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Introducción

    La problemática relacionada con la selección del talento deportivo históricamente ha sido tratada con cierta dosis de escepticismo, el convencimiento de que el talento aparece de forma espontánea, condujo a muchos a pensar que no era necesario invertir tiempo y recursos en esas cuestiones.

    Hasta hace pocos años, el talento deportivo aparecía de un modo espontáneo- natural, con más probabilidad en aquellos deportes con tradición, arraigo y popularidad, con gran masa de practicantes. Según T. Bompa (1987), la incorporación de un joven al deporte se fundamentaba, sobre todo, en las ideas, el deseo de practicar un deporte, la presión ejercida por sus padres, la especialidad del profesor, la proximidad de instalaciones deportivas, etc.

    Sin embargo, desde hace algunos años, a escala mundial se ha reconsiderado este criterio y hoy día se tiene la certeza de que el éxito de la superación deportiva y de los resultados que alcanzan los deportistas, depende en gran medida de la calidad con que se efectúe el proceso de selección de los principiantes.

    Una buena selección ayuda a concretar los intereses y las expectativas de los niños y adolescentes que se inician en el deporte, y evita la frustración y el consiguiente abandono deportivo por la falta de éxito de aquellos que comienzan sin tener las condiciones previas necesarias.

    La formación de un deportista de alto nivel competitivo, está estrechamente vinculada a la labor de selección, la que ha cobrado mayor interés en la actualidad porque las exigencias competitivas son cada vez mayores y obligan a una selección más temprana, catalogándose como el primer paso en el camino de principiante hasta atleta de elite internacional, lo que justifica que las grandes potencias deportivas del mundo inviertan grandes esfuerzos en promover esta actividad a temprana edad.

    En opinión de Víctor López (1993), la identificación de talentos a una edad temprana, representa un impacto inmediato en el deporte de élite y especialmente en los deportes en que se exige alto nivel técnico, debido a la necesidad de desarrollar patrones motores correctos a una edad temprana.

    Tomando en cuenta estas consideraciones, somos del criterio de que en el caso de los deportes individuales y en particular los de combate, por su propia naturaleza y lógica interna requieren de la aplicación de procedimientos activos para la búsqueda de talentos, basados en la selección científica.

    La selección tendrá un mayor grado de fiabilidad cuanto menos esté influida por factores subjetivos, si bien es cierto que no se puede desestimar la experiencia de los entrenadores, hay que tener presente que el empirismo resulta insuficiente, se hace necesario contar con métodos objetivos y precisos basados en el análisis científico, por lo que el primer paso sería determinar criterios objetivos, que resulten tangibles y puedan operacionalizarse en el proceso práctico de detección del talento.

    Las exigencias de determinadas especialidades deportivas nos llevan ineludiblemente a la selección científica, en especial los deportes individuales, en los que las características morfológicas y funcionales del deportista son absolutamente determinantes para un elevado rendimiento.

    Las características del talento difieren según los deportes, cambiando el orden de importancia de los criterios, en el caso de los deportes de combate, podemos encontrar deportistas que se salen de los estereotipos, modelos o patrones, al no presentar las características morfofuncionales y psicocinéticas óptimas, sin embargo compensan estas desventajas con otras facultades que inciden directamente en el rendimiento.

    La realidad del deporte de competición está condicionada por la búsqueda de altos rendimientos y ha generado la necesidad de elaborar y llevar a cabo una serie de pruebas encaminadas a la detección temprana y posterior selección de los talentos deportivos.

    Adentrándonos un poco más en el tema, encontramos una serie de indicadores que de manera genérica se utilizan en los deportes de combate, íntimamente relacionados con los perfiles de exigencia en estos deportes, sin embargo no debemos perder la perspectiva de la especificidad, ya que cada deporte particular presenta sus matices diferenciadores.

Desarrollo

    A continuación expondremos los principales criterios expresados por diferentes autores en la literatura especializada, como resultado de investigaciones realizadas desde perspectivas disímiles en esta área del conocimiento. Identificar los criterios que puedan tener una repercusión directa en los deportes específicos, un paso metodológico importantísimo para el éxito de la selección.

Criterios generales para la selección de talentos en los deportes de combate

    Según Rubén Cohen Grinvald (2002) los criterios que a continuación se exponen deben ser tenidos en cuenta a la hora de concebir la selección en los deportes situacionales.

• Capacidad general coordinativa

• Destreza específica

• Percepciones especializadas

• Flexibilidad: movilidad articular y elasticidad muscular

• Capacidad de adaptarse a situaciones imprevistas

• Voluntad, interés, disposición para el esfuerzo y tolerancia a la frustración.

    Antonio Simarro Rius, 2001

• Requisitos antropométricos: altura, peso, proporción entre tejido muscular y adiposo, idoneidad física para el deporte en cuestión y otros.

• Características físicas: resistencia en todas sus manifestaciones, velocidad de reacción, fuerza en todas sus manifestaciones, velocidad gestual y otros.

• Condiciones tecnomotrices: equilibrio, percepción espacial, temporal y de distancia, capacidades rítmicas y otros.

• Capacidad de aprendizaje: comprensión, capacidad de observación, análisis, velocidad de aprendizaje y otros.

• Predisposición para el rendimiento: disposición para el esfuerzo corporal, perseverancia y otros.

• Factores afectivos: estabilidad psíquica, superación del estrés y otros.

• Condicionantes sociales: la inserción dentro de un equipo, el entrenador, la familia y otros.

    Laszlo Nadori, 2000.

1. Reacción favorable a estímulos de elevada intensidad.

2. Aplicación correcta y creativa de las técnicas.

3. Soluciones individuales de los problemas.

4. Capacidad de aprendizaje, creatividad.

    Un sujeto dotado de talento:

1. Desarrollará mejor su prestación por efecto de los estímulos del entrenamiento.

2. Responderá mejor a una intensificación de la carga de entrenamiento.

3. Adquirirá rápidamente las técnicas deportivas, desarrollo posterior de los conocimientos adquiridos.

4. Será creativo para afrontar situaciones imprevistas.

5. Será tenaz y asiduo al entrenamiento.

    Cualidades importantes para la mayoría de los deportes de combate: la frecuencia de movimientos, resistencia, coordinación motora, capacidad de combate (es el don de saber utilizar las capacidades condicionales, coordinativas, intelectuales y la habilidad técnica para resolver el objetivo del combate, generalmente de manera personal.

    La capacidad de combate sale siempre de la competición y se puede evaluar o medir de cómo se resuelven las situaciones del combate. En esta capacidad compleja hay dos factores que tienen una importancia decisiva: una buena capacidad de individualizar las situaciones (inteligencia) y de reaccionar adecuadamente (capacidad de coordinación), así prevalece la interrelación entre un componente mental y uno físico. Es la interrelación entre los dos factores lo que es importante en la decisión de la solución adecuada ante las diversas opciones.

    Será necesario a lo largo del entrenamiento tomar más información que sirvan de elementos de juicio para la toma de decisiones:

• Datos que se refieren al desarrollo deportivo (entrenamiento, competiciones realizadas, carga de entrenamiento soportada...).

• Datos que se refieren a las capacidades motoras (interrelación entre fuerza rápida y velocidad...).

• Maduración biológica y datos sobre el desarrollo.

    La selección definitiva del deporte: El objetivo prioritario de esta fase es controlar si la información obtenida es exacta o no. Es la última ocasión que se puede dirigir al niño hacia un deporte concreto.

1. Prestación. Si un joven reacciona de un modo correcto y con rapidez a las exigencias del combate, se puede decir que es un atleta con talento. Las variables a examinar son:
   
   

   • La calidad y la velocidad para entender las soluciones (que es medible).

   • La originalidad de la respuesta (que se puede medir).

   • La calidad y la velocidad en las correcciones de los errores (que es evaluable).

   • La calidad de la anticipación (evaluable).

   • Las características de la personalidad: autocontrol, espíritu de lucha, determinación.

   
   

2. Capacidades motoras: es necesario alcanzar niveles elevados en los componentes condicionales (fuerza, resistencia, habilidades específicas). Lo cual hace necesario elaborar tests específicos para cada deporte.
   
   

3. Datos sobre el aprendizaje: Facilidad y eficacia para aprender los movimientos. Se puede medir el conocimiento de los elementos técnicos y la calidad de ejecución, el número de elementos conocidos, la calidad de las soluciones, el número de las combinaciones individuales, el conocimiento de las variantes tácticas de defensa y ataque.
   
   

4. Personalidad. Interés hacia el deporte, buena calidad en sus relaciones, esfuerzo para alcanzar mejores resultados.

    Según Klisouras (1985), existen cuatro factores que determinan el rendimiento físico: ambientales, sociales, psicológicos y biológicos (producción de energía, función neuromuscular y rasgos somáticos).

    Bouchard, C., Brunell G. y Godbout P. (1973), determinan las siguientes medidas para la detección de talentos:

• Morfológicas: estatura, envergadura, somatotipo, peso y otras.

• Orgánicas: articulares, dinamométricas y de fuerza dinámica, espirométricas, cardiorrespiratorias …

• Motoras y perceptuales: coordinación general, tiempo de reacción, rapidez de movimientos segmentarios, destreza …

• Psicológicas: ansiedad, personalidad y tolerancia al dolor, fundamentalmente.

• Situacionales y demográficas: acceso y disponibilidad de instalaciones, apoyo externo, atención médica y otras.

    Kunst y Florescu (1971) concluyeron que los principales elementos de la performance descubiertos con motivo de la selección de un atleta son:

1. La capacidad motriz.

2. La capacidad psicológica

3. Las cualidades biométricas (tipo de conformación (somatotipo) y medidas antropométricas).

    Por su parte, Harsany y Martin (1987), proponen como criterios las características antropométricas, físicas, fisiológicas y sociales.

    A partir de distintos factores generales y aunando la opinión de diversos autores, Bompa (1987), cita los siguientes criterios para la selección de talentos deportivos: salud, cualidades biométricas o medidas antropométricas, la herencia, la proporción de fibras musculares rojas y blancas, las instalaciones deportivas y el clima, y la disponibilidad de los especialistas o el nivel de conocimientos del entrenador.

    Volkov y Filin (1989) consideran que en el caso de los deportes de combate (duelos deportivos), los atletas presentan un conjunto de requisitos específicos que es necesario tener en cuenta con vista a la selección. Los movimientos que son producidos por el deportista, tienen en lo fundamental el carácter de velocidad y fuerza, las acciones técnico-tácticas son dificultadas por la resistencia activa del adversario, complejo conjunto de desplazamientos y de acciones ofensivas y defensivas en un tiempo rigurosamente limitado, el éxito del deportista depende de si sabe valorar correcta y oportunamente la conducta del contrincante.

    Una estrategia de selección en los deportes se puede estructurar de la siguiente forma:

1. Elaboración del perfil de la especialidad deportiva.
   
   

2. Conocimiento de los deportistas recogida de datos sobre determinadas cualidades y aspectos relacionados con los sujetos.
   
   

3. Selección de las variables que ofrecen una repercusión máxima en el rendimiento.
   
   

   • Cálculo de todas las correlaciones de todas las variables entre si y con el rendimiento.

   • Selección de las variables una a una, que van aumentando el rendimiento máximo.

   
   

4. Establecer la ecuación de regresión múltiple.
   
   

5. Predicción del rendimiento.
   
   

6. Desarrollo de la acción correctora posterior al resultado competitivo.
   
   

7. Determinación de los niveles a alcanzar en las variables mejorables mediante la acción del entrenamiento para lograr un rendimiento óptimo en la competición.

Algunos criterios particulares por especialidades deportivas

    Boxeo:

• Capacidad de concentración, intensidad y distribución de la atención.

• Coraje, audacia, decisión y perseverancia.

• Sentido de la distancia.

• Ritmo motor (efectuar los golpes rápidamente).

• Coordinación e inteligencia táctica

• Movimientos especiales (golpes, defensas, combinaciones)

• Velocidad de recepción y procesamiento de la información.

• Precisión de las características espacio - temporales de los movimientos.

• Elevadas capacidades cardiorrespiratorias (resistencia del combate).

    Esgrima:

• Tiempo de reacción

• Coordinación

• Inteligencia táctica

• Resistencia a la fatiga y al stress.

• Capacidades anaeróbicas y aeróbicas elevadas.

    Judo:

• Coordinación

• Tiempo de reacción

• Inteligencia táctica

• Gran flexibilidad y gran diámetro bi-acromial.

    Lucha:

• Coordinación y tiempo de reacción

• Capacidades anaeróbicas y aeróbicas elevadas

• Inteligencia táctica

• Diámetro bi-acromial extenso, largos brazos.

• Fuerza en flexores y extensores de antebrazos.

• Desarrollo de la fuerza de brazos y piernas.

• Rapidez en acciones de ataque y de respuesta.

• Grado de movilidad de la columna vertebral y articulaciones.

    Taekwondo:

• Flexibilidad (movilidad articular)

• Coordinación y tiempo de reacción

• Capacidades anaeróbicas y aeróbicas elevadas

• Inteligencia táctica, anticipación

• Diámetro bi-acromial extenso, largas extremidades.

• Tolerancia a la fatiga y el stress

• Control espacio temporal y de fuerza de los movimientos.

• Elevado nivel de resistencia durante el combate.

Conclusiones

    Al hacer una síntesis de la información contenida en el presente artículo, resulta necesario precisar que la determinación de los criterios de selección, constituye el primer paso en la elaboración de cualquier estrategia, sistema o modelo de selección. Deben derivarse de forma lógica a partir de los perfiles de exigencia de cada modalidad deportiva. Requieren ser valorados desde dos perspectivas o enfoques diferentes: primero, como aptitudes, condiciones o predeterminantes que deben hacerse evidentes en el aspirante; segundo, como indicadores que permiten expresar juicios de valor acerca de las potencialidades atléticas (intensidad de talento), que se aprecien en los aspirantes a iniciarse en la práctica de los deportes de combate. Estos criterios se interrelacionan de forma armónica y sistémica, complementándose entre sí durante el proceso de selección. En la práctica resulta difícil encontrar individuos que posean igualmente desarrollados todos los atributos necesarios: anatomofisiológicos, físicos, técnicos, tácticos, psíquicos, otros; por lo que resulta necesario la observancia del principio de la compensación.

Bibliografía

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revista digital · Año 11 · N° 104 | Buenos Aires, Enero 2007   © 1997-2007 Derechos reservados