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La Educación Física y el Deporte: ámbitos de intervención

   
Trabaja en el área de posgrado e imparte cátedra
en la Licenciatura en Educación Física.
Escuela Superior de Educación Física de la Ciudad de México.
 
 
Mtro. Miguel Angel Dávila Sosa
sosamig1@hotmail.com
(México)
 

 

 

 

 
Resumen
     Junto con otros compañeros hemos iniciado una transformación en nuestro país en la educación física tradicional, la que mide sistemáticamente a los niños en cuanto a su desempeño físico, la que hace grandes filas para marchar e iniciar una sesión digamos tradicional en la educación básica de México. Este articulo pretende involucrar al lector en un tema polémico en nuestro país y -ya superado en otros- cual es el de diferenciar la sesión de educación física del ámbito del deporte de rendimiento y ubicar al lector en lo que se puede identificar como una de las 6 líneas con las que se transformó la Educación Física en nuestras escuelas formadoras de docentes.
    Palabras clave: Educación Física. Deporte escolar. Deporte alto rendimiento. Formación docente.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 107 - Abril de 2007

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"Que no somos iguales, dice la gente".
J. Alfredo Jiménez

Introducción

    Diferenciar educación física y deporte en el contexto de la educación básica, es un debate necesario entre los docentes de la especialidad para delimitar el alcance pedagógico de cada una, clarificar la acción didáctica y ubicar las aportaciones que se pueden lograr en la formación integral de niños y adolescentes pertenecientes a la educación básica.

    Un niño en la escuela aprende una serie de saberes socialmente validados en educación física, esos aprendizajes y saberes están concentrados en varios ámbitos; el funcional que vigoriza las capacidades corporales y las reacciones fisiológicas del organismo; el psicomotriz, encargado de enfatizar el ajuste -postural, perceptivo y motriz- en los niños y con ello mejorar la coordinación motriz general; el ludomotriz, ámbito que canaliza el interés lúdico y el deseo de medirse ante otros y consigo mismo; la expresión, que anima las distintas manifestaciones que se tienen por el movimiento -danza, teatro, actividades al aire libre, paseos en bicicleta-; y la iniciación deportiva y deporte educativo que tienen como meta depurar las habilidades motrices básicas y, en última instancia, mejorar la prestancia física de quienes gustan del deporte. Los saberes de nuestra especialidad incluyen, como podemos observar, al juego, la expresión corporal, la recreación y al deporte entre otros, y es justamente éste último que debe tener una transformación pedagógica y junto con la educación física distinguir sus límites y los vínculos para centrar las posibilidades formativas dirigidas a la canalización de expectativas e intereses de los alumnos.

    Los medios masivos de comunicación han contribuido en gran proporción al suponer que el deporte es parte constitutiva de la educación física al desencadenar, a partir de los años cincuentas, el auge del deporte espectáculo, profesionalizándolo, otorgándole valor social. En esta situación se ha pretendido legitimarlo como contenido básico de la especialidad, incluso promoviendo su enseñanza en edades tempranas: se copió el modelo desarrollado para adultos de manera tácita junto con sus métodos de enseñanza. Es de llamar la atención que la educación física retoma y conforma un campo de intervención docente cuando la asignatura tiene muy bien definidos sus ámbitos de trabajo. No toda la educación física es deporte, ni todo el deporte tiene valor pedagógico.

    El deporte puede aportar a la formación de los niños en la educación básica; para ello, es necesario reflexionar en torno a sus formas de aplicación y encontrar nuevas fórmulas del binomio triunfo-derrota y encaminarnos a la búsqueda de canalizar el agón y animar la participación amplia de todos los escolares y no encandilarnos por el marcador y la eficiencia. Uno de los grandes costos por la aplicación deportiva en edades tempranas, ha sido el entrenamiento precoz1 que, hoy sabemos, tiene efectos contrarios a la formación integral e incluso afecta en el plano psicológico y en el social; tenemos un reto enorme, olvidarnos del deporte que excluye y separa entre los que pueden y los que no, y que utiliza el criterio omnipotente de quienes sean capaces de reproducir un gesto técnico están encaminados al triunfo.

    La enseñanza de los deportes justificó por muchos años el quehacer del docente, responsabilizándolo de la pobreza deportiva en las competencias internacionales. Con el esquema del entrenamiento deportivo y sus rutinas, la clase de educación física también valora y mide sistemáticamente a los niños, a través de prestancia física para dar cuenta de las capacidades condicionales y coordinativas. El profesor observa, por medio de esos registros, presumiblemente a prospectos para determinados deportes, incluso orienta con una serie de actividades para que especialicen sus movimientos técnicos. ¿Qué tipo de aprendizajes se obtiene con ello?, ¿debemos continuar con la orientación de educar al movimiento?, ¿es en efecto interés de la población infantil la practica deportiva?, ¿la educación física debe buscar la formación de deportistas?, ¿qué ganan los niños al ser medidas sus capacidades coordinativas y condicionales?, ¿qué gana el profesor al medir a un niño?

    El debate que a continuación se presenta, debe llevarnos a reflexionar sobre los efectos y consecuencias formativas del uso del deporte, a discutir si es pertinente o no enseñar técnicas deportivas dentro de la sesión de educación física, pero sobre todo, analizar y establecer si la finalidad de la especialidad es lograr buenos deportistas. Este debate se debe abordar desde una perspectiva pedagógica, que nos permita observar en primer lugar al niño, a partir de su desarrollo corporal y motor, de sus intereses, motivaciones, costumbres y necesidades de movimiento, y en segundo lugar, diseñar otras formas de enseñanza del deporte en la escuela. Para ello es necesario iniciar este trabajo explicando los contextos sobre los cuales aquel se fue acercando cada vez más a la educación física hasta tener el referente que hoy conocemos.


1. La educación física y el deporte

    La educación física escolar inaugura una orientación pedagógica: el deporte escolar, con la finalidad de educar y canalizar el agón, cuyo concepto menciona Caillois. "Significa competición, confrontación, encuentro entre iguales, aunque "la igualdad de oportunidades haya sido creada artificialmente". (Caillois, 1986)

    El deporte y la educación física no surgen de manera directa y clara en el contexto escolar, Avancini señala: "En el siglo XVII, aparece el término educación física, pero no necesariamente como practicas racionalizadas, organizadas y enseñadas en las escuelas, sino como reglas básicas de higiene para uso de las madres en la crianza de los hijos". (Avancini, 2003).

    El deporte tiene sus inicios en Inglaterra en los siglos XVIII y XIX. Norbert Elías cita: "Surge como una necesidad de civilizar y pacificar a los pueblos, canalizando la fuerza de los hombres mediante juegos de contacto físico, se trata de encontrar mediante el deporte un equilibrio entre el placer y la restricción. La caza de zorros se convierte en una de las primera manifestaciones de deporte organizado, combinando en una misma prueba el valor, la fuerza y la habilidad; el críquet y el fútbol como modalidades deportivas aparecen de igual modo, tanto para poner a prueba al ser humano como también para buscar placer y encauzar formas de civilización para integrar a los hombres a una sociedad regida por normas y reglas". (Norbert E., 1996)

    Existe gran similitud entre las guerras y las prácticas deportivas: los conceptos de técnica -que se deriva del uso dado al manejo de un arma-, táctica y estrategia se utilizan como parte de las habilidades de un buen soldado en plena batalla, así como el desarrollo de capacidades motrices básicas como la fuerza, la velocidad, la resistencia, que son necesarias para enfrentar los largos periodos de lucha.

    Es Piere de Fredi, Barón de Coubertín, quien le da orden a la organización de los deportes, sacándolos del marco aristocrático, convirtiéndolos en una actividad social de práctica de las mayorías, enfatizando al atletismo en las competencias de pista y campo; los primeros Juegos Olímpicos de la llamada era moderna se celebran en Atenas en 1896, y con ellos surge la inspiración de Tomas Arnold de incorporar al deporte como práctica de enseñanza en las escuelas de Inglaterra.

    El deporte y la educación física, tienen su origen en ambientes diferentes; con su llegada a las escuelas, el primero pretende suplantarla, promoviendo cada vez mayores contenidos utilitarios en las escuelas, englobándola para sus propios fines, en este caso detectar talentos entre los niños que asisten a los colegios. El hecho que el deporte no sea un producto educativo de origen, hace que su incorporación a las escuelas sea un remedo del que practican los adultos, denominado de elite o tecnificado, por eso el deporte que conocemos a través de los medios, se aleja cada vez más de la educación física que se imparte en las escuelas.

    "La enseñanza prácticamente exclusiva de las habilidades técnicas de los juegos deportivos ha reforzado la idea de que la función real de la asignatura es adiestrar en lugar de educar". (Devis, 1997). El modelo con el que se enseñan los deportes en las escuelas se caracteriza por ser autoritario, elitista y apoyado en el principio del rendimiento; haciendo énfasis en la victoria y la búsqueda de récords o marcas para demostrar la superioridad. Consecuencia de lo anterior se observa en la noción que muchos niños tienen sobre la competencia y la sobrevaloración del triunfo. Por ello es pertinente reorientar la finalidad pedagógica del deporte para ser utilizado como medio en la escuela, otorgando en contrario, prioridad a la participación colectiva de los niños por sobre la competencia.

    Un rasgo característico en la en la enseñanza de las progresiones de los fundamentos técnicos, se observa cuando los profesores primero ejecutan de manera "correcta" algún movimiento técnico deportivo, luego piden al alumno lo repita, éste realiza uno a uno cada elemento dispuesto por le profesor, para que finalmente integre -el alumno- todos esos elementos en un juego deportivo; en esta secuencia hay elementos importantes para reflexionar:

  1. Se sigue el camino estímulo-respuesta,

  2. El aprendizaje de un gesto técnico se hace fuera de un contexto,

  3. No se encausa el interés por jugar de los niños y jóvenes

    Cuando se enseña de acuerdo a la premisa de primero la técnica2, las clases de educación física no satisfacen la pregunta: ¿a qué hora vamos a jugar?, se aprisiona la emoción que desencadena jugar, a lo que sea, pero jugar. Existe una relación muy débil entre lo aprendido con el derrotero de la técnica y lo realizado en la situación de juego organizado.

    Haciendo una diferencia entre educación física y deporte Capel señala: "Mientras que un entrenador de gimnasia puede preocuparse solamente por producir el patrón correcto de movimiento para un salto particular, el maestro de educación física podría enfocarse a ayudar al alumno a participar en un proceso que incluya planear su acercamiento (como longitud, velocidad y ángulo de aproximación), llevar a cabo la acción y evaluar el desempeño (establecer la sensación, repetir el movimiento exactamente, variar el movimiento, adaptarlo a través de un reposicionamiento de las manos, etcétera)". (Capel, 2002).


2. Confrontar la educación física

    La educación física ha de promover un desarrollo corporal y motriz de sus alumnos mediante diferentes actividades que se consolidan durante los primeros años de vida, busca a través de múltiples medios:

  • Consolidar una base motriz adecuada al grado de desarrollo y maduración de los niños.

  • Aprendizaje de habilidades abiertas

  • Vigorizar los patrones básicos de movimiento en diferentes situaciones, practica, y exploración

  • Impulsar la verbalización de las acciones y desempeños por parte de los niños

  • Promueve la realización de diferentes formas motrices, en situaciones variadas y de interacción.

    Confrontar a la educación con el deporte, no significa eliminar a ninguno de los dos, o suplantarlos, queremos complementar la educación de un niño mediante formas diversas de movimiento, y conocer los aportes de una y otro. Por ejemplo: cuando un joven de secundaria juega al voleibol, necesita golpear de determinada manera el balón, no solo por el requerimiento reglamentado de la técnica de ejecución, sino también por su propia seguridad, por la garantía de economizar el esfuerzo y la posibilidad de jugar exitosamente.

    Las habilidades cerradas se aprenden y desarrollan a partir de la consolidación de los patrones de movimiento, lo cual implica conocer adecuadamente cada movimiento especializado; es aquí donde debe dedicarle tiempo el profesor para que el alumno alcance niveles de dominio y control de sus acciones motrices, jugando claro está.

    El profesor, muestra las posibilidades de ejecución para que el alumno aprenda el sentido utilitario e instrumental de la técnica; para resolver problemas motores que le permiten jugar y auto-dirigir su aprendizaje, lo que en términos de competencia motriz, Ruiz Pérez (1996), le denomina "metamotricidad"3.

    Es necesario que el docente desarrolle una mirada pedagógica de las potencialidades reales de sus alumnos, de sus niveles de progreso en el desempeño motor, y se convierte en el asesor de los saberes procedimentales, de sus alumnos (Ruiz Pérez 1996). En este sentido Aisenstein, menciona: "Creemos que es necesario enseñar a partir del concepto de "enseñar a jugar", que implica que los alumnos se apropien de la idea del juego, que se apoya en el manejo integral de las constantes y de la participación en la lógica funcional del mismo" (Aisenstein, 2002). Cuando la enseñanza se fundamenta en el papel activo, en la búsqueda y resolución de problemas motores, se abona el sentimiento de ser competente, se anima la autorrealización y el reconocimiento de sí.

    El deporte fortalece el quehacer formativo cuando muestra por un lado las bondades del aprendizaje de habilidades cerradas; en este caso lanzar, atrapar y golpear, pero también cuando el alumno aprende una serie de valores, canaliza sus ímpetus, desarrolla el juego limpio, conoce sus limitaciones, promueve la solidaridad, se preocupa por aprender el reglamento y obtener de él la mayor ventaja posible.

    Enseñar movimientos específicos en edades tempranas, por lo regular se utiliza como marco al deporte infantil, teniendo como principio regulador la exigencia de un tono muscular rígido. Este se define como el estado de semicontracción sostenida de un músculo en reposo, no ha sido considerado una constante respuesta motriz de los desempeños en los juegos deportivos en educación física. Un tono muscular rígido mantiene en tensión permanente al niño. Ejemplo: el profesor solicita a los alumnos ejecutar la entrada de triple y tirar a la canasta de básquetbol, desde fuera del área de disparo. Ahora bien, si el entorno y ambiente es obstaculizado por las consignas tanto del profesor y del resto de los compañeros con estímulos verbales negativos, el tono muscular se pone rígido y aparece en forma inmediata la incapacidad de ejecutar coordinadamente los movimientos necesarios y se impide disfrutarlo; cuando por el contrario, producto de la experiencia, control y gusto por la actividad, lo aprendemos y lo enriquecemos, entonces lo disfrutamos a plenitud, incluso nos desinhibimos y proponemos nuevas formas de hacer el triple. Lo anterior se puede esquematizar de la siguiente forma:

    La enseñanza del deporte en las sesiones de educación física en la educación básica resultará inútil si en los primeros años de vida de un niño no garantizamos una adecuada elaboración de su esquema corporal, el ejemplo descrito anteriormente nos permite ubicar como primer elemento de análisis a la función de ajuste tónico-postural (Le Boulch, 1974) en tanto que esos estímulos negativos impiden precisamente la toma de conciencia de sí. Luego entonces, será más difícil acceder a:

  • El conocimiento de las diferentes partes que integran su cuerpo.

  • El conocimiento de los posibles desplazamientos de su cuerpo.

  • La dinámica del juego y las relaciones espacio temporales.

  • El control de sus movimientos.

    Lo anterior no llega de manera cronológica en todos los niños, es producto del desarrollo y la maduración del sistema nervioso. La imagen corporal se convierte en el segundo elemento de estudio y desarrollo en los niños a través de la sesión de educación física; conformado por la percepción del entorno, que incluye la espacialidad, la temporalidad y la coordinación, tanto fina como la gruesa, con las cuales se consolidan las habilidades cerradas. La maduración y por lo tanto el reconocimiento de su propia imagen corporal le permitirán incorporar nuevos esquemas para desarrollar habilidades complejas y de este modo iniciar su participación en los deportes.

    Partiendo de los referentes presentados, ¿qué puede mencionar del deporte y de la educación física?


3. La intervención docente y el deporte educativo como medio

    El docente es un profesional. Su acervo pedagógico le permite contener un conjunto de conocimientos, competencias didácticas, habilidades intelectuales, actitudes éticas y valores que le conceden, a partir de su propia experiencia motriz, entender y comprender al niño en todo su proceso de desarrollo, biológico, motor, social, psicológico y moral, a fin de adecuarse a las condiciones del medio y del entorno de la escuela.

    Pablo Latapí, menciona: "Lo que distingue al maestro no es lo que enseña, sino que aprende continuamente. Es la suya una profesión esencialmente intelectual, avocada a indagar la naturaleza del conocimiento y a su difusión y apropiación. El maestro es un profesional del conocimiento, obligado a estar atento a su continua evolución tanto en las disciplinas que enseña como en las ciencias del aprendizaje. Esto debería marcar su formación inicial y esta debiera ser la orientación predominante de los programas de actualización. La pasión por conocer y por conocer cómo conocemos para ponerlo al servicio de los niños y jóvenes" (Latapí, 2003).

    Los profesores de educación física, son estudiosos de la motricidad de sus alumnos. Su saber no necesariamente implica ser un experto en ejecución de los fundamentos del deporte, sino conocer los desempeños de los alumnos a partir de su desarrollo corporal y motriz, enseñar diversas formas de habilidades abiertas4, como puede ser controlar una pelota -balón-, pero no específicamente de básquetbol; botar es sólo un patrón básico de movimiento, participar en actividades que lo incluyan, que aprenda a esquivar objetos, a desplazarse en diferentes direcciones, a proponer formas de participación colectiva, a descubrir sus propias potencialidades, a reconocer trayectorias propias y de diversos objetos, etcétera; que se deben estimular desde diferentes formas de realizarlo, esto permite a los niños adquirir una base motriz sólida que les permita incorporar nuevas formas de movimiento, otros patrones básicos y con ellos nuevos desempeños motores.

    En este sentido Gallahue propone una serie de movimientos fundamentales que podemos resumir con la siguiente tabla:

    "El movimiento es expresivo, con utilidad y significado, al tiempo que es divertido. Es el medio más importante a través del cual los niños pueden aprender más acerca de sí mismos y del mundo que los rodea. Si estas habilidades de movimientos elementales no se desarrollan durante la infancia, es poco probable que lo sean posteriormente" (Gallaue, 1998).

    La intervención docente dentro de la sesión de educación física incorpora propósitos que van más allá de jugar o botar un balón, y junto con los contenidos socialmente validos dimensiona pedagógicamente al deporte escolar de tal manera que la práctica de éste y los desempeños motrices de niños y jóvenes se caracterice porque:

  • Impulsa la cooperación. Busca que el alumno sea capaz de dar y recibir ayuda, a fin de alcanzar objetivos comunes entre sus compañeros, incluir en vez de excluir. Por ejemplo, en el desarrollo de un juego motor - balonmano- el docente modifica una regla, a fin de que la anotación sólo sea válida si y solo si la realiza una mujer.

  • Desarrolla el pensamiento estratégico5. A partir del conocimiento del juego y sus reglas, el alumno puede buscar formas y medios para neutralizar el espacio, compensar su participación mediante movimientos ofensivos o defensivos, de esta manera anular a su oponente. Con referencia a la ubicación espacio temporal, retribuye a su formación en tanto que el alumno adecua su motricidad y ajusta su desempeño motriz a fin de obtener el mejor provecho de ellos.

  • Resuelve problemas referidos al movimiento corporal. A partir del ensayo y error, de la exploración de movimientos, de modificar juegos y de la observación, los niños descubren las posibles formas de superar ciertos problemas que los llevan a adaptar y dominar su disponibilidad corporal, es decir controlar, modificar y disponer adecuadamente del uso de su cuerpo para salir exitoso de la tarea a desarrollar.

  • Reconoce la competencia motriz6. Ofrece la posibilidad de aprender a partir de sus propias capacidades y ponerlas al servicio de sí mismo. Por ejemplo, al realizar un circuito motor, para desarrollar el patrón de lanzar, el niño, una vez que reconoce su predominio motor (lateralidad), identifica y descubre que la manera mas rápida y exitosa de realizar cada lanzamiento es utilizando ambas manos.

  • Impulsan la autoestima. Inculcar y promover el respeto por los otros, desarrollar la comunicación y los valores que desde ella se pueden generar. Esto se logra cuando el docente explica con claridad las reglas y las sanciones a quienes las incumplan, ponderando el sentido igualitario y la nivelación de fuerzas entre sus alumnos. La actividad debe promover la participación activa de todos los niños, y la práctica de acciones motrices sencillas, que impulsen la idea del "yo también puedo".


3.1. El deporte escolar

    La educación física, utiliza como medio al deporte, cuando las practicas se apoyan en el aprendizaje de contenidos de la educación básica, tales como: superar retos, se vencen miedos, se logran coordinaciones gruesas y finas, se controla la motricidad en el tiempo y espacio, se siente parte del equipo para alcanzar un fin común, se desarrolla el sentido de cooperación, se canaliza el agón, que junto con la paidéia, hacen una práctica pedagógica importante, buscando el disfrute y la autorrealización; el deporte escolar, el que practican los niños, que no discrimina, que integra y que busca como vía adecuada del ocio y mejorar la calidad de vida, que recuperan lo pedagógico. Le Boulch, menciona: "Un deporte es educativo cuando permite el desarrollo de sus aptitudes motrices y psicomotrices, en relación a los aspectos afectivos, cognitivos y sociales de su personalidad" (Le Boulch, 1991)

Desde el modelo de enseñanza llamado cerrado, la práctica de los fundamentos deportivos se convierte en argumento central. Si fuera necesario continuar con este tipo de enseñanza, ¿cuáles serían los beneficios que obtienen los alumnos?

    En las grandes ciudades, la oportunidad de jugar y practicar algún deporte escolar en los patios de las escuelas, con sus propios compañeros y con la supervisión de un profesional del movimiento, es una posibilidad única, la educación física es la asignatura que ofrece contenidos y experiencias motrices como no lo hacen las demás.

    Cuando un profesor coloca conos o mochilas en el patio de la escuela, pone porterías, hace equipos de igual número de integrantes, incluye a las niñas, dispone de un balón de fútbol o de una pelota y enuncia las reglas básicas del juego, no esta enseñando fútbol, ni los niños están jugándolo, hacen algo que se le parece pero en definitiva no lo es.

    El deporte escolar es mucho más que ejecutar técnicamente movimientos y jugar con ellos, es la posibilidad de poner a prueba sus capacidades, hacer amigos, comparar sus potenciales y aprender de la práctica, participando en ella, integrándose con otros que tienen carencias o virtudes similares. A diferencia del deporte institucionalizado, el escolar es una vía de integración social.

    No se trata de educar para el deporte, debemos educar a través de él. Buscar no un niño para cada deporte, sino un deporte para cada niño, que se practique más allá de la propia escuela, no por la obligación de aprenderlo, sino por el placer de jugarlo. Eduardo Galeano explica con un ejemplo lo posible que puede ser el deporte educativo, tal es el caso de Finlandia, "Me entero que el árbitro no solo saca la tarjeta amarilla, que advierte, y la tarjeta roja que castiga, sino también la tarjeta verde, que premia al jugador que ayuda a un adversario caído, al que pide disculpas cuando golpea y al que reconoce una falta cometida" (Galeano, 2001).

¿Qué tipo de modificaciones se tienen que hacer a las actividades para que la mayoría de los alumnos tengan otro tipo de participación?

¿Cómo se evaluaría este tipo de prácticas?

    La enseñanza de los deportes en la escuela no debe limitarse al desarrollo de habilidades cerradas y sólo determinadas situaciones de juego, ni de manera aislada. "Si los profesores no saben en qué consiste el aprendizaje y cómo se produce, tienen las mismas posibilidades de favorecerlo que de obstaculizarlo" (Claxton, 1991).

    La educación física puede incorporar como medio al deporte escolar, que bien canalizado contribuye al desarrollo de los individuos en dos vertientes:

  • Hacia una formación polivalente. Buscar el placer por el movimiento , utilizar al juego motor para ampliar los patrones básicos de movimiento; considerados como capacidades filogenéticas de la especie humana que se desarrollan a partir de la maduración misma, entre ellos se encuentra el caminar, correr, saltar, lanzar, atrapar, suspenderse etcétera.

  • Hacia una especialización deportiva. Observa una enseñanza encaminada al desarrollo de habilidades cerradas, exige el control sistemático del movimiento técnico, utiliza la repetición del movimiento, la secuenciación y progresión de fundamentos deportivos.

    Al respecto Durand menciona: Ninguna medalla vale la salud de un niño. (Durand, 1988).

    El siguiente esquema señala los campos de intervención pedagógica entre una y otra orientación de la educación física y el deporte, así como justipreciar el sentido y significado entre ambas prácticas:

    ¿Qué implica tener una formación polivalente durante la práctica del deporte escolar?

    Con la finalidad de señalar algunos efectos negativos que puede tener el entrenamiento precoz, es necesario advertir que resulta común encontrar profesores que piensan que mientras más temprano inicie un niño la práctica de los deportes, mejores resultados se obtendrán y será un buen deportista; las investigaciones demuestran que no es así, al respecto Durand menciona : "Las otras razones invocadas para justificar los abandonos residen en el carácter demasiado serio de los esparcimientos y el lugar demasiado importante que tiene en ellos la competencia, la existencia de relaciones conflictivas o inamistosas con el profesor y el sentimiento de no progresar, no mejorar" Durand (1988).

    La mayoría de los niños que inician temprano la práctica de los deportes, la abandonan pronto, cabe señalar que la exigencia de su enseñanza, produce efectos contrarios a la orientación pedagógica, y pueden ser de diferentes tipos:

  • Físicos. La estructura del aparato locomotor en la práctica de algunos deportes no está lista para soportar las cargas a que son sometidos algunos niños, tal es el caso de la gimnasia. Un testimonio de lo anterior lo encontramos en un artículo publicado por Ansa (1996), que dice: "...dramáticas historias que yacen semiocultas y pocos saben de la infancia programada de la Norteamericana y campeona olímpica de gimnasia por equipos en 1996, Dominique Moceanu, o de las 22 fracturas de costilla de la campeona del mundo en 1997, la soviética Svetlana Chorkina. Tampoco se sabe mucho de la triste historia de la gimnasta Norteamericana Christy Henrich, que murió a los 21 años en 1994, pesando menos de 25 kilogramos tras severos problemas de anorexia". En este mismo sentido, es muy frecuente encontrar que algunos profesores de educación física obligan a los niños a realizar sentadillas, abdominales o lagartijas para castigarlos por su "mala conducta".

  • Psicológicos. Los procesos de reflexión no son favorecidos, por el contrario se enfatiza la repetición de elementos técnicos. Al respecto en el articulo Campeones a la fuerza, publicado por la revista DT (2004) menciona: "Niños de 4 años de edad, de menos de un metro de estatura, de 20 kilos de peso, niños sin formar, flexibles como la goma, incapaces de entender pero sí alumnos dóciles. Varios miles se entrenan en las más exigentes escuelas de deportes de China, fábricas de campeones en las que el esfuerzo y la disciplina son las principales lecciones, si no las únicas. Como suele decir Chen Gexi, responsable de los entrenamientos en este centro, "lo que buscamos son niños desobedientes, porque son los que tienen una energía extra que ofrecer" (DT, 2004). Resulta común observar cómo algunos docentes cuando dirigen a sus alumnos en los juegos deportivos escolares, tal parece que desean que sus alumnos ejecuten sus acciones motrices simultáneamente al tiempo que dan las indicaciones: ¡corre¡, ¡salta¡, ¡pásala¡, ¡tira¡ etcétera.

  • Sociales. La interacción y la socialización se ven limitados, producto de la exigencia por jugar, la necesidad de reconocimiento de los demás, hace que se vea limitado el aprendizaje. En algunas ocasiones es tan grande la presión que los adultos ejercen sobre los niños, que fácilmente los culpan por las derrotas del equipo, la victoria por lo regular no se le atribuye al pobre desempeño de los que perdieron, sino al acierto de los que triunfaron. En este sentido Blázquez menciona : "Desde la familia que se empeña y ven a su hijo campeón, atosigando a su entrenado, colegio y al mismo protagonista, hasta aquella que tiene organizado el fin de semana, ignorando o dando otras opciones , en la mayoría de los casos coyunturales, al interés del niño deportista" (Blázquez, 1998: 70)

    Por el contrario y en busca de desempeños motrices que contribuyen a la formación polivalente de los escolares, a la satisfacción a partir de lo realizado, del encuentro consigo mismo y la autorrealización física, podemos citar que el niño:


4. Distintos intereses, distintas formas y usos del deporte

    El uso del deporte tiene varios caminos y referentes pedagógicos, citarlos aún brevemente, sirve para conocer sus posibilidades pero sobre todo, para establecer diferencias y posibles aportes a la formación de niños y jóvenes. Estas clasificaciones son:

  • El deporte tecnificado: considera sus objetivos a partir del éxito, supone la competencia de alto nivel, y la depuración de ciertas habilidades que se automatizan en esquemas motores cerrados. Su enseñanza se apoya en el modelo aislado, es decir aquel en el que el docente, primero demuestra el ejercicio técnico- el docente se convierte en el modelo a seguir- , ejecutando paso por paso, posteriormente el alumno lo ejecuta de manera tosca, mediante indicaciones precisas, el profesor corrige los errores de la técnica, luego el alumno los repite tantas veces como sea necesario, hasta llegar a la mecanización y así hasta automatizar cada movimiento técnico.

  • El deporte recreativo o deporte para todos: que se practica en el tiempo libre, busca mejorar la salud y asumir un estilo activo de vida, se fusiona muchas veces con el deporte educativo. La organización de la sociedad permite que se incorpore fácilmente al mundo de la recreación deportiva, disponiendo de instalaciones con la idea del disfrute y aprovechamiento de su tiempo libre.

  • El deporte de rehabilitación: es aquel que busca mediante actividades de integración, compensar diferentes patologías causadas por accidentes, o por cuestiones genéticas, el deporte adaptado forma parte de este tipo de actividades vigiladas con mucha precaución, ya que las personas necesitan revalorarse a partir de su participación. Esta orientación es muy importante ya que los profesores de manera permanente, y ante la lesión de algún alumno, le sugieren cierto tipo de ejercicios o actividades apropiados para fortalecer su autoestima y recuperar un buen estado de salud.


4.1. Formar por medio del deporte educativo

    ¿De qué manera tanto el deporte como la educación física participan en la educación de un niño?, Blázquez señala (1998), "La educación física y el deporte atienden y contribuyen prioritariamente al desarrollo de la dimensión biomotriz, psicomotriz y sociomotriz del alumno, pero sin olvidarse de otras áreas como la cognitiva, proporcionando conocimientos teóricos y la socio- afectiva que tiende aspectos actitudinales , de valores y normas, el hecho de que estos dos ámbitos, tradicionalmente hayan sido campo casi exclusivo de materias escolares de carácter más intelectual y moral no debe quitar la gran incidencia que la educación física y el deporte tienen sobre los mismos".

    ¿Qué hace que el deporte pueda ser educativo?, Blázquez: "Lo educativo de las practicas deportivas no es el aprendizaje de sus técnicas o tácticas, ni siquiera los beneficios físicos o psíquicos de una buena preparación física que sustenta su rendimiento, sino que lo realmente y único educativo son las condiciones en que puedan realizarse esas practicas que permitan al deportista comprometer y movilizar sus capacidades de tal manera que esa experiencia organice y configure su propio yo, logre su auto- estructuración".

    Ejemplo de ello para el nivel primario: el profesor organiza un torneo de baloncesto entre los niños de sexto grado, convoca a los niños a formar sus equipos, publica un rol de juegos e inicia su evento. Un niño sale a la sesión de educación física, y lo primero que hace es emular a sus ídolos deportivos, centra toda su imaginación, su creatividad y su competencia motriz, poniéndola al servicio de la participación, no del rendimiento de su equipo; los niños en general no piensan necesariamente en ejecutar adecuadamente algún movimiento técnico, lo que necesitan es poner a prueba sus potencialidades, jugando, comparándolas con las del resto de sus compañeros, responsabilizándose de sus acciones motrices ante el grupo; de esta manera consigue el reconocimiento en general y al mismo tiempo satisface sus necesidades tanto motoras como afectivas. Cuando termina el juego, le interesa poco el resultado en relación a la experiencia legítima de lo vivido con sus compañeros, es posible que del marcador no se vuelva acordar, pero de las jugadas, de los pases, de las caídas y del entorno del torneo no se olvidará.

    Así mismo encontramos en un juego de béisbol, desarrollado en un patio de escuela -desde luego con las adecuaciones necesarias-, el profesor, a partir de los desempeños motrices de sus alumnos propicia un ambiente de aprendizaje, con características específicas tales como: (véase página 11 ): la cooperación que resulta del trabajo de cada jugador en relación al esfuerzo del colectivo, uno lanza, otros se colocan en las bases, los demás cubren la zonas del patio más desprotegidas; conocen las posibilidades de otros y de uno mismo (competencia motriz) y conforman un pensamiento estratégico de ataque y defensa en relación al equipo contrario, sugieren, de acuerdo a los diferentes problemas de carácter motriz que se van presentando posibles soluciones (resolución de problemas), modifican cambios de posiciones y finalmente promueven el respeto por los compañeros, las reglas, el juego y generan mecanismos de integración y autoestima de sí. El docente se ha convertido en este caso en un observador del proceso, orienta a ambos equipos y delimita los tiempos además de ofrecer garantías en el aprendizaje de valores, a partir del principio de equidad, inclusión y atención a la diversidad.


Conclusión

    ¿Qué propósitos persigue la educación física y cuáles el deporte escolar?, Capel (2002), señala: Desarrollar la competencia física y permitir que los alumnos participen en actividades físicas que valen la pena, promover el desarrollo físico y enseñar a los alumnos a valorar los beneficios de la participación en la actividad física mientras están en la escuela y durante el resto de sus vidas, desarrollar una comprensión artística y estética dentro y a través del movimiento, ayudar a establecer autoestima a través del desarrollo de la confianza en sus capacidades físicas y ayudar a los alumnos a manejar tanto los éxitos como los fracasos en las actividades competitivas y cooperativas", el deporte busca "el desarrollo de habilidades y nociones que promuevan la competencia física de las personas, actividades al aire libre donde los participantes busquen enfrentarse en algún terreno en particular, movimiento estético, actividades de acondicionamiento físico.

    Los niños salen a los patios de las escuelas durante la sesión de educación física motivados por tres razones, (Florence, 2000):

  • Necesidad de movimiento. Los niños deben obtener racionalmente diversas experiencias de motrices, que les permitan liberar energía corporal canalizada a través de conductas ludomotrices y sociomotrices.

  • Necesidad de seguridad. La sesión tiene que garantizarles experiencias exitosas, vencer el miedo de ejecutar acciones, identificarse con sus compañeros, imitarlos y reconocer sus debilidades.

  • Necesidad de descubrimiento. Lo cual implica superar al otro, enfrentarse con otros y consigo mismo, comprender cada acción que realiza y comunicarla al resto de los niños y al propio docente.

    ¿Cuáles motivaciones identifica en sus alumnos hacia la práctica deportiva?

    ¿Estas motivaciones como las canaliza dentro de las actividades que despliega la sesión de educación física?

  • Durante el inicio

  • Durante las actividades centrales

  • Durante el cierre de la sesión

    Como hemos podido constatar, los límites entre educación física y deporte se tocan permanentemente a partir de proponer objetivos claros para su aplicación en niños y jóvenes de la educación básica, estos objetivos tienden a favorecer un adecuado desarrollo de la autonomía motriz , la adquisición de valores, de hábitos y actitudes para fomentar el respeto por los demás, la tolerancia a la diversidad, el aprecio por la salud (sobre todo la propia), el desenvolvimiento en el campo intelectual y afectivo. El deporte educativo aporta estos elementos, garantizando aprendizajes de tipo motor, con los cuales los niños pueden desarrollar competencias motrices cada vez más complejas.

    Los niños se ocupan más de con quien juegan que verdaderamente a qué juegan, el deporte es un pretexto para compartir sus motivaciones y otro tipo de intereses, entre otros los motores, quien debe procurar que estas formas de socialización se den en la sesión es el profesor, el cual estudia la motricidad en sus diferentes ámbitos educativos: Psicomotriz, funcional, de expresión, ludomotriz y el de la iniciación deportiva y el deporte educativo; los cuales son la base para la organización y planeación de sus unidades didácticas, de sus sesiones, y de sus diferentes formas de intervención pedagógica.

    Cada ámbito permitirá sin duda alguna observar al deporte y a la educación física desde una óptica diferente, que se complementan, que buscan metodologías comunes tales como:

  • Disposición adecuada del material a utilizar, que favorezca en los niños los la manipulación de manera eficiente, que los motive llamando su atención.

  • Que las actividades orienten la participación colectiva y activa, sin tiempos prolongados de descanso entre cada acción motriz.

  • Que el docente aprenda a observar a sus alumnos aún fuera del contexto de la sesión misma.

  • Que las tareas a realizar sean diseñadas con ciertos grados de complejidad, pero al mismo tiempo que garanticen éxito en su puesta en marcha.

  • Que se promuevan un amplio repertorio de ejercicios para cada patrón de movimiento a desarrollar.

  • Que la participación sea incluyente, las relaciones humanas se deben cuidar, así como la comunicación entre los alumnos.

    Antes que un niño practique algún deporte, debemos pensar en sus motivaciones para activarse, divertirse, conocerse y reconocer a los demás mediante su propia competencia motriz. En el nivel secundaria será de mucho provecho que en lugar de organizar un campeonato regional o estatal de algún deporte, se lleven a cabo un encuentros ínter escolares, en donde participen todos los alumnos de una misma generación, en eventos deportivos y culturales, que incluyan actividades como el atletismo, fútbol, básquetbol, voleibol etcétera, pero además un concurso de poesía, uno de porras, un baile regional, entre otras actividades que hagan de la sesión de educación física y del deporte uno de sus medios, ejemplos de polivalencia, de participación, de inclusión y de respeto a la diversidad y gusto por las distintas actividades físicas, artísticas y de expresión corporal que un grupo de adolescentes puede llegar a dominar y ejercitar a plenitud.

    Debemos comprender que el deporte y la educación física no nacieron juntos pero conviven en diferentes ámbitos, principalmente en el escolar y por lo tanto cada uno debe conformar su propio campo del saber, el deporte tecnificado, ha tomado ya el suyo, al juntarse con diferentes ciencias, sobre todo las llamadas exactas, la medicina del deporte, la kinesiología, la fisiología, la fisioterapia etcétera. La educación física no necesariamente puede asociarse con las mismas disciplinas del saber, la acción motriz no puede ser exacta, la medición de los niños no da información del la persona en sí. El ser humano es más virtuoso que defectuoso, y es ahí donde debemos mirar a la hora de impartir nuestras sesiones en los patios.


Notas

  1. En la actualidad deportiva se entiende el entrenamiento desde el punto de vista de la preparación y la adaptación para realizar actividades físicas con el objetivo del rendimiento competitivo, ha sido utilizado para la enseñanza y perfeccionamiento de diferentes deportes practicados desde edades tempranas. En el caso de la gimnasia, se sabe que en algunos países desde los 3 años de vida, un niño se inicia con rutinas de entrenamiento de manera sistemática.

  2. Procedimiento que se ha comprobado eficaz y que se aplica a la ejecución de cualquier acción. Dominio de destrezas y habilidades para realizar con eficacia y precisión determinadas acciones motrices. En el ámbito deportivo se denomina técnica a la realización de gestos que se requieren en las distintas modalidades deportivas y que los deportistas mecanizan y utilizan con gran eficacia. Modo de resolver las tareas motrices con precisión.

  3. Conocimientos implícitos, percibir diferentes elementos en el contexto de la práctica. Conocimientos explícitos, elaboración de juicios y estimación de las acciones donde se actúa.

  4. Cualidad para realizar acciones con un grado elevado de eficacia, inteligencia y pericia, caracterizadas por la posibilidad de realizar múltiples patrones de movimiento de manera no arquetípica, útiles para distintas acciones motrices no necesariamente vinculadas con la técnica deportiva

  5. Conjunto de actividades aprendidas durante el desarrollo del juego, que intentan propiciar mejores resultados, capacidad desarrollada para modificar conductas motrices y resolver problemas relacionados con un mejor resultado.

  6. Es el comportamiento de los escolares cuando llevan a cabo una tarea motriz compleja (Conolly). Es el conjunto de procedimientos, actitudes y sentimientos que intervienen en las múltiples interacciones que realiza en su medio y con los demás, incluyendo el escolar, capacidad de enfrentar problemas motrices ya sea en la sesión de educación física o en la vida cotidiana. Inteligencia corporal (Gadner)

  7. Doctrina que proclama el placer como fin en sí mismo en la vida

  8. Idea o expresión demasiado repetitiva de una persona o un acontecimiento, denominada también cliché.


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revista digital · Año 12 · N° 107 | Buenos Aires, Abril 2007  
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