Prólogo desde los llanos, sobre el libro 'Cuando rueda el balón, escritos y crónicas de fútbol', de Héctor Zavala Rivas | |||
México D.F. (México) |
Juan Amael Vizzuett Olvera hezavala24@yahoo.com.mx |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 104 - Enero de 2007 |
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El fútbol, coreografía improvisada e impredecible, ha contado con numerosos cronistas, con no pocos charlatanes y con legiones de amantes, pero, al menos en nuestro medio, han sido raros los trabajos de estudio serio, comprometido, frutos de verdaderos aficionados. Este trabajo de Héctor Zavala se distingue de las ediciones que dominan actualmente el tema futbolístico por una razón esencial: lejos de ser un trabajo asignado por contrato y por encargo a un investigador sin más estímulo que una retribución económica, es un esfuerzo consciente y entusiasta de un aficionado genuino, uno de esos seres que aceptan su pasión con todo el riesgo anímico que ello encierra.
Héctor no es un redactor ajeno al fútbol, ni un destajista que cumple con su compromiso previa investigación fugaz, destinada a reiterar lugares comunes, errores elementales aceptados como verdades, visiones sesgadas y aseveraciones superficiales. Su libro es reflejo de quien ha pasado muchos años como jugador en los llanos y como conocedor en las tribunas. No es el aficionado entusiasta por decreto, fabricado a imagen y semejanza del modelo "posmoderno" que remeda a las barras bravas con saltos, cantos y pinturas faciales. Es el aficionado crítico, el hombre con capacidad de análisis y con inquietud de búsqueda que cuestiona los orígenes de su deporte favorito, sus errores y alcances, así como las transformaciones que éste ha sufrido a lo largo del tiempo, porque el fútbol actual no es ya aquel que vio brillar a una "legión extranjera" de seleccionados sudamericanos (Muñante, Marín, Quintano, Reinoso, Rodríguez Vega, Vera, Albretch), como aquel fútbol no era ya el que se caracterizó por los enconados choques entre los equipos españoles y los mexicanos.
Habituados al inmediatismo y a los relatos presurosos vendidos como toscos "documentales", no analizamos ni hurgamos a fondo: contemplamos imágenes, recitamos frases hechas y aceptamos lo que se nos ofrece porque no tenemos alternativa.
En este contexto, el presente libro nos ayuda a entender muchas cosas y a darnos cuenta de que eso que ahora vemos en nuestras canchas no es un fenómeno natural, inevitable ni universal, sino producto concreto de una serie de circunstancias que no se dan en otras latitudes.
Ejemplo de ello son los datos relativos al origen del apego a unos colores: lo que en Buenos Aires se deriva del orgullo de barrio y en Inglaterra de la identidad regional, en México se deriva de la televisión, un rasgo que se repite en otros aspectos de la vida cotidiana, como el lenguaje coloquial, cada vez más semejante al de las series dobladas a un español neutro donde nadie tiene coche, ni carro sino "auto"; donde nadie conquista a una muchacha, sino a una "chica" y donde nadie invita una copa, sino "un trago".
Así, nuestros llanos se pueblan de uniformes repletos de publicidad comercial idéntica a la que portan los clubes profesionales, a los que Héctor define acertadamente como herramientas publicitarias de grandes compañías; nuestras tribunas se pueblan de "perras bravas" descamisadas y saltarinas, mientras los aficionados conocedores se aíslan más y más.
Todo tiene una explicación, incluso la decreciente eficiencia de los equipos, la imposibilidad para producir los jugadores que necesitan los equipos locales o las magras cosechas de goles y de emociones por partido disputado.
Con rigor y compromiso, Héctor nos ofrece una obra que deben conocer todos los buenos aficionados, esos que, como dice el maestro Eduardo Galeano, van por los estadios, sombrero en mano, implorando una linda jugadita por el amor de Dios.
Héctor Zavala RivasPorque el fútbol es una manifestación cultural semejante al jazz: exige buenos pulmones y capacidad para improvisar a partir de la ágil inspiración, que sólo puede nacer cuando se juega por alegría. Lo mismo puede decirse de quien escribe sobre el fútbol: sólo quien lo hace por el gusto y la necesidad personal de hacerlo, puede ofrecer al lector una obra disfrutable y enriquecedora. Tal es el caso de este libro y ojalá pronto otros autores sigan por ese mismo camino.
revista
digital · Año 11 · N° 104 | Buenos Aires,
Enero 2007 |