Sr. Blatter, el fútbol, ¿no era para todos? | |||
Profesor de Educación Física Docente del IFDC Nº 1 de la Ciudad de la Quiaca (Argentina) |
Edgardo Irazusta cocoirazusta@hotmail.com |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 109 - Junio de 2007 |
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Entre las novedades vinculadas al deporte, la noticia de que la FIFA en el intento de proteger la salud de los jugadores asume la resolución de no disputar partidos de fútbol en alturas superiores a los 2.500 msnm conmociona la opinión andina ya que la misma se presta a las más variadas especulaciones.
Si bien es posible que ese argumento tenga alguna connotación científica, en general carece de contenido al no expresarse desde ese campo los elementos de valoración que pudieran reforzar esta posición, ya que solamente se refiere a "Por razones médicas y para proteger la salud de los jugadores, el Ejecutivo resolvió que, en el futuro, no se deberá disputar partidos internacionales a una altura superior a los 2.500 msnm."
Ahora bien; esta disposición no solo afecta a países donde esas elevaciones son habituales sino también al desarrollo del deporte en otras áreas geográficas que también le son comunes a nuestro país, como por ejemplo la casi totalidad de la puna argentina donde Provincias como Salta, Jujuy y Catamarca entre otras comparten aspectos incluidos en esta resolución y donde si bien no existen escenarios deportivos de gran magnitud a esa altura, niega toda posibilidad de establecerlos en el futuro.
Por otra parte se refiere a instancias internacionales, donde debemos suponer en todo caso que lo que se cuida es la salud de los "visitantes" extranjeros y no de los locales ya que dentro de un mismo país también existe la diversidad geográfica , por eso no está claro a que salud se refiere, por que no es una prevención general sino parcial que no atiende a la misma problemática en las instancias nacionales, donde no prevé como protección la posibilidad de que un equipo del Pacifico juegue en Bogota aun dentro de un mismo país.
Si la suspensión de esta practica en este contexto es justificada, me pregunto si también no se hará extensiva a otras actividades, Básquet, Voleibol, Natación, Ciclismo, Tenis, etc. y de ser así quizás lo mas importante no sea lo que le sucede solo al jugador de fútbol sino a los niños y el conjunto de la sociedad que practica actividades aeróbicas y anaeróbicas por esas latitudes, en virtud de que aquí esta en juego "según FIFA" la salud.
Aquí comienza a plantearse una nueva problemática con tres aspectos claros.
a. Si lo que se protege es la salud, la medida deberá ser mas especifica y detallar desde lo científico cual es el criterio que se aplica, y por que este criterio (si existe) parece ser parcial.
b. La posibilidad de una acción que por resolución trate de obtener o llevar ventajas a otros equipos que temen a la altura por el conjunto de sensaciones negativas que perciben.
c. ¿Existe la posibilidad de asumir una discriminación deportiva a un sector de la población mundial que como única ventaja cuenta con la de estar adaptado a un medio en particular?
a. Según la definición de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Año 1947, "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad o dolencia".
La salud no es una prioridad del fútbol sino de todo el contexto universal , y atino a decir esto en virtud de que con esos fundamentos los jugadores no deberían jugar lesionados, infiltrados, resfriados, mal dormidos, estimulados, etc. o sin los exámenes previos a cada partido que registre un índice de riesgo para cualquier circunstancia, por lo tanto no es la FIFA el órgano competente para establecer los parámetros que permitan mejorarla o protegerla, muchas veces la salud fue desmerecida en favor del espectáculo, en todo caso existen otros organismo como la OMS para testificar con mas autoridad y en todo caso asesorar a las diferentes organizaciones deportivas.
No hay datos específicos sobre resultados científicos que demuestre perjuicio sobre la salud de los deportistas sanos en estas alturas sobre el nivel del mar, solo existen una gama de recomendaciones y estudios para el trabajo previo que si permiten una adaptación al medio con mejores resultados y da por tierra con los enunciados de la FIFA.
Por otra parte la resolución cierra la posibilidad de avanzar en el campo de las ciencias del deporte para el desarrollo de las actividades futbolísticas a más de 2.500 msnm.
En virtud de este argumento (de salud) a la posición de la FIFA le faltan elementos que contemplen los aspectos mental y social y no es capaz (lastimosamente como institución mundial del siglo XXI) de haber establecido de antemano los principios científicos que propuestos en el exordio de su resolución justifique la misma.
b. En caso de tratarse de un beneficio acordado para asistir a las potencias del fútbol, es claro que ni Brasil ni Argentina ni ningún país de América necesita recurrir a este argumento, ya que dentro del fútbol particular de cada territorio existen desde lo económico alternativas de adaptación y diferentes centros de alto rendimiento en altura o en espacios geográficos adecuados para este fin. Aquí se presenta la duda que nos lleva a reflexionar si el aspecto económico que demanda costos de adaptación debe ser reemplazado por una resolución, cuando no debería ser así y de ser así solo seria justificado en el amateurismo, donde los ingresos por espectáculos deportivos son inexistentes.
Lo que sí se debería plantear desde lo económico son los costos para readecuar nuevos escenarios que reemplacen a los existentes a mas de 2.500 msnm, lo que para un buen sector de la América Andina además de inapropiado resultaría imposible de concretar al menos desde las diferentes asociaciones del fútbol y del estado.
c. Como en todo litigio que se soluciona resolutivamente y no racionalmente aplicando el criterio filosófico de buscar la verdad desde la ciencia o la racionalidad y sobre todo emanado desde Europa, percibimos una apreciación particular de una problemática observada desde el otro lado de las aguas donde vuelve dejar instalada una amplia gama de susceptibilidades entre las que no esta ausente el sentimiento de discriminación, planteada sobre todo para aquellos que sienten a este deporte con amplias sensaciones intimas basadas en sus genes latinos y ancestral originario.
Quizás en la opinión de muchos hasta sea irreverente plantearse esta situación, por el solo hecho de haber nacido en la altura y poseer los dones que la misma otorga.
Es un castigo a la genética, es una falta de respeto a la geografía y al derecho de participar del fútbol solamente por no haberse desarrollados 2 ó 3 metros mas abajo de los 2.500 respecto al nivel del mar.
Para las culturas andinas la altura es símbolo de cercanía a sus creencias y no podría encontrar desde sus paradigmas razones para no jugar fútbol donde mora el cóndor. La tierra es lo que esta ahí, la pacha mama no puede ser la culpable de las decisiones de la FIFA, supera esa instancia porque es equilibradora de la razón que justifica todo lo que existe y se percibe, el hombre forma parte de esa cosmovisión y no admite interferencia de las leyes de ningún ser o Federación que se inmiscuya en estos asuntos.
El fútbol es una adaptación asumida por las culturas que se integraron a la concepción del deporte surgido con la revolución industrial, no puede ser una cuestión de altura, es un derecho para el que lo disfruta jugando o apreciándolo.
Para cualquier cultura ganar es importante, sobre todo en estos tiempos en que parece ser lo único mas importante, pero cualquier cultura tiene el derecho de ser local en sus dominios, el visitante va a la casa del anfitrión no a la casa del vecino, un equipo de altura no elije la cancha en la que va a jugar cuando viaja a Brasil, Argentina u otro país, son los anfitriones los que establecen esas pautas, por que entonces la FIFA en nombre de la "salud" intenta avasallar el derecho a hacer lo que queremos hacer en nuestra propia tierra respetando el marco de los deportes.
Aquí en todo caso y en nombre de la defensa de las libertades y los derechos tan asumidos como cultura en Europa no deberían generarse normas universales de esta magnitud ya que cada país tiene la opción de asistir o no a un evento deportivo en nombre de esa salud , de esa libertad y de esos derechos sin obligar al otro a cambiar las reglas de su geografía deportiva y por que además puede integrar dentro de sus equipos en eventos internacionales a jugadores que dentro de su terruño respondan a la genética y necesidades del juego en ese contexto.
La FIFA desde esta óptica, reglamenta el fútbol que le conviene a sus referentes más influyentes sin considerar que el deporte es la referencia cultural de los pueblos que lo asumen y lo expresan desde una necesidad y una pasión que va más allá de los resultados.
Acá nada está tan claro como se pretende, asumir la justificación desde el malestar de la Puna o el mal de altura es tan desacertado como pensar que el fútbol dejo de tener criterio universal y que para que lo vuelva a recuperar todos tendrán que aceptar la condición de que solo se juega por debajo de un techo geográfico, cuestión que no ha sido planteada ni siquiera por otros organismos deportivos de menor trascendencia.
revista
digital · Año 12
· N° 109 | Buenos Aires,
Junio 2007 |