional, ideológica y cultural) y está compuesto por varios grupos fundamentales (agencias del gobierno, transnacionales, corporaciones, agencias no-gubernamentales y asociaciones deportivas). El cuerpo institucional de este complejo comprende por los menos cuatro elementos claves: la medicina del deporte, la ciencia del deporte, los programas de ayuda y los centros nacionales y regionales de excelencia. Los gobiernos han abordado una agenda de modernización que ha corrido en detrimento de la tradición amateur al adoptar una visión profesional en la identificación, producción y desarrollo de talentos, junto a los colaboradores tales como entrenadores científicos, científicos del deporte y la medicina del deporte, reclutados todos para traer "éxito". Desarrollos de esa naturaleza (que no son diferentes en forma y sentimiento a las prácticas de la antigua República Democrática Alemana) fueron predichos y sistematizados por Enhila en lo que definió como las tesis 8, 9 y 10 del deporte34. La tesis 8, la "ley de hierro del deporte total", concluye que "como una consecuencia del aumento constante de la demanda internacional del deporte, la competición se vuelve una entre "sistemas" 35. Los estados incesantemente movilizan y utilizan todos los recursos nacionales relevantes para garantizar el éxito en las competiciones internacionales. Mientras que este proceso totalizador varía considerablemente entre países dependiendo del poder y la comprensión del sistema, la tesis 9 apunta a destacar que el proceso global tiende a "cubrir todo tipo de recursos que afecten la capacidad productiva del sistema" 36. Así, como Enhila observa en su tesis 10 "cuanto más cantidad de recursos relevantes sean destinados, más grande será la posibilidad de éxito" 37.
El éxito deportivo internacional a finales del siglo XX involucra una competencia entre sistemas. Ese éxito depende de varios elementos: la disponibilidad e identificación de recursos humanos; los métodos de entrenamiento y el manejo del entrenador; la eficacia de determinadas organizaciones deportivas y la profundidad del conocimiento de la medicina y las ciencias del deporte38. Esos mecanismos sistémicos del deporte son necesarios pero no brindan una explicación suficiente del éxito del deporte internacional. El desarrollo de un deporte dentro de una sociedad en particular depende del estatus de esa sociedad dentro del ranking internacional del deporte. Las naciones africanas menos desarrolladas tienden a subutilizar su talento o a perderlo en beneficio de naciones más poderosas dentro de la figuración del deporte global. Ese deporte global está variando hacia la dependencia de talentos nacionales y el deporte nacional está siendo configurado por los flujos globales, particularmente de gente, tecnología, capital, imágenes mediáticas e ideologías39.
Dado que el prestigio de una nación está en juego en el concierto de las competencias deportivas mundiales, no es sorprendente que se haya creado un ordenamiento internacional. La atención merece ser puesta tanto en criterios de ordenamiento subjetivos como objetivos. En relación a lo que he designado como "zonas de prestigio", se requiere un émulo y una resistencia40. Los criterios más "objetivos" incluyen tanto el recuento de medallas como los lineamientos similares a los desarrollados por el Consejo Deportivo del Reino Unido. Ese ordenamiento de naciones se ve reforzado por el estatus acordado para cada deporte, liga y club en particular que juegan en cada competición. Alcanzar estos logros se combina, en varios casos, con un proceso mutuamente alimentado entre la reformulación de la marca y el mercado que promueve una ciudad, región o nación dentro del cual el club participa. Actividades de este tipo encuentran también su expresión en mega eventos como las competencias mundiales.
Dentro del contexto neocelandés, ejemplos de este tipo se aprecian en los procesos de reformulación de la marca de Auckland como la "Ciudad de las Velas" o en la Liga de Rugby de Nueva Zelanda al ganar acceso a los juegos de 2011. También existe evidencia de bloques que votan conjuntamente o del manejo del potencial japonés que contradice la retórica de la competición por la "Unión del Mundo". La realidad es que el prestigio nacional lleva no solo a tales procesos sino también a la inversión en deporte específicos, medallas, estrellas y migrantes. Considérese la inversión realizada por la Liga de Rugby neocelandesa, los estadios de los clubes más importantes, el desarrollo de las competiciones entre tres naciones en el Súper 12, el cambio de marca de las ciudades anfitrionas como destinos del turismo y la identificación y reclutamiento no solo de "jóvenes locales" sino también de isleños del Pacífico41. Tales procesos son comprensibles en la medida que se los entienda como "política real" hacia el deporte y hacia la extranjería. La proyección de este "poder suave" les permite a las naciones permanecer competitivas en el orden internacional y en el complejo industrial (sus guerras minimizan las armas y tienen la ventaja agregada de utilizar el deporte como una suerte de pegamento social que mantiene a las naciones "juntas"). Abrazar a los puebles con la bandera se convierte en una norma de política de estado. Como ejemplo se puede mencionar la crítica de Nueva Zelanda sobre Australia en los Juegos de la Comunidad y su rivalidad de largo tiempo.
¿Existen límites a este concepto? Mientras que este análisis parece aceptable dentro de los debates políticos, ¿cómo podría utilizarse este concepto de "política real" para explicar los hechos en otros deportes, tal como la declinación de larga data del atletismo neocelandés? A pesar de o quizás por un legado histórico muy rico de atletas como Peter Snell y John Walker, ese atletismo ya no es competitivo a nivel internacional. Una forma de explicar esta declinación tan larga podría surgir al analizar los hechos de Qatar y su reclutamiento de corredores africanos; un equipo verdaderamente "all black" podría quedar muy atrás. Pero esa explicación podría reflotar el recuerdo de Zola Budd y su pasaporte británico obtenido bajo circunstancias controversiales. Una explicación de ese tipo podría tocar áreas potencialmente sensibles sobre identidad nacional, los criterios de ciudadanía, las políticas internas y las relaciones externas concernientes a la explotación de otros y hasta mantener gente distinta en relación de dependencia con Nueva Zelanda. ¿Pero cuán diferente puede ser esa forma de entender las cosas con lo dicho hasta aquí relacionado a la unión de rugby? 42.
Una visión diferente de la política de extranjería y la utilización y proyección del "poder suave" podría ser adoptar una "instancia basada en la ética". Aquí una contribución a las Metas del Milenio de las Naciones Unidas y el "desarrollo a través del deporte" son relevantes. La Oficina del Asuntos Británicos Externos de la Comunidad (FCO) ha reconocido desde hace tiempo el papel que el Consejo Británico y la BBC juegan en este sentido43. La Oficina de Deportes del Reino Unido, un brazo del estado británico, ha notado también que el desarrollo del deporte a través de la Comunidad y más allá no solo promueve el acceso a otros lugares extranjeros sino que también ayuda a promover al deporte y la influencia británica fuera de fronteras. Así, estos "programas de desarrollo promueven el aprendizaje en deporte y demuestran su importancia como una herramienta para el desarrollo social al crear significados de buena voluntad que amplían la influencia británica fuera de fronteras" 44.
Lo que necesitamos es una valoración más detallada y realista de las propuestas de las Naciones Unidas y sus defensores en relación al deporte y al desarrollo a través del deporte45. Considerando al deporte en un sentido muy amplio, lo que está suelto es quizás la cuestión más importante que nos ayuda a lidiar con el proceso de globalización. Esto es: si la globalización nos está llevando hacia un mundo más cosmopolita, identificado emocionalmente con pueblos, sociedades y civilizaciones o si está desatando una nueva oleada de defensas étnicas, nacionalismo y rechazo a otras culturas y civilizaciones. Por ejemplo: las competiciones tales como las británicas del 2005 o las Irish Lions Tour de 2009 de Sudáfrica: ¿extienden o crean contactos de identificación emocional entre miembros de sociedades diferentes, ya sea como turistas del deporte o deportistas migrantes? Quizás, este tema de hostilidad o amistad, de política real o aproximación basada en la ética, nos pueda ayudar a desentrañar el sentido de las políticas de extranjería de las naciones en relación al deporte y a la migración en sentido amplio.
Notas
Held y otros, Global Transformations: Politics, Economics and Culture.
Maguire, Power and Global Sport: Zones of Prestige, Emulation and Resistance.
Maguire, Development through sport and the sports industrial complex: the case for human development in sports and exercise sciences.
Robertson, Mapping the global condition: globalization as the central concept.
McGrew, Power Shifts: From National Government to Global Governance.
Maguire, Global Sport: Identities, Societies, Civilizations; Miller, Rowe, McKay, and Lawrence, The Over-Production of US Sports and the New International Division of Cultural Labour.
Chiba, Boundaries of Japanese Baseball Players; Kudo, Nogawa, and Kudo, Migration of Japanese Top Athletes and the Emergence of Sport Tourism; Maguire, Blade Runners: Canadian Migrants, ice hockey and the global sports process; Maguire y Stead, Far Pavilions?: Cricket Migrants, Foreign Sojourns and Contested Identities; Klein, Sugarball: The American game, the Dominican dream; Maguire, Preliminary observations of globalisation and the migration of sports labour; Maguire and Pearton, The impact of elite labour migration on the identification, selection and development of European soccer players; McGovern, Globalisation or Internationalisation? Foreign footballers in the English League, 1946-95.
Bale y Maguire, The Global Sports Arena: Athletic Talent Migration in an Interdependent World.
Klien, Sugarball: The American game, the Dominican dream.
Maguire, Blade Runners: Canadian Migrants, ice hockey and the global sports process.
Bale y Maguire, J. The Global Sports Arena: Athletic Talent Migration in an Interdependent World.
Maguire, Power and Global Sport: Zones of Prestige, Emulation and Resistance.
Castells, The Rise of the Network Society: Vol 1: The information economy, society and culture.
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Beaverstock, Transnational elites in the city: British highly-skilled inter-company transferees in New York City's financial district; Castells, The rise of the network society: Vol 1: The information economy, society and culture; Dezalay, The big bang and the law: the internationalization and restructuration of the legal system; Iredale, The migration of professionals: theories and typologies. Para apreciar la relación entre esto y la identidad nacional, véase Maguire y Tuck, Making sense of global patriot games: rugby players' perceptions of national identity politics.
Maguire, Blade Runners: Canadian Migrants, ice hockey and the global sports process.
Maguire y Stead, Far Pavilions?: Cricket Migrants, Foreign Sojourns and Contested Identities.
Stead y Maguire, Rite de passage or passage to riches?: The motivation and objectives of Nordic/Scandinavian players in English league soccer. En relación a la migración irlandesa véase Cronin, Which Nation? Which Flag? Boxing and National Identities in Ireland; McGovern, The Irish brawn drain: English League clubs and Irish footballers, 1946-1995.
Stead y Maguire, Rite de passage or passage to riches?: The motivation and objectives of Nordic/Scandinavian players in English league soccer.
Ibid.
Maguire y Pearton, The impact of elite labour migration on the identification, selection and development of European soccer players; Szymanski, The Market for Soccer Players in England after Bosman: Winners and Losers.
Maguire, Global Sport: Identities, Societies, Civilizations.
Klein, Growing the Game: The Globalization of Major League Baseball
Bale y Sang, Kenyan Running: Movement Culture, Geography and Global Change.
Maguire, The Commercialization of English Elite Basketball 1972-1988: A Figurational Perspective; Maguire, Hired Corporate Guns? Elite Sport Migrants in the Global Arena; Maguire, Preliminary observations of globalisation and the migration of sports labour; Maguire, Blade Runners: Canadian Migrants, ice hockey and the global sports process; Stead y Maguire, Rite de passage or passage to riches?: The motivation and objectives of Nordic/Scandinavian players in English league soccer; Maguire y Pearton, The impact of elite labour migration on the identification, selection and development of European soccer players.
Dezalay, The big bang and the law: the internationalization and restructuration of the legal system.
Maguire y Stead, Far Pavilions?: Cricket Migrants, Foreign Sojourns and Contested Identities.
Falcous y Maguire, Globetrotters and Local Heroes?: Labour Migration, Basketball and Local Identities. Para analizar la posición asumida en Israel véase Galily y Sheard, Cultural Imperialism and Sport: The Americanization of Israeli Basketball.
Falcous y Maguire, Globetrotters and Local Heroes?: Labour Migration, Basketball and Local Identities.
Maguire, The Commercialization of English Elite Basketball 1972-1988: A Figurational Perspective.
Ibid
Falcous y Maguire, Globetrotters and Local Heroes?: Labour Migration, Basketball and Local Identities.
Maguire y Pearton, The impact of elite labour migration on the identification, selection and development of European soccer players.
Heinilä, The Totalization Process in International Sport.
Ibid p. 128.
Ibid p. 129.
Ibid p.129.
Maguire, Global Sport: Identities, Societies, Civilizations.
Maguire, Power and Global Sport: Zones of Prestige, Emulation and Resistance.
Ibid.
Para un análisis más profundo véase Grainger, From immigrant to overstayer: Samoan identity, rugby, and cultural politics of race and nation in Aotearoa/New Zealand.
. Ibid.
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revista
digital · Año 12
· N° 111 | Buenos Aires,
Agosto 2007 |