La salud y la enfermedad en la modernidad | |||
Profesores de Educación Física. Licenciados en Educación. Diplomados en Educación en salud y Bienestar Humano. Facultad de Artes y Educación Física. Departamento de Educación Física, Deportes y Recreación. Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. |
Lorena Matta Pincheira Ángel Osorio González profeangel2000@yahoo.es (Chile) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 100 - Septiembre de 2006 |
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"La Modernidad es la negación absoluta de toda trascendencia.
Todo pasado es sólo eso, pasado y deberá ser mantenido en ese lugar".
Antoine Guercy (3.1)Introducción
Guercy menciona claramente la dicotomía que existe entre creencia y razón, representadas por los Mitos y la Racionalidad respectivamente. Dentro de ésta concepción entendemos a la Creencia como una arista de la fe, la cual se ve plasmada y es tangible desde la subjetividad (individuo) y a la "Razón", como a aquella plataforma que hace sentir triunfadora a la Racionalidad, a través de lo puramente objetivo, lo palpable, lo concebido exclusivamente por las leyes naturales, que buscan respuesta absoluta en la ciencia. Al respecto cabe mencionar a la Dra. Adriana Schnake, quien desnuda a la ciencia, ante los ojos de sus seguidores, describiéndola como una "Diosa" con gran poder a la cual hemos adorado y de uno u otro modo nos ha mantenido de rodillas frente a ella buscando explicación a todas y cada una de las cosas que nos merecen dudas. Una Diosa dice, "que ha logrado sobrevivir y fortalecerse en éste último tiempo, gracias a la misteriosa complicidad del hombre con aquello que lo trasciende". (11.2) Este último tiempo, al que Schnake hace referencia, deja entrever claramente el concepto de "Modernidad".
En éste sentido y observando desde un punto de vista más ligado al pensamiento no racional (entendiéndose el concepto: como aquello que es inundado por las emociones más profundas), no cabría la menor duda que la Modernidad es un período que trasciende más allá de la simple era Industrial (hecho con el cual se relaciona fuertemente el nacimiento de la Modernidad).
En base a lo enunciado, se vislumbra la problemática fundamental de este ensayo, el cual deja entrever el escaso poder que genera en los individuos "Modernos", aquella creencia popular y ese sentir particular que nos caracteriza como seres únicos, donde las "ciencias" y las tecnologías no tienen cabida. No obstante, este negativo episodio de la Modernidad, caracterizado por los avances científicos en todas las áreas y en especial, en aquellas que conciernen al área de la Medicina, han jugado un papel absolutamente protagónico arrastrando a su paso, a la Salud y la Enfermedad, no considerando que esta ultima, independientemente de sus causas biológicas naturales (análisis Médico), no puede ser explicada solamente por un factor biológico, sino también, por su alto componente Psicológico y Social.
DesarrolloEl marco hegemónico que se vive en esta época, está dado fundamentalmente por la Ciencia (avances científicos y tecnológicos, en todas las áreas).
Aquello que llamamos ciencia, nos mantiene flotando en el espacio. No nos permite descubrir lo que somos, y "nos niega la posibilidad de trascender y ver desde otras dimensiones lo que hay más acá de nosotros, no sólo lo que posiblemente se encuentra más allá". (11.144)
Esto deja de manifiesto una pugna entre la perspectiva que plantea la existencia del Alma, aquella forma de sentir tan particular de los seres humanos, que aparece desde nuestro interior más allá de lo puramente corporal, pero que es relegada a un lugar poco significativo y nuestra racionalidad, la que mantiene ciertamente un lugar destacado en nuestro diario vivir.
La Modernidad puede ser entendida hasta ahora, como todo aquello que involucra la razón, negando todo lo que no puede explicarse si no a través de la ciencia, dejando a la creencia popular, fuera del conocimiento universalmente aceptado. Dentro de esta concepción de creencia, la "Salud", entendida como ente fundamental del "Bienestar Humano" es atacada por diversas "Enfermedades" con mayor o menos rudeza, las que son pesquisadas por medio de exámenes Bioquímicos, Radiodiagnósticos e Imagenologías, donde indudablemente interactúan la Ciencia, la Tecnología y el Discurso Médico. "La persona enferma ya no es dueña ni siquiera de su propio cuerpo. Más que de los Médicos o la medicina, ha quedado presa del discurso médico, y lo que habla por ella es, sin duda, su cuadro clínico. Los terapeutas hacen su aporte a la comprensión de la enfermedad, y se acercan al enfermo absolutamente insertos en el discurso médico, buscando otras etiologías. La Enfermedad: ella es la que reina" (11.27). Cabe mencionar en este preciso momento a Guercy, en su ensayo de "Modernidad y Mitología", en el cual señala que: "la Ciencia (el saber), y su hija la Técnica (el Poder)... comienzan a sustituir a Dios" (3.2).
Este planteamiento que niega el conocimiento popular y ultra sensorial determina una única forma de solución al problema de la salud y al tratamiento de las enfermedades, como si se tratase de una simple ecuación matemática donde sumando dos más dos es igual a cuatro, dejando en completo abandono la esencia del hombre (el alma), su interior, quedando el enfermo absolutamente desolado. Al parecer, ante los ojos de la Ciencia todos los seres humanos somos iguales, es decir, la Medicina Moderna insiste en encasillarnos en una enfermedad determinada, sólo y absolutamente en base a resultados químicos y físicos, pasando por alto la subjetividad, que identifica a cada ser humano como la huella digital.
Cabe señalar al respecto, que los mismos demandantes de esta "tan avanzada Medicina Moderna", la han entendido así, razón por la cual ven su enfoque científico como única posibilidad de salvación.
Vale la pena detenerse a pensar en este instante, si ante la posibilidad de enfrentar una enfermedad grave preferiríamos entregarnos a esta ciencia y tecnología médica absolutamente impersonal, para que mediante exámenes y análisis de todo tipo, se nos den tratamientos "genéricos" los que de algún modo, han sido eficaces según las estadísticas médicas para combatir una enfermedad particular, la que en cierta forma estamos entendiendo como nuestra enemiga1. Todo esto sin importar lo que estemos sintiendo o podamos sentir durantes o después del tratamiento, o que complicación nos podrá traer a futuro dicha intervención. En otras palabras, la ciencia médica busca responder a las diferentes afecciones, basada en datos estadísticos generales. Ilich, en su trabajo denominado "Némesis Médica", afirma que en los últimos quince años, la Medicina Moderna ha sido la creadora de un gran número de enfermedades, producto del tratamiento generalizado indicado al paciente ante la enfermedad por la cual realmente ha consultado (intervención médica). A esta problemática Moderna que involucra a la Medicina, la Salud y la Enfermedad, Ilich la ha llamado "Yatrogénesis".
Por su parte los Médicos, cada vez están más lejos unos de otros ensimismados en sus especialidades y sub-especialidades, tratando de destacar entre sus pares, lo que hace aún más difícil el "trabajo" con el paciente como un todo. Éste camino conduce inevitablemente a la cercenación de la persona. "Cuanto más compleja y desafiante para la ciencia médica es una enfermedad, más especialistas intervienen en el enfoque y tratamiento. Cada uno puede mirar exclusivamente desde su perspectiva y, por consiguiente, ver sólo la parte que conoce o cree conocer" (11.37). Al respecto, la Dra. Adriana Schnake hace una sutil pero clara crítica a sus colegas especialista en el área de la medicina. Menciona en su libro "los diálogos el cuerpo", que los Médicos, lo único que hacen es dividir al paciente, interviniéndolos por parte y jamás atendiéndolos como un todo, incluso, señala que los Psicólogos y Psiquiatras -sus colegas más cercanos- que trabajan con la mente y el sentir de los sujetos propiamente tal, son incapaces o se sienten incompetentes al atender un caso con claros antecedentes orgánicos, y viceversa; los Médicos "Orgánicos" , como llama ella a aquellos médicos que se preocupan exclusivamente de las enfermedades que aquejan al soma, sólo entienden de afecciones referentes a lo físico, lo tangible, lo acusado por el resultado de un análisis clínico de Laboratorio o Radiodiagnóstico, desatendiendo por completo el sentir particular del individuo …¿podrá esta sencilla palabra hacer luces e identificar al sujeto como un ser indivisible? (in - dividuo)
Esta división del individuo, según la visión de los Gestalistas, entre ellos la Dra. Adriana Schnake, es absolutamente contraproducente al momento de tratar a un paciente que acusa una determinada enfermedad o dolencia, que si bien puede manifestarse como física, pero que no necesariamente puede serlo, y aun cuando lo fuera, en muchos casos, no basta con localizar la parte afectada y tratarla en forma aislada. En cierta medida, esto podría transformase en una solución momentánea, que de algún modo saneará sólo superficialmente el problema. "El todo es muy diferente de la suma de sus partes" -Gestalt, Friederich Perls- (12.23)
Surge también otra interrogante, que vale la pena mencionar y que dice relación con el pensar de la Medicina: …puede ser que la Medicina Moderna, gracias a su omnipotencia adquirida, por tener de su parte a la ciencia y la técnica, se dé cuenta de lo vulnerable que puede llegar a ser el hombre ante la presencia de la "enfermedad", de lo insignificante y pequeño que puede sentirse frente a su furiosa presencia y que de algún modo le hace sentir protegido y atendido, pese a sus enormes falencias en ese aspecto en particular, que al parecer no tiene gran importancia en nuestra cultura occidental …"nunca está más carenciada una persona que cuando está enferma…dependiendo del trato y afecto del otro". (11.6).
Pero todo no termina ahí, puesto que cuando los resultados médicos (ciencia y tecnología) practicados a un paciente para corroborar un diagnóstico no dice relación con lo que el sujeto manifiesta sentir, o dicho en otras palabras, cuando el sujeto ante el análisis clínico se encuentra totalmente sano orgánicamente, la ciencia (Modernidad) a través del llamado Discurso Médico se libera de culpa y responsabilidad llamando a éste caso como una "Enfermedad Psicosomática", entendiéndose el concepto como aquella enfermedad en que la mente estaría actuando por alguna razón en forma negativa sobre el cuerpo del propio paciente, pero no se indaga más allá analizando por ejemplo, el problema desde su esencia, desde el sentir del sujeto.
En este sentido, cuando la Medicina Moderna debe enfrentar la "muerte" de un paciente que ha sido tratando medicamentosamente sin resultados clínicos positivos aparentes, no titubea en señalar que ella ya no puede hacer más por dicha persona, que escapa de sus manos y de la Ciencia, reconociendo recién en ese momento tan trascendental, que no todo puede ser controlado por la Ciencia y la Tecnología, que también éstas son vulnerables. Más aún, cuando se trata de explicar lo inexplicable a través de la ciencia, por ejemplo, cuando un paciente que ha sido desahuciado por la medicina Moderna y este se cura en forma espontánea, el discurso médico, nuevamente, no duda en atribuir el hecho a un "milagro", volviendo con ésta última palabra a donde comenzamos, justamente ahí donde aquella creencia popular puede más que la ciencia, la tecnología, el saber y todos ellos actuando en conjunto; quedando la Modernidad y todo su entramado sociocultural en relación a la salud y la enfermedad, en un plano absolutamente vulnerable.
Cultura Mapuche, salud y enfermedadCabe destacar en este preciso momento, la forma de pensar y actuar que tiene la Cultura Mapuche al enfrentar la salud y la enfermedad. Francisco Chureo, Director del Hospital Intercultural MAKEWE PELALES (Temuco - CHILE), menciona que, ellos aconsejan al enfermo interactuar y conversar con su enfermedad; porque ella vive, existe en algún lugar y tiene un origen. Señala además "que nadie puede vencerla porque es una cosa viva, que escucha y que está en todas partes. La enfermedad llega a nosotros cuando transgredimos la naturaleza o cuando estamos muy tristes…" (5.3). Si bien ésta palabras, dentro de éste contexto de salud y enfermedad en la Modernidad, son dichas por un hombre sin estudios formales de Medicina (al menos, dentro de lo que entiende el mundo occidental por estudios formales de Medicina), el tema está profundamente tratado por la Médico en Psiquiatría, Adriana Schnake. La esencia de su libro "los Diálogos del Cuerpos", abarca la temática mencionada por Francisco Chureo, que dice relación con escuchar el mensaje que nos tiene la "Enfermedad", "que en muchos casos si se la trata como una verdadera mensajera de la Salud. La enfermedad -cuando no ha producido cambios estructurales de importancia- se retira luego de cumplir con su objetivo, haciéndolo tan misteriosamente como vino. En la medicina moderna, a esto casos se les ha conocido como curas espontáneas" (11.70)
ConclusionesCabe destacar una vez más lo aventajados que están de los occidentales, aquellos pequeños pueblos que se encuentran alejados de la Ciencia y la Tecnología, ya sea por accidente o simple elección, que con su educación y cultura rica en mitos y arraigada en creencias de todo tipo, ha sabido poner un "pare" a esta modernidad, que mientras más tecnología de punta, más riqueza, más conocimiento y más avances entrega a los individuos, más los aleja de su esencia, …de disfrutar lo simple, …de vivir y …hasta de morir, considerando aquel temido momento como parte importante de la vida, …nuestra vida.
En pos de ésta mirada, Marisel Hartfiel en su trabajo que dice relación con la Muerte, menciona que "ésta deja de ser patrimonio de la religión, de la filosofía y pasa a ser una cuestión de la ciencia médica" (4.2). Al respecto, cabe señalar que la muerte, estrechamente relacionada con los conceptos de Salud y Enfermedad, tal y como Hartfiel lo planteara, es lo único que va quedando libre de aquella concepción de la ciencia y la tecnología, de lo racional, de lo puramente concebido por las leyes naturales, puesto que nadie, ni siquiera éstas dos aristas del poder moderno pueden afirmar fehacientemente cuando va a morir una persona.
Entendido en este contexto, es imposible que la Medicina actúe como fiscalizador o como quien diagnostique la muerte de un sujeto. No obstante ello, la Medicina Moderna puede colaborar, teniendo a la ciencia y la tecnología de su lado, con su capacidad de identificar que tipo de enfermedad puede conducir a la muerte irreversiblemente en la actualidad. Pero cabe cuestionarnos, si éste pequeño rayo de luz que muestra la certeza de la ciencia, usando como intermediario a la Medicina ¿podrá hacer de ella una Diosa en la que debamos creer sobre nuestro sentir?, ¿Se debería acaso escuchar a nuestro cuerpo como lo hacen los Mapuches o las culturas Orientales?, ¿Tendría el mismo sentido la Medicina Occidental si trabajara centrada en nuestro sentir como seres únicos e indivisibles entre mente, cuerpo y alma?...
Al parecer, el problema radica principalmente en el escaso conocimiento que posee el hombre acerca de su propio cuerpo y en cómo enfrentar cada situación que tenga que ver con su bienestar, lo que sin duda llevó a la medicina moderna ha adquirir el enorme poder del cual se habla hoy en día y que para todos es sabido. Quizá la Profesora de Expresión Corporal Patricia Stokoe, tenga razón al decir que sólo tomamos conciencia de nuestro cuerpo cuando éste nos molesta ya sea por alguna lesión o simple dolencia. ...En este preciso momento, tiene usted en mente su dedo chico del píe. Posiblemente luego de haber leído esta última línea ya ha tomado conciencia de él y quizá tienda a moverlo…
Nota
¿Es la enfermedad nuestra enemiga realmente, si la entendemos como parte de nosotros? No será mejor entenderla como respuesta a algo que nos sucede y que nuestro cuerpo quiere contarnos. ¿Debería saber más otra persona de nuestro propio cuerpo que nosotros mismos?
Bibliografía
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digital · Año 11 · N° 100 | Buenos Aires, Septiembre 2006 |