efdeportes.com
Anotaciones sobre la relación entre subjetividad
y objetividaden el proceso de investigación: ocho
ideas sobre la elaboración de proyectos

   
Doctor en Ciencias Humanas e Sociales por la Univ. Hannover, Alemania.
Profesor del Departamento de Metodología de la Enseñanza e de los
Programas de Postgrado en Educación y en Educación Física.
 
 
Alexandre Fernandez Vaz
alexfvaz@pq.cnpq.br
(Brasil)
 

 

 

 

 
Resumen
     La objetividad es un valor buscado en la producción del conocimiento, de manera que esto no sea un conjunto de condiciones arbitrarias o mediadas solamente por la experiencia inmediata, creencias y proyecciones. Sin embargo no es posible olvidar los elementos subjetivos que componen la práctica de la investigación. Podemos tratar el tema de la elaboración de proyectos de investigación teniendo esto en mente y considerar aspectos como: la afinidad personal con el objeto de estudio; la delimitación del problema y del objetivo del trabajo; la viabilidad y la importancia del tema; el proyecto como un guión; la metodología y el instrumental; el tiempo de la investigación; la escritura del texto.
    Palabras clave: Investigación. Investigación educacional. Sujeto y objeto.

Texto presentado en el panel Elaboración de proyectos de investigación, en las "2das. Jornadas de Investigación en Educación Corporal de la Universidad Nacional de La Plata", 24-25 de noviembre de 2006. El texto es un producto del proyecto de investigación Teoría Crítica, Racionalidades y Educación, financiado por el CNPq (Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico - Brasil).

Agradezco a Santiago Pich por las correcciones y sugerencias presentadas.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 108 - Mayo de 2007

1 / 1

Introducción

    En este texto trato de aspectos muy pragmáticos de la investigación y los expongo en la forma de ideas para el debate, siempre teniendo en cuenta la complicada relación entre subjetividad y objetividad en la investigación.

    Algo muy importante en la investigación científica es la búsqueda por la objetividad. El discurso científico, también en las Humanidades, está caracterizado por su pretensión de objetividad, con lo cual se distingue de otros discursos, como el literario, cuyo objetivo es la expresión estética, o el religioso, que busca las confirmaciones para la revelación. Sin embargo, la objetividad es un principio que ha sido duramente cuestionado por el pensamiento contemporáneo, y esto es muy saludable para la investigación en general, toda vez que la creencia en el método científico es todavía uno de los mitos más difíciles a ser superados en el mundo académico. Igualmente las Ciencias de la Naturaleza tienen su pretensión casi absoluta de objetividad bastante cuestionada, tanto porque uno sabe que los instrumentales científicos son históricamente determinados, provisorios, cuanto porque sus propias premisas son también determinadas por la historia social de los conceptos.

    En las Humanidades la objetividad es todavía más relativa, ya sea porque la mediación del investigador es más directa hacia el objeto, o porque el control de las variables es de muy difícil de conseguir. ¿Cómo investigar un objeto con el cual tenemos mucha familiaridad, a punto de tener la impresión que no hay nada para decir sobre él? ¿Cómo investigar algo que a nosotros nos gustaría defender? Si amo la danza y quiero que se la incluya en las clases de Educación Física, ¿debo hacer una investigación sobre esto? Si sí, ¿cómo tomar distancia de mis prejuicios positivos con el tema? Asimismo sigue siendo la objetividad una utopía que nos acompaña1. Buscarla, aun sabiendo de su imposibilidad, es muy importante. Expongo algunas ideas, algo experimentales, sobre la cuestión:

  • 1. La investigación es un deporte de combate, si podemos parafrasear al gran sociólogo Pierre Bourdieu. Una investigación es una interrogación sobre la realidad. Una investigación, sobre todo de grado o maestría, no debe tener mayor pretensión que la de ser una respuesta a una pregunta. En el área de la Educación en Brasil, por sus propias características -y esto pasa también en la Educación Física- era común hace pocos años -y todavía encontramos esta reivindicación- leer en los prólogos de tesis de maestría o de doctorado, y mismo en tesis de grado, que el trabajo pretendía contribuir a la transformación social. Yo diría que si una investigación tuviera una contribución para la transformación del propio investigador, ya sería bárbaro. Si también da un paso más en el sentido del conocimiento de determinado tema, tanto mejor. Si genera otras investigaciones, fenómeno. Su originalidad está, me mostró mi tutor de maestría, Profesor Selvino Assmann, en tener un origen en el propio investigador, en el sujeto que piensa.

  • 2. Un punto de partida interesante para un proyecto de investigación suele ser una paradoja de la teoría o de la realidad empírica, destaca Hugo Lovisolo. Yo agregaría que suele ser un buen comienzo tener en cuenta un punto de tensión en la realidad, una expectativa no cumplida, algo que nos movilice, un momento de espanto frente al mundo, si recurrimos libremente a Hannah Arendt. El investigador puede tener afinidad con el objeto, puede incluso estar enamorado del objeto, pero debe tener conciencia de que este es un punto a ser observado con cuidado en su investigación. Considerar su propia subjetividad en la investigación es imperioso para todos los que trabajan con la producción de conocimiento, sobre todo en las Humanidades. Esta subjetividad está presente desde el momento de la elección del tema, pero es determinante cuando se pone en relación con el objeto. Para operar con esto, es necesario hacer el ejercicio de aproximarse y alejarse del objeto, dudar de los prejuicios de las ideas cristalizadas, de sí mismo. Algo que aprendemos con los estudios antropológicos: tornar familiar lo que es exótico y exótico lo que es familiar.

  • 3. Un proyecto debe tener tan clara como sea posible su problemática de investigación, reconociéndola como empírica o teórica, o como una articulación que lleva de un punto a otro de la práctica de investigación. Algo que me parece fundamental es tener el problema bien delimitado y construido a partir de una cuestión no muy pretenciosa. Algo sencillo que con su desarrollo pueda, a lo mejor, agrandarse, alcanzar otro nivel más complejo. En general, un objetivo de investigación bien elaborado es aquello que una vez pronunciado, es fácilmente comprendido por los que escuchan. Cuando uno tiene que decir dos o tres veces su objetivo de investigación, y lo hace dando muchas explicaciones, es muy probable que el objetivo no esté claro, ni siquiera para el investigador. El objetivo debe acompañar al investigador en todos los momentos de su labor, y por esto necesita ser claro. Porque el que investiga tendrá que preguntarse siempre con relación a las acciones que se realizan, si aquello que hace o está por hacer contribuye para responder, o no, a la problemática de investigación. Esto ayuda a no perder tiempo y energía y a no viajar en carreteras que no llevan al destino esperado (aunque esté claro que la investigación muchas veces nos lleva a destinos no previstos, que tenemos que compartir del riesgo que es pensar, pero esto es otra cosa).

  • 4. El objetivo puede, sin embargo, cambiarse durante el desarrollo del proceso de investigación, toda vez que se va tornando más claro en la medida que el investigador se relaciona con el objeto. El objetivo, así como todo el proyecto, se va configurando a lo largo de su propio trayecto. Un proyecto es como un guión para la investigación. Así como un guión de cine debe estar precedido por un argumento, o sea, la exposición sintética de la concepción de la película, una investigación debe estar precedida por una exposición de su idea central, un ensayo. Un proyecto es un guión para el investigador, una orientación para su trabajo. Sirve, sobre todo, para el propio investigador, es un documento casi-personal y que experimenta su propio fin, su disolución y superación al ser realizado en el desarrollo de la investigación.

  • 5. Un problema de investigación puede ser importante para un área de conocimiento. Pero muy difícilmente un problema interesante se pueda resolver de manera disciplinaria. El abordaje interdisciplinario es muchas veces no solo deseable, sino necesario. En lo que toca a la metodología, uno debe diferenciarla del instrumental de la investigación. La metodología se refiere a la concepción general del conocimiento que se confronta con el objeto, modificándolo, si es el caso. El instrumental tiene que ver con los procedimientos técnicos de la investigación, que no son neutrales, pero, por otro lado, son maleables, son medios -y no más que esto- para la recolección de los datos para análisis. La elección de los instrumentales está en la dependencia de las relaciones algo tensas entre el investigador, su objeto y la metodología que fue elegida. En Educación Física la cuestión es muy importante, toda vez que el cuerpo y sus expresiones no se dejan captar por abordajes que estén encerrados en esta disciplina. El diálogo con las diversas ciencias es más que necesario.

  • 6. Un proyecto de investigación necesita ser viable en el tiempo y en el espacio, realizable según los recursos disponibles, sean ellos financieros, operacionales, de tiempo, intelectuales, teóricos etc. Es fundamental que haya organización en la tarea de investigación. Un buen investigador no pierde sus fuentes, organiza sus anotaciones, rehace sus notas cuantas veces sean necesarias, reescribe sus textos, hace copias seguras de sus datos, registra sus lecturas. Un elemento esencial para la elaboración de un proyecto de investigación es compatibilizar el conocimiento de la literatura, especializada o no, con una alta dosis de creatividad. Esto no significa que una idea pueda ser desarrollada sin mucho trabajo y reflexión. Creatividad es algo que se desarrolla a partir de una cierta acumulación de conocimientos y no como una supuesta obra de genio o al azar. Por otro lado, es necesario estar atento a lo fortuito, que a su vez puede decirnos algo. Disciplina en el trabajo intelectual no significa, es necesario destacar, burocratizarlo.

  • 7. La escritura del texto debe acompañar el desarrollo del pensamiento, debe ser expresión de éste. La escritura tiene que ser justa y ahorrarse de párrafos inútiles, pero no debe dejar de decirse lo que debe ser dicho. La corrección en el uso del lenguaje es fundamental. Un buen investigador expone sus puntos de vista con cuidado y respeto, pero, sin miedo de ser destrozado por la crítica. Un buen investigador acompaña, también en idiomas extranjeros, y critica el trabajo de aquellos que considera sus pares e interlocutores, en especial aquellos con quienes no coincide en sus posiciones.

  • 8. En general, la investigación trae mejores frutos cuando trabajamos en grupo de investigación, con un proyecto integrado en el cual las problemáticas dialogan y producen tensiones. Problemas comunes generan una cantidad de debates más intensos y provechosos. En este contexto las relaciones entre grupos de investigación son potenciales aceleradores de la reflexión. Tomar parte de un grupo de investigación o dialogar con otros no significa ausencia de disenso o coincidir siempre. La crítica es una señal de respeto al trabajo ajeno y su peor versión no es cuando es dura, pero justa; su peor versión, enseña Adorno, es cuando es un simulacro de crítica que solamente reitera.


Nota

  1. Los trabajos de Velho (1989), Rial (2003) e Wacquant (2006) son buenos ejemplos en la manera de desarrollar esas cuestiones.


Agradecimientos

Agradezco muchísimo a los amigos platenses por la invitación a volver a la Universidad Nacional de La Plata, en especial, esta vez, a Gabriel Cachorro, Osvaldo Ron y Carlos Carballo, a quienes conocí en Vitória, capital de la provincia de Espírito Santo, Brasil, en el año 2002. Del seminario, cuya segunda parte tomó lugar en La Plata, en el mismo año, sacamos un libro publicado en Argentina y en Brasil (CRISÓRIO; BRACHT, 2003). Muchas gracias también, además del placer de volver y rever personas queridas y conocer a otras y de estar con Osvaldo y Adriana en este panel, por la posibilidad de compartir algo de mi experiencia como investigador y orientador de investigaciones, la actividad que más me gusta en la vida universitaria.


Referencias

  • BRACHT, V.; CRISORIO, R. La Educación Física en Argentina y en Brasil. Identidad, desafíos y perspectivas. 1 ed. Mar del Plata: Al Margen, 2003.

  • RIAL, C. Pesquisando em uma grande metrópole: fast-foods e studios em Paris. In: VELHO, G; KUSCHNIR, K. Pesquisas urbanas: desafios do trabalho antropológico. Rio de Janeiro: Jorge Zahar, 2003. p. 69-98.

  • VELHO, G. Subjetividade e sociedade: uma experiência de geração. 2. ed. Rio de Janeiro: Jorge Zahar, 1989. 112 p.

  • WACQUANT, L. Entre las cuerdas: Cuadernos de um aprendiz de boxeador. Buenos Aires: Siglo Veintiuno, 2006. 291 p. Trad. Maria Hernández.

Otros artículos sobre Investigación

  www.efdeportes.com/
Google
Web EFDeportes.com

revista digital · Año 12 · N° 108 | Buenos Aires, Mayo 2007  
© 1997-2007 Derechos reservados