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Foto de los triples campeones olímpicos, Teófilo Stevenson y Félix Savón al lado del
mejor entrenador del siglo XX, Dr.C. Alcides Sagarra Carón.

Introducción y enfoque

    No cabe dudas para estos autores, que el hombre como género nace con un potencial perceptivo visual, pero la visión o la habilidad para que el boxeador pueda identificar, interpretar y comprender lo que se percibe se aprende y desarrolla desde la iniciación deportiva.

    En este sentido podemos afirmar que no vemos con nuestros ojos o con nuestro cerebro; si no que la percepción visual es la que recibe y procesa el 85% de la información que captamos, la cual es visual.

Desarrollo

    Numerosos autores han descrito la percepción visual como el sentido que recoge mas información de lo que pasa a nuestro alrededor (Devore y Devore, 1981; Kerr, 1982; Gregg, 1987; MacLeod, 1991; Magill, 1980; Mayoral, 1982; Revien y Gabor, 1981; Schmidt, 1988). MacLeod (1991) expresan demás que para el rendimiento motor, la visión es el sistema receptor más exacto por el cual recibimos información del movimiento consciente, de los objetos y de las características espacio-temporales del entorno.

    Por otra parte, Kerr (1982), afirma que la mejor forma de conocer la realidad es por medio de la percepción visual. A su vez, Roncagli (1992), asegura que a través de la visión, el hombre recibe mas de dos tercios de la información sensorial que le llega al cerebro y que esta experiencia puede ser analizada, entrenada, mejorada, orientada y educada para mejorar su rendimiento.

    Como otros sistemas del cuerpo humano, el órgano perceptivo visual también puede mejorar su capacidad de funcionamiento si es sometido a entrenamiento deportivo.

    Así, el objetivo del entrenamiento perceptivo visual es "obtener y mantener la máxima eficiencia en el funcionamiento del sistema visual del boxeador." En este aspecto, destacamos a Medvedev (1969), cuando planteo que muchos de los errores que se cometen en los deportes no se deben exclusivamente a cuestiones de tipo técnico, sino a defectos en la recepción de la información del entorno donde se desarrolla la actividad.

    En este mismo sentido Solé (1992), opina que si el deportista manifiesta deficiencias en sus analizadores visuales, la información que recibirá será insuficiente y por tanto retrasará su proceso de aprendizaje.

    Por ello, para los entrenadores de la Escuela Cubana de Boxeo, el "ver bien", supone obtener el máximo rendimiento que el sistema perceptivo visual del boxeador le permita en todas aquellas habilidades visuales que este deporte demanda.

La anticipación como causa sustancial de la percepción visual del boxeador

    Los entrenamientos deportivos actuales, encuentran en la habilidad visual, parte importante para fundamentar las capacidades o premisas del rendimiento del boxeador, y en este espacio nos encontrarnos con la anticipación o capacidad para actuar de forma adelantada en los parámetros espacio-temporales del deportista.

    En este sentido el catedrático P.K. Anojin. Definió la anticipación como la capacidad del cerebro para adelantarse al futuro en respuesta al estímulo actuante solamente en el presente. Asiendo alusión a lo anteriormente descrito se denota como este reflejo le proporciona al cerebro, una información absolutamente adecuada sobre lo consecutivo y reiterativo de series de fenómenos que indiscriminada enfrentamos.

    En este sentido hemos retomado además al especialista Bermúdez, A (2002), cuando define como en el plano psicológico, la anticipación representa la manifestación de la actividad cognoscitiva del sujeto, que le permite, responder a los estímulos actuantes en el presente, preveer los acontecimientos futuros utilizando la experiencia acumulada, y además, estar preparado para el encuentro con ellos. Como escribió S.B. Guelerschtein (2) ninguna apreciación, ninguna acción del pensamiento se construye cada vez de nuevo, ellas contienen en sí mismas el pasado.

    Estos postulados teóricos unidos a la experiencia de la Escuela Cubana de Boxeo, en función de los entrenamientos psicológicos, asume los cinco niveles de la manifestación de la anticipación (B.F. Lomov, E.N. Surkov):

• Nivel Subsensorial: Es el correspondiente a las predisposiciones neuromusculares y a los movimientos inconscientes que aseguran diversos efectos tónicos y de posición tónica en los cuales está relacionada la ejecución del próximo movimiento.
  
  

• Nivel Sensomotor: En el mismo la anticipación aparece como expresión de la más elemental diferenciación espacio-temporal y de adelanto al estímulo.
  
  

• Nivel Perceptual: Se caracteriza por la ulterior complejidad de la integración psíquica, cuya consecuencia es la actividad del individuo en el efecto final de adaptación y síntesis de la experiencia anterior; aquí se utilizan los esquemas de anticipación (las imágenes repetidas de la representación) los cuales permiten dividir los conjuntos, por adelantado imaginar las reacciones posibles y seleccionar precisamente aquella que responde al objetivo.
  
  

• Nivel de Representación: Presupone un uso activo de los esquemas estructurales de la memoria operativa y de larga duración. Sobre esta base surge el efecto específico de la anticipación panorámica. Esto significa que el deportista se orienta no sólo en lo que ve delante de él, sino también en aquello que está fuera de su campo visual, en aquello que, aunque todavía no está, tiene que ocurrir. El efecto de la anticipación panorámica se experimenta como la continuidad espacio-temporal en la cual actúa y actuará la persona.
  
  

• Nivel Lógico-verbal: Anticipación a nivel de las situaciones (acciones) principalmente intelectuales. Está relacionado con una complejidad aún mayor de los mecanismos de integración psíquica y la manifestación de otras formas, cuantitativamente nuevas, de la anticipación. A este nivel la generalización y clasificación de las situaciones (acciones) está probablemente relacionada con el aumento de la influencia del factor semántico y con la utilización del lenguaje externo e interno.

    Sobre la base de esta información, y los resultados de la investigación - acción que llevamos a cabo en esta prestigiosa institución deportiva, nos permite constantemente renovar las experiencias acerca de la anticipación y la preparación de la acción, en este sentido el boxeador puede formular hipótesis sobre los sucesos esperados, pero el manejo de las hipótesis en el uso del lenguaje exterior e interior engendra una nueva forma de previsión. Para el nivel lógico verbal de la anticipación son característicos también sus efectos específicos cognoscitivos, como lo es, el prever las situaciones e intenciones del adversario y las diferentes formas de su dirección refleja.

    La dirección refleja es un proceso de transmisión al adversario, de determinados datos para la posterior toma de solución táctica. Cualquier movimiento de finta, maniobra, engaño o forma de enmascaramiento de las acciones auténticas, se incluyen en la dirección del reflejo necesario que se fecunda en el desarrollo del mecanismo perceptivo visual del boxeador.

    El complejo proceso de anticipación en la estructura del pensamiento durante la solución de tareas combativas, en condiciones de contraataque o ataque a la acción del adversario también esta anticipado de la percepción visual. Es por ello que la anticipación está apoyada en la coordinación de las intenciones del boxeador y la estrategia general para la conducción del combate. Aquí, la anticipación se sustenta además en las señales del lenguaje externo (acciones, gestos, mímica, etc.) y señales orales; gran parte de las mismas tienen también la función de regulación de las intenciones y de las acciones del boxeador.

    Es por ello que retomando a la especialista Bermúdez, A (1996), así como A. Rodiónov, N, Jodádov y I, Degtiariov, (1982), podemos arribar a las siguientes formulaciones acerca de las proposiciones teórico-práctico con respecto a la anticipación:

• En primer lugar, la anticipación puede ser considerada como una función gnoseológica especial, sobre la base de la cual descansan los mecanismos integrales del trabajo del cerebro y, desde el punto de vista del funcionamiento de los procesos psíquicos de diferente nivel de formación, su sistematización.

• En segundo lugar, a cada uno de los niveles individuales de la anticipación le corresponde un nivel rector de la estructuración y la sistematización de los procesos psíquicos que aseguran uno u otro diapasón de su efecto adelantado.

• En tercer lugar, la amplitud del diapasón de las capacidades de solución de los procesos de anticipación y su efectividad, se basan en el análisis y la síntesis de la experiencia pasada, en la constante comparación con los sucesos actuales (del momento) y lo que tiene particular importancia en la extracción selectiva de la información.

    Concerniente con todo lo antes expuesto, consideramos que la característica esencial de la anticipación radica en que ella no es solamente el adelanto espacio-temporal, sino también una organización secuencial que encuentra su génesis en el desarrollo de la percepción visual y al completamiento del pronóstico mental.

    Por ello en el boxeo de alto rendimiento, debemos destacar estas premisas de rendimiento psicológico, como contenido entrenable, debido a las exigencias de las acciones rápidas y cambiantes del boxeo actual, y como contenido pedagógico se prioriza alcanzar un estado de seguridad en el plano psicológico y táctico del boxeador, lo cual favorecerá las soluciones motrices unidas al gran número de tareas a enfrentar, donde la incertidumbre psicológica se encuentra en la necesaria predicción de las acciones y conductas del boxeador y su necesidad de superar al adversarios.

    La certeza pronostica está condicionada por la mayor o menor exactitud en la autovaloración y la valoración del boxeador. Además, está determinada por el nivel técnico - táctico del atleta y por su capacidad perceptiva visual ante las acciones del adversario.

Conclusión

    Los actos de discernimiento de las acciones ofensivas y defensivas del boxeador están vinculados no sólo a su identificación, sino a la mayor o menor efectividad de su predicción. Por ello la base en la formulación actualizada de determinadas hipótesis y su posterior comprobación (verificación) a partir del dominio e identificación de acciones específicas durante el desarrollo de las situaciones combativas también están determinadas por le eficiencia perceptiva visual y la optima anticipación de la acción.

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