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    Me llamo Nuria tengo 22 años y soy nativa de un pueblecito llamado El Rompido (Andalucía), y estoy diplomada en educación física, además de ser monitora entre otros deportes como es el balonmano. Trabajo impartiendo clases este deporte a niños entre 10 y 12 años, en el polideportivo de un pueblo próximo. Actualmente me encuentro preparando las oposiciones de mi diplomatura, con el único fin de realizado mi sueño que es el impartir clases de Educación Física.

    Una vez ya presentada quisiera exponer el lugar que ocupa el deporte en mi vida y más en concreto la educación física.

    Finalizados mis estudios de bachiller y selectividad, al igual que muchos de mis compañeros de clase, no sabía por que carrera optar y la verdad es que no tenía mucho tiempo para pensármelo. Por otra parte no quería dejar uno de mia hobbies favoritos como es el deporte en general, por tener que cursar otros estudios y que estos ocuparan mi mayor parte del tiempo.

    Tras éste y otros dilemas llegué a plantearme en mi vida estas dos preguntas ¿Vivir la educación física? ó ¿Vivir de la Educación Física? y la conclusión es el resultado de cómo me decidí a ser diplomada en Educación Física.

    Ha sido una de las decisiones más difíciles tomadas en mi vida, pero quizás la más gratificante. Quién me iba a decir a mí que podía llegar a trabajar en algo que había estado presente a lo largo de toda mi vida y que además me brindaba la oportunidad de labrarme un futuro por medio del deporte.

    En la actualidad me encuentro preparándome las oposiciones como y a comenté anteriormente y la verdad que es un mundo un tanto diferente a lo que me esperaba, por diversos motivos.

    Uno de ellos, es que si quiero conseguir una plaza en el mundo de la enseñanza, tengo que dedicar en cuerpo y alma, con lo cual a lo largo de este proceso tengo que privarme de aquello que más me gusta y paradójicamente es el deporte.

    Sí y digo el deporte, porque con tanto estudio apenas puedo entrenar en mi equipo de fútbol femenino, en el cual me encontraba antes de iniciarme en este proceso, y dejo relegado el deporte a pequeños momentos con la intención de evadirme y recupera fuerzas para continuar.

    Por otro lado, como es sabido el proceso de las oposiciones es un tanto costoso en cuanto se refiere a cuestión económica, con lo cual no me queda más remedio que trabajar para sacarme algún dinero para habérmelas con los estudios, y que mejor manera de hacerlo con lo que realmente se hacer que es a través del deporte, impartiendo clases de balonmano.

    Otro de los motivos, es que en este mundo de los oposiones existe una gran rivalidad entre los mismos aspirantes, es decir, entre aquellas personas que son interinos y cuentan ya con cierta experiencia y con lo cual cuentas con más méritos que aquellas personas, entre las cuales me incluyo, que nos presentamos por primera vez y apenas tenemos méritos.

    Claro esta que esto es pura competición al igual que en el deporte y la realidad de la vida en sí misma. Y en cierta manera me gusta, ya que hace sacar aspectos tan desconocidos de nosotros y a la vez que sin esos momentos de incertidumbre que te ofrece esa competitividad que sería de la vida. Pero me parecería más justo, que al igual que en cada deporte, los aspirantes a esta competición partieran desde el mismo punto de salida.

    Para finalizar decir, que si no consiguiese aprobar las oposiciones, no me rendiré, ni tiraré la toalla, puesto que mis aspiraciones en la vida no se quedarán apagadas por un simple examen. Y seamos sinceros son infinitas las salidas que tiene la educación física al mundo laboral, con lo cual seguiré viviendo la educación física e intentaré vivir de la Educación Física.

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revista digital · Año 11 · N° 103 | Buenos Aires, Diciembre 2006   © 1997-2006 Derechos reservados