¡MINUTO JUEZ!...
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Intentaremos dar cuenta de ellos a través de un ejercicio comparativo:

RelacionesConcepción NaturalistaConcepción Crítica
Objeto de estudio
Imposibilidad de definirlo. Es una "practica milenaria".
Definible, recortable. Es una práctica social e histórica.
Prácticas de investigación
Son inespecíficas. Se validan fuera de contexto. Por ejemplo: análisis de las demandas del mercado sin tener en cuenta los aspectos programáticos en el marco de la crisis del Estado argentino.
Son especificas. Se recorta el objeto y se lo pone en relación al contexto en el que esta inserto.
Articulación con los C.B.C.
Parten de un modelo de hombre (de niño) a-cultural. Los C.B.C. son definidos a partir de principios a-temporales y sostenidos en consideraciones axiomáticas. De allí que el deporte no aparezca en los C.B.C. hasta los 11 años.
Parten de un modelo de hombre (de niño) social, cultural e histórico. Por lo tanto, los C.B.C. son comprendidos como recortes significativos de una cultura especifica.
Sistema escolar
El deporte es considerado "espurio" (por su contaminación mercantil) y la competición deportiva negativa en si misma. El fútbol, por ende, no "entra" en la escuela.
El deporte es un recorte cultural y, como tal, es legítima la apropiación de este saber. La competición, con el adecuado "filtro" didáctico, es un contenido que permite los aprendizajes tácticos y estratégicos.
Curriculum
Jerarquiza a las actividades físicas por su importancia en relación a contenidos de otras áreas. No hay un análisis critico de la especificidad de lo motriz.
Abarca la sistematización didáctica deportiva, articulados con el contexto nacional, regional y local.
Sociedad
Se hace cargo (por ausencia) de lo que deja afuera la escuela. Por ejemplo: la proliferación de escuelitas de fútbol a cargo de "idóneos".
Se hace cargo del deporte realizando sobre él un procesamiento didáctico.
Acceso y democratización
Los ciudadanos tienen un acceso restringido a la práctica deportiva según sus posibilidades sociales. (En el caso de las mujeres esto se agrava porque al menos los varones cuentan con la oferta -aún extra-programatica- de una práctica futbolística).
El Estado, a través de la escuela, garantiza que todos los ciudadanos sin distinción de género o condición social, tengan acceso a este recorte particular de la cultura que es el deporte.
La dimensión disciplinar de la Educación Física
Perdida de significatividad social. Los alumnos la perciben como inútil y el Estado como ineficaz. La disciplina, por lo tanto, tiende a desaparecer.
Legitimación de su acción porque opera sobre un recorte del conjunto de lo que una sociedad pretende que se apropien sus ciudadanos.
Formación de Profesionales 5
Habilitante. Concepciones dogmáticas y absolutas. Modelos acríticos. Grandes distancias entre la teoría y la realidad. Enseñanza uniforme. Lecturas lineales de la realidad.
Formación de personas altamente capacitadas. Concepciones dinámicas y relativas a cada realidad social y cultural. Investigación-acción.Vínculos entre la práctica y la teoría. Lecturas sistémicas.
Las políticas deportivas
Quiebre entre las políticas educativas, las comunitarias y las de alto rendimiento.
Articulación del deporte en una política global que de cuenta de las practicas escolares, comunitarias y de alto rendimiento.
Ciudadanos
Se debilita el desarrollo de un vínculo sano y permanente con la actividad física.
Se concibe el desarrollo del ciudadano en todo el arco vital, incluso mas allá del periodo escolar.
Medios de comunicación
Recortan de modo diferente el conjunto, reafirmando el sentido común. Oponen la Educación Física escolar a los deportes populares y masivos.
Articulación del desarrollo deportivo con los fenómenos derivados del deporte espectáculo. Política de medios acorde con una política deportiva global.

FINAL DE JUEGO
Podríamos continuar desarrollando este cuadro, incorporándole otras variables de análisis, no obstante lo cual, de la comparación se desprende un señalamiento que resultará crucial para repensar nuestra actuación.

Hemos sido oportunamente avisados de que el rol de nuestra disciplina en esta sociedad puede ser puesto en duda en cualquier momento, como ya lo advirtiera Tulio Guterman (1995). Al respecto cabe transcribir parte de un documento reciente: "En nuestro país existe una tradición fuerte (...) respecto de que para algunas cuestiones el maestro tiene que ser polivalente pero para otras no. Y para otras cuestiones hacen falta maestras, maestros y profesores especializados. Se supone que el maestro es polivalente porque tiene capacidad para enseñar Lengua, Matemática, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales y no es polivalente porque hace falta formación especializada en el caso de Música, Plástica y Educación Física..." 6. Esto y decirnos que nuestra disciplina empieza a ser cuestionada como socialmente significativa es una sola cosa. Somos prácticamente una especie en peligro de extinción.

Es urgente entonces comenzar a repensar críticamente las currícula de nuestros institutos de formación (sin caer en la trampa facilista de rendirse ante las demandas del mercado) y no como mero procedimiento de "alargar la carrera a cinco años" para nivelarla con la extensión de una licenciatura universitaria, sino con una profunda revisión del rol social de la Educación Física a fines del milenio.

¿Existe verdadera conciencia en nuestros institutos de formación de cual es este rol programático? ¿O continuamos discutiendo alrededor de conceptualizaciones detallistas y menudeces vacías de significados?.

¿Producimos investigaciones en el área que sean a la vez innovadoras y democratizantes? ¿O seguimos realizando investigaciones a-críticas y mezquinas? ¿Que les enseñamos a nuestros futuros profesionales de la Educación Física? ¿Les enseñamos a pensar políticamente sus practicas?.

Antes de que nuestros alumnos de secundaria terminen por detestar el Test de Cooper o se pasen a un nocturno porque no tiene Educación Física; antes de que los de primaria nos hagan juicio por "apología del delegado"; antes de que los de inicial nos pregunten si en el patio se aprende a leer y a escribir o a sumar y a restar; antes de que los idóneos sigan maltratando a nuestros chicos en las escuelitas de fútbol; antes de que los dirigentes voluntaristas continúen asesorando sobre políticas deportivas y resolviendo sobre la eficacia o no de una intervención; antes de que los medios de comunicación decidan por ausencia que es válido y que no transmitir...

Antes, en fin, de que el árbitro toque el silbato indicando la finalización del partido y quedemos afuera de la tabla de posiciones, paremos la pelota. Pidamos minuto, juez. Pensemos estratégicamente. Quizás sea nuestra ultima oportunidad.

NOTAS
1 . Debo el planteo de esta distinción a Angela Aisenstein.

2 . La homologación entre la antigua sociedad griega y las sociedades modernas es superficial y no resiste el menor análisis: al obvio pero necesario señalamiento sobre el esclavismo de la primera, habría que agregar las diferencias en ambas respecto al nivel de tolerancia de la violencia interpersonal como a las posiciones que en una y otra ocupa el valor de la belleza física, entre otras cuestiones. Para ampliar véase Elias, N. (1992).

3 . Las modificaciones producidas en el espacio público por el despliegue de los medios de comunicación produjo un desplazamiento en el repertorio de personajes usados para escenificar el concepto de igualitarismo, desde principios de siglo hasta la actualidad: hoy por hoy la serie ejemplificadora se articula mas con estrellas de la industria cultural, periodistas o deportistas que con políticos, científicos o "pensadores ilustres", personajes arquetípicos de un momento en que la sociedad de masas naciente apostaba a ellos como representantes de la idea de progreso (Lowenthal, 1961).

4 . Debo esta lúcida y sugerente observación, nuevamente, a Angela Aisenstein.

5 . Debo el agregado de este ítem a Tulio Guterman.

6 . Ver "Seminario Nacional Formación docente de grado: Comenzó la elaboración de los Contenidos Básicos Comunes - Educación Inicial y General Básica", Revista Novedades Educativas, Nº 54, marzo de 1995, Buenos Aires. Fuente: Guterman, T. (1995).

BIBLIOGRAFIA


Lecturas: Educación Física y Deportes, Año 1, Nº 1. Buenos Aires. Mayo 1996