ESTUDIOS Y DOCUMENTACION EN LA "SOCIEDAD DE LA INFORMACION" - Miquel de Moragas Spà     
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El olimpismo a través de sus "Web sites"
La información "on line" sobre olimpismo tiene sus principales fuentes en dos instituciones clave: el Comité Internacional Olímpico (lOC) y los respectivos y renovados Comités de Organización de los Juegos (COJO). Hasta hace pocos meses esta segunda fuente se situaba sobre todo en Atlanta'96, recientemente se ha ido desplazando hacia las próximas sedes en Nagano'98 y Sydney'2000.

El IOC y los COJO, por su propia situación estratégica y por su protagonismo, son quienes generan un mayor flujo de información sobre el olimpismo. Pero además de ellos existen otras muchas instituciones que suministran información olímpica vía Internet. En una primera clasificación podemos referimos a las siguientes grandes categorías de fuentes de información olímpica (véase CUADRO 1, 2, 3, y 4):

  • Ciudades candidatas
  • Federaciones Intemacionales deportivas reconocidas por el IOC, Comités Olímpicos Nacionales
  • Patrocinadores
  • Medios de comunicación
  • Centros de carácter académico especializados en olimpismo y deporte
  • Iniciativas diversas, inclusive "Web sites" individuales.

Excepto en el caso de los medios de comunicación y de los centros de carácter académico, el resto de instituciones acostumbran a crear sus "Web sites" para difundir información sobre ellas mismas, generalmente con finalidades promocionales o comerciales.

En este sentido es significativa que sean las ciudades candidatas quienes con más prontitud hayan creado y situado en Internet sus "Webs". Le siguen en esta implantación los patrocinadores cuya presencia en Internet obedece a lógicas más complejas y a objetivos más amplios que las referencias olímpicas, pero que aparecen mezclados en todos los buscadores de información olímpica.

En mayo de 1997 un 54 % de Federaciones Internacionales deportivas disponían de "Web" en Internet. Un porcentaje algo mas bajo (17 %) es el que correspondía al número de Comités Olímpicos Nacionales presentes en Internet. Unicamente un % de CON's disponía, en aquella misma fecha, de este recurso informativo.

Un aspecto interesante de esta presencia de los Comités Olímpicos Nacionales en Internet es la existencia de "Webs" de Comités que no pertenecen al primer mundo del desarrollo tecnológico e industrial. Este es el caso de los Webs de los Comités Olímpicos de Africa del Sur, Yugoslavia, Ucrania, Malta, Croacia, Eslovaquia, Lituania, Estonia o Kenia. Pero por razones inversas se destaca la ausencia en Internet de otros Comités Olímpicos de países altamente desarrollados (Japón, Alemania, Francia, Suiza, Suecia, etc.) que han retrasado su presencia en Internet. (CUADRO 2).

Estas contradicciones ponen de manifiesto dos aspectos fundamentales de la propia expansión de Internet en nuestra sociedad. En primer lugar la posibilidad misma de la expansión de esta tecnología en la prácticamente totalidad de los países del mundo. Esto es posible gracias a la existencia de puntos de desarrollo en instituciones como las universidades, pero también en las multinacionales, los ministerios, o las embajadas, etc. de los países en desarrollo. Por otra parte estas circunstancias también ponen de manifiesto la lentitud que afecta a algunas instituciones olímpicas de entornos tecnológicos altamente desarrollados. Muchas de estas instituciones tardan demasiado en comprender las posibilidades que ofrecen las modernas tecnologías de la información y la necesidad y oportunidad de adaptarse a estos cambios. Algunos Comités Olímpicos Nacionales del mundo más desarrollado están, en este sentido, mas atrasados que algunos Comités Olímpicos de países en desarrollo.


Internet y la superabundancia de información
Aun y a pesar de que nos encontramos en una primera fase de su implantación, Internet plantea ya un primer y grave problema: la superabundancia de información.

La dimensión mundial de la red es una de las primeras causas de esta superabundancia. Nunca hasta ahora en la historia habíamos tenido la oportunidad de acceder a la información suministrada por fuentes "locales" distribuidas por todo el mundo. Pero esta superabundancia es también una "superredundancia". En efecto, Internet nos ofrece una enorme redundancia de información, muchas repeticiones con escasa producción informativo original y, a lo sumo, con alguna adaptación de las mismas informaciones a las necesidades promocionales de cada fuente.

Así, por ejemplo, la información sobre la historia olímpica que podemos encontrar en distintos Webs olímpicos, tiene su origen en los mismas fuentes bibliográficas, sin investigación propia, repitiendo los mismos tópicos y, en algunos casos, los mismos errores. Estas circunstancias producen una enorme cantidad de información redundante y no selectiva que puede llegar a abrumar a los usuarios de Internet. Algunos entre ellos pueden Ilegar a "sentirse muy informados", cuando en realidad manejan información de muy escasa calidad. Así, por ejemplo, en Internet es posible encontrar centenares de miles de fuentes y referencias sobre el ítem "Olympics", pero con una gran dificultad para seleccionar las fuentes más competentes y originales.

Uno de los instrumentos mas importantes para una eficaz navegación por Internet son los denominados "Search Engines" o 'buscadores". Entre los mas conocidos podemos destacar Infoseek, Lycos, Yahoo !, Webcrawler, Altavista, Hotbot, etc.

Estos "buscadores" cuyo perfeccionamiento informático no deja de progresar, permiten a los usuarios de Internet localizar los "ítems" objeto de cada búsqueda entre millones de Webs colgados de la red.

En el caso de la búsqueda sobre olimpismo pueden considerarse los siguientes 14 grandes conceptos:

  • Olympic
  • Olympics
  • Olympism
  • Olympic Games
  • Olympic Education
  • Olympic Documentation
  • Olympic Studies
  • Olympic Research
  • Olympic Museum
  • Olympic and Research
  • Olympic and Documentation
  • Olympic and Studies
  • Olympic and Games
  • Olympic and Museum

Así, por ejemplo, a la búsqueda del concepto "Olympics" en tres de estos "buscadores" (Altavista, Hotbot y Infoseek), en marzo de 1997, aparecieron un total de 383.240, 229.358 y 112.914 documentos o páginas Internet (HTML), respectivamente. (CUADRO 5).

Los resultados de la búsqueda aparecen generalmente en grupos de 10 para cada "página Internet". Por consiguiente, la búsqueda de los documentos posteriores (del 11 al 20, del 21 al 30, etc.) debe hacerse a través de los correspondientes avances de página. Este avance representa una importante demora de tiempo, muy variable en función de los equipamientos técnicos de cada usuario, del horario y de la disponibilidad de cada red de telecomunicaciones. Pero, por lo general, y en la situación del sistema de comunicaciones que hemos utilizado, el paso de 4 páginas Internet (HTML), o lo que es lo mismo la localización del índice de los primeros 40 documentos, puede demorarse entre 10 y 20 minutos.

Una investigación posterior nos ha llevado a controlar el lugar en el que aparecen algunos Webs olímpicos que consideramos de interés preferente: Comité Internacional Olímpico, Museo Olímpico de Lausana, Comités Organizadores de Atlanta'96, Nagano'98, Sydney'2000, y el Web de nuestro propio Centro de Estudios Olímpicos en Barcelona. (CUADROS 6 y 7)

De esta investigación se deduce que los principales Webs no siempre aparecen entre los primeros Webs seleccionados, de forma automática, por los buscadores. Véase, por ejemplo, el caso de la búsqueda del concepto "olympic" y del Web del IOC, este Web no aparece hasta la posición número 56 en el buscador Altavista y en la posición número 71 en el buscador Hotbot. Para llegar hasta este Web, el usuario puede llegar a consumir cerca de una hora de su conexión telefónica. (CUADRO 7)

Si comparamos los resultados de nuestra investigación realizada el mes de Marzo de 1997 y la investigación realizada un mes mas tarde (Abril de 1997) (CUADRO 5) podemos descubrir, contrariamente a lo previsto, una disminución del número total de documentos localizados. A la búsqueda sobre "olympics" Altavista pasó de localizar 383.240 documentos a localizar 100.000; Hotbot pasó de 229.358 a 191.350 y Infoseek de 112.914 a 105.763. Las cifras, aunque reducidas, siguen siendo altísimas.

Esta reducción debe atribuirse no sólo a una disminución de las ofertas informativas existentes en Internet sino sobre todo a una mayor sofisticación de los sistemas de búsqueda que evitan ahora muchas duplicidades.

Algo más precisas son las búsquedas realizadas por asociación de ítems y para campos semánticos mas reducidos. Este es el caso de la búsqueda "Olympic studies" respecto de la cual el Museo Olímpico de Lausana o el Centro de Estudios Olímpicos de Barcelona aparecen entre los 10 primeros, es decir en la primera página índice ofrecida por Altavista, uno de nuestros buscadores (CUADRO 6).

No cabe duda de que en los próximos años los instrumentos de búsqueda en Internet se irán perfeccionando. No obstante, y con los dates que ya tenemos en la mano, podemos afirmar que será necesario establecer distintas nuevas estrategias de información y de documentación.

Por una parte serán necesarias nuevas estrategias por parte de "los que desean ser localizados", que deberán adaptar sus Webs a las estrategias de los "Search Engines", adoptando las medidas informáticas necesarias para ser localizados entre los primeros "links".

Por otra parte también serán necesarias nuevas estrategias por parte de "los buscadores", que precisarán nuevas formas de mediación, entre la multiplicación de las fuentes y sus necesidades de información.

Las dos estrategias serán de la máxima importancia para los centros de documentación del futuro.


La experiencia de la Olympic Documentation Highway
La misión de los centros de documentación ya no consiste, únicamente, en la tradicional tarea de facilitar listados y prestar documentos, su misión ahora consiste, más precisamente, en seleccionar estas fuentes y facilitar las conexiones con ellas ("link"). Una función básica de los centros de documentación del futuro será la de separar el trigo de la paja , haciendo que los buscadores de información olímpica no naufraguen entre millares de fuentes intranscendentes hasta Llegar a las fuentes de información de calidad.

Así, por ejemplo, un investigador interesado en "olympism" que utilice el buscador Hotbot no alcanzara a "lincar" con el Comité Organizador de los Juegos de Sydney hasta el documento 128; o el investigador interesado en "olympic education" que utilice el buscador Altavista no encontrará el Web del Comité Internacional Olímpico hasta el documento 31 (CUADRO 6). Estas dificultades deben ser suplidas por los servicios de documentación especializados que faciliten a los usuarios la navegación eficaz.

A este reto pretende responder la Olympic Documentation Highway creada en 1996 por el Centre d'Estudis Olímpics y de l'esport, que realiza una tarea diaria y sistemática de búsqueda de "links" olímpicos a partir de criterios documentales y académicos (CUADRO 8).

Tarea que completa con el mantenimiento de un directorio especializado, International Directory of Olympic Research and Documentation también accesible a través de la Olympic Documentation Highway en Internet8.


Internet y la universalidad del movimiento olímpico
Todos los analistas coinciden en afirmar que las tecnologías de la información -e Internet en particular- han de beneficiar muy especialmente a las instituciones, grupos, movimientos que despliegan su actividad en el ámbito mundial. Este es el caso del movimiento olímpico internacional, cuya representatividad se despliega a través de 197 Comités Olímpicos Nacionales, constituyendo un caso excepcional de representatividad internacional, incluso superior al de las Naciones Unidas.

Si a esta condición de universalidad le añadimos el carácter itinerante de los Juegos Olímpicos (hoy en Atlanta, ayer en Barcelona, mañana en Nagano), y su propia vocación educativa, nos encontraremos ante un uso potencial de las nuevas tecnologías de la información verdaderamente excepcional en el mundo contemporáneo.

Esta capacidad potencial de las nuevas tecnologías de la información para el movimiento olímpico puede tener dos grandes frenos, de naturaleza bien distinta, que deberían analizarse cuidadosamente: los desequilibrios mundiales en la implantación de las tecnologías de la información y las resistencias que aún exhiben algunos protagonistas olímpicos a cambiar sus formas de comunicación.

Por lo que respecta a esta segunda cuestión debemos insistir en la necesidad de adaptarse a las nuevas formas de comunicación "on line" y, especialmente, a la necesidad de evitar el recelo que aún suscita el acceso universal y gratuito a la información propio de las nuevas tendencias en Internet. En este sentido parece indicado preguntarse qué hubiese hecho Coubertin, que solo dispuso de rudimentarias técnicas de información, en el caso de disponer de Internet.

Coubertin seguramente hubiese sabido explotar al máximo el enorme potencial de difusión que tienen estas nuevas tecnologías como instrumento de información y de participación de todos los miembros de la familia olímpica, pero también como instrumento educativo.

Por lo que respecta a la primera cuestión, a la de los desequilibrios existentes en la comunicación moderna a escala mundial, debemos empezar por afirmar la existencia de este desequilibrio, pero también -y con la misma rotundidad- las posibilidades de utilizar estas tecnologías para algunos determinados fines, siempre que se arbitren los correspondientes mecanismos de planificación y de solidaridad. Dicho de otra forma: el movimiento olímpico puede beneficiarse de la utilización de las nuevas tecnologías de la información en un contexto internacional marcado por profundos desequilibrios económicos y tecnológicos, si es capaz de organizar su propia política de solidaridad tecnológica.

La política de información olímpica tiene ante sí un nuevo e importante reto: el de facilitar a todos los Comités Olímpicos Nacionales los instrumentos y los conocimientos necesarios para acceder a las nuevas tecnologías de la información.

Estas medidas permitirían realizar un paso adelante verdaderamente histórico en la información olímpica, porque en nuestros días, contrariamente a lo que muchos protagonistas suponen, la vía Internet ya es mucho mas viable que la vía de los viejos impresos. ¿O acaso es más fácil hacer llegar a los lugares menos desarrollados del planeta, revistas, folletos y libros?. ¿Cual es el estado actual -con las viejas tecnologías de la información- de las bibliotecas olímpicas o del deporte en los países en desarrollo?

Internet ofrece ahora una gran ventaja que debe explotarse: el coste de comunicación para la transmisión de datos a distancias mundiales es idéntico al coste de la comunicación local. La conexión con los Webs olímpicos situados en cualquier parte del planeta es tan fácil y tan costosa corno la conexión de telefonía local. Esta es una ventaja que no puede ser desaprovechada por la política de información de instituciones mundiales como es el caso del movimiento olímpico.

De ninguna manera afirmamos que es a través de Internet como pueden resolverse los grandes desequilibrios económicos, organizativos y tecnológicos existentes en el mundo. Lo que sí que afirmamos es que una política de solidaridad y una voluntad de trabajar contra las desigualdades puede encontrar en Internet un instrumento útil para conseguir estos objetivos, o incluso, que Internet constituye un instrumento mas útil para estos objetivos que las actuales o anteriores tecnologías de comunicación.

Pero para que ello sea posible es necesario reclamar a las instituciones olímpicas -y ninguna parece más adecuada que Solidaridad Olímpica- que establezcan programas de ayuda técnica a todos los CON que se encuentren en entornos tecnológicos poco desarrollados para que puedan entrar en esta nueva dimensión de la información electrónica. Además, este aprendizaje de las tecnologías puede tener múltiples efectos beneficiosos. Todos los países necesitan expertos en telecomunicaciones e informática. En algunos países esta tarea pionera puede corresponder a los hombres y mujeres del Movimiento Olímpico. Así se cubrirían dos objetivos al mismo tiempo: reforzar la participación de todos en el movimiento olímpico y promover el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información en los países en desarrollo.

Pero existe todavía una última virtualidad de las nuevas tecnologías de la información - y de Internet - que debería ser explotada por el movimiento olímpico en los próximos años: su capacidad para desarrollar tareas educativas. La finalidad principal de Pierre de Coubertin con la refundación de los Juegos Olímpicos no era únicamente conseguir un movimiento mundial, sino conseguir al mismo tiempo un movimiento educativa a través del deporte. El movimiento olímpico tiene ahora, con las nuevas tecnologías, el instrumento con el que sin duda hubiese soñado Coubertin.



Notas
1. Bell, D. (1976): The Coming of Post-industrial Society: A venture in Social worcasting, Harmond Sworth: Penguin, Peregrine Books.
2. NEGROPONTE, Nicholas (1995): El Mundo Digital, Ediciones B, Barcelona
3. Dizad, W. P. (1989): The comming Information Age: An Overwiew of Technology, Economics, and Politics, Harlow, Longman.
4. U.E., (1993): Libro Blanco, Crecimiento, competitividad, empleo: Retos y pistas para entrar en el siglo XXI, U.E., Oficina de Publicaciones Oficiales, Luxemburgo.
. U.E.(1996), Green Paper Living and Working in the Information Society: People First, Bruselas.
5. Moragas, Miquel de (1992): Los Juegos de la Comunicación, FUNDESCO, Madrid. Lopez, J. & Pastor, F. (1995): "Technology", en Moragas, M. & Botella, M. The keys to Success. Centre d'Estudis Olímpics, Barcelona.
6. "What really Happened?" in The IBM Employee Magazine, nº 1, 1996.
7. "What really Happened?" in Op. Cit.
8. Véase el documento International Directory of Olympic Research and Documentation, preparado para la IASI 10 th Scientific Congress o consúltese http://blues.uab.es/olympic.studies



Lecturas: Educación Física y Deportes.
Año 3, Nº 10. Buenos Aires. Mayo 1998
http://www.efdeportes.com